One shots ~Neymar Jr~

• Theo 2 •

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Ese mismo día, después de cancelar la boda, Ney decidió hacer un almuerzo en la casa con toda la familia y amigos, su familia, mi familia y nuestros amigos.

Así que todos fuimos a la casa y yo pude cambiarme de ropa. Colgué el vestido y me quedé mirándolo unos minutos, pensando en todo lo que había pasado.

—Tomaste la decisión correcta –escucha una voz detrás de mi que se acercaba–.

—Estoy segura que si tía –sonrei mirando a tía Nadine–. Casi cometo el error más grande de mi vida –suspire mirando el vestido–.

—Mi niña... –sonrio y acaricio mi cabello–. Estoy segura de que tarde o temprano te ibas a dar cuenta

—Pero fue lindo lo que Neymar hizo –me sonroje–. No me lo esperaba

—Si, yo también me sorprendí –se rió–. Mi hijo es todo un romántico –ambas reímos–. Me alegra mucho que por fin puedan estar juntos, después de tantos años –me abrazó–.

—A mí también –suspire y la abrace también–. Me gustaría que mi mamá estuviera para haberlo visto, ella siempre adoró a Ney

–suspiro–. Si, tu mamá siempre decía que serían la pareja perfecta –sonrio con algo de melancolía–. Pero estoy segura de que estaría muy feliz y orgullosa de ver en la mujer en que te convertiste –se separó y acaricio mi cabello–.

—Gracias tía Nadine –sonrei y nos volvimos a abrazar–.

—Ahora ya me podés decir suegra –dijo con un tono más alegre haciendo que ambas rieramos–.

Volvimos con los demás que estaban en el patio disfrutando, los niños jugaban, los adultos hablaban, reían, incluso algunos se fueron a jugar con los chicos en la cancha de arena que había al fondo del patio. Todos se veían felices.

—Te estaba buscando –se acercó Ney pasando su brazo por mis hombros y acercándome a él para besar mi mejilla–. ¿Dónde estabas?

—Hablando con mi suegra –sonrei mirandolo y pasando mi brazo por su espada para abrazarlo también–.

—¿Y de qué hablaban? –sonrió y me ofreció su vaso con jugo–.

—De que resultaste ser todo un romántico –sonrei y acepte el vaso–. Interrumpiendo mi boda y haciéndome ver qué cometía un error –tome un trago–.

—Sé que siempre te gustaron esas cosas románticas –dejo un beso en mi cien–. Y para hacerte feliz haría lo que sea –susurro–. Pero, fue idea de Theo

—¿Qué? –lo miré sorprendida–.

—Si –se rió–. Cuando volví de llevarte el ramo, él vio que estaba llorando –dijo algo sonrojado–. Y me dijo que él estaba seguro de que no ibas a ser feliz con Pierre como lo serías conmigo –me miró a los ojos–. Y qué sería súper romántico que interrumpiera la boda para decirte que no te cases, que te quedes conmigo –acaricio con suavidad mi otra mejilla–.

—A veces pienso que es más maduro que nosotros –me reí y miré a Theo que jugaba con Davi y otros primos–. Es como un hombre mayor en un cuerpo de un niño de 10 años a veces –me reí y miré a Neymar y deje un beso en su mejilla–. ¿Por qué llorabas?...

—Porque te estaba perdiendo –sonrió algo avergonzado mirando a Theo también–. Estaba perdiendo al amor de mi vida –me miró otra vez–. Estaba seguro que no iba a poder recuperarte, de que habías tomado la decisión que te iba a hacer feliz, pero no era conmigo –suspiro–. Pero nuestro me dió algo de esperanza –se rio–. Al principio no lo iba a hacer porque sentía que era muy egoísta de mi parte no dejarte ser feliz con quién vos eligieras, pero Rafa me dijo que era ahora o nunca –suspiro–. Y lo hice, y casi me morí cuando no me respondías, me sentí tan estúpido –se rio y me abrazó fuerte por los hombros–.