Comienza mi rutina,
intentos de dormir pero parece que la cama y yo ya no nos llevamos bien, así que bebo para matar el aburrimiento,
para ahogarme en penas.
Saco un cigarro de mi vieja cazadora, como de recordatorio,
la llama parece dar calor y el duro invierno no deja.
Por fin lo enciendo y le doy un par de caladas, perdí el gusto hace mucho, también dejé de amar mucha droga junta,
efectos secundarios no agradables.
Cansadx, débil.
Se va muriendo la nicotina,
tiro el cigarrillo y fumo otro,
reemplazar es divertido.
Ahora ya no son cigarros los que paran a descansar en mi boca, inundando mis pulmones,
ahora estoy ciegx, ¿qué me pasa?
Tengo, a veces, frío de la oscuridad,
tengo arañas comiendo mi alma.
No sueño y parece que estoy despiertx, una niña no para de rondar mi casa, pensé que quería chocolate y le dejé droga en la entrada, creo que la acabé consumiendo yo.
Sigue ahí parada, da miedo.
Pastillas de la felicidad, transeúntes que desean conocer mi sistema inmunológico y otras cosas.
Se me cierra la imaginación que puedo ver, tocar, estoy demasiado drogadx. Paso de ayudarte, se me acabó la cocaína y sin eso no sé pensar,
no sé si vivir o morir.
Morir, está muy de moda. Creo.