Me voy, no para siempre pero sí temporalmente.
Los nubarrones parecen irse también y se ve que ya lloran.
No hay arcoiris, dejé las risas,
demasiado adicto, empecé a beber hasta consumirme,
las drogas un día a día.
Acabé enamorado de ti y duele,
duele ver cómo te quieres
y no compartes, duele cómo me miras con dulzura hoy y mañana no y pasado tampoco pero los lunes sí, y los lunes los odias y me sonríes y me pongo a pensar si también me odias queriendo o si me quieres odiando.
Y es por eso que me voy,
lejos de tu confuso andar,
lejos de tus bellas rarezas y...,
todo es confuso.
El tren está llegando, se escuchan sus lamentos,
triste y desconcertante.
Adiós Charlie, intentaré escribirte desde el más allá.
Firmado: K.