El tictac interminable
de mi corazón
va gritando entre caladas
que tengo el mono joder.
Me voy consumiendo
como los cigarrillos en Verano,
como el vodka de madrugada,
como el Sol tras un atardecer.
Me inyecto tu nombre
en grandes cantidades,
casi me queda un poco para
morir, morir de amor.
Te vuelves humo de la hierba
mala,
te vuelves poesía antes de
dormir,
te vuelves mi ángel de la guarda
sin saber que este demonio
a veces no te quiere,
a veces te odia,
a veces te ama.
Algo de lo que ya no puedes
huir,
una droga,
adictiva,
prohibida,
una vieja canción llamada
heroína.
Te quiero amor.