Capítulo 7

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~Lumine~

- No sé yo, eh. Esto sigue sin parecerme buena idea, tengo un mal presentimiento – murmura Aether mientras ayuda a Albedo a verificar que todos los aparatos para poder comunicarnos estuvieran en orden.

Albedo, además de ser un excelente alquimista, también tiene un asombroso talento con todo lo que tenga que ver con la tecnología e incluso maquinaria. No importa qué, pero puedes llevarle desde un arma hasta un teléfono móvil que él sabrá cómo arreglarlo.

El rubio se acerca hasta mí, colocando un pinganillo en mi oreja y después tecleando en su portátil. Se acerca un poco hasta el micrófono que ellos utilizaran y comprueba que todo está en orden. Hago un asentimiento de cabeza, haciéndole saber que lo escucho perfectamente y después repito el mismo proceso. Cuando Albedo ya está conforme con la conexión de los intercomunicadores comienzo a elegir las armas que voy a llevar.

- Vamos Aether – le respondo después de un rato -, ya hemos discutido antes de esto.

Y es cierto. Desde que habíamos dejado de pisar territorio de Liyue después de la reunión mi hermano no dejó de decir que todo esto del soplo no le daba buena espina. Lo siguió diciendo ayer, cuando volvimos a quedar con Tartaglia y Zhongli para planear como llevaríamos a cabo la misión y no ha dejado de repetirlo hasta ahora, solo que esta es su última oportunidad, ya que en apenas media hora tengo que estar en el lugar de encuentro con el pelirrojo.

Miro mi vestimenta en el espejo, que básicamente consiste en una camiseta y un pantalón corto, ambos negros, y coloco uno de mis mechones rubios por debajo de la peluca de cabello largo y negro. Solo por si acaso.

- Lo sé, pero no voy a dejar de repetírtelo.

Vuelvo a suspirar y aprieto un poco más la correa que me rodea el muslo, asegurando el cuchillo antes de comprobar que el seguro de la pistola este puesto y colocarla entre la cinturilla de mi pantalón y mi espalda. Levanto la camiseta para taparla y que pase un poco más desapercibido. Siseo un poco cuando siento el tacto frio del arma chocar contra mi piel y agito un poco el cuerpo mientras me voy acostumbrando a la temperatura.

- Me tengo que ir, Aether, el punto de encuentro no es que esté precisamente cerca. No me eches mucho de menos mientras no estoy.

- No seas tonta. ¿Es necesario que vayas tu sola con Tartaglia? Tampoco confío en él.

- Tranquilo, hermanito. Si me hace algo yo misma regresare desde el infierno y lo arrastraré conmigo – digo divertida.

- Lumine... - me reprocha mi mellizo.

- Que sí, que sí. Yo tampoco confío en él, pero tenía razón en cuanto a eso de que si somos más llamaremos la atención – admito a regañadientes.

- Tú solo ten cuidado.

- Yo siempre tengo cuidado – respondo mientras comienzo a caminar en dirección a la salida.

- ¡Piensa como lo haría yo, no como lo harías tú! ¡No seas imprudente! – me grita mientras me alejo.

Dejo escapar una sonora carcajada que rebota contra las paredes del pasillo y produce eco.

No me vuelvo a girar ni me paro para ver si mi hermano me ha dicho algo más, por lo que cuando llego al coche me subo directamente y coloco la dirección que me dio ayer Zhongli en el GPS.

- ¿Me escuchas?

Suelto un bufido divertido cuando escucho la voz de Aether a través del pinganillo y aprieto el botón de este para poder comunicarme mientras arranco el coche.

- Si. ¿Es necesario qué ya estés utilizando el intercomunicador? No han pasado ni dos minutos desde que he salido por la puerta.

- Quería darte otro pequeño recordatorio. No hagas ninguna estupidez. Si te encuentras en alguna clase de peligro, sales de ahí. ¿Me has escuchado?

En busca de El Abismo // CHILUMI (Genshin Impact)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora