Nos vamos II

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Nos dieron una habitación en el segundo piso de la casa de su tía. La casa es gigante la verdad, pero no esperaría menos si la señora tuvo 8 hijos..

Son 3 mujeres (Angie, Gaby y Ana) y 5 hombres (Jose, Miguel, Juan, Carlos y Diego)..

No se como ha podido con tanto.

- Vamos, los ayudo con sus maletas - sugirió Diego

Es simpático, aunque es mayor que Richard... mucho mayor. Y no ha dejado de verme en toda la tarde, se que Richard se ha dado cuenta.

- No es necesario, yo iré por las maletas - dijo Richard - son solo dos

- Te acompaño, cariño - dije tomando su mano

Fuimos al garaje, hay aproximadamente 7 coches aquí, todos (o almenos la mayoría) se quedan en esta casa hasta el dos de enero. Y se supone que nosotros igual nos quedamos hasta esa fecha.

- Richard - dije una vez estuvimos solos en el garaje - estas bien?

- Si yo.. - tomo mi mano y me hizo entrar al asiento trasero del auto junto a él y cerro las puertas - Diego ha estado mirándote demasiado, es mi primo y he estado a punto de romperle la boca varias veces

Sonreí y acaricié su mano. Mi hombre esta celoso.

- Bueno, me he dado cuenta, pero que sepas que estoy interesada solo en un webber eh

Reímos juntos y luego lo besé y abracé.

- Ha sido raro todo hoy - dijo finalmente sin dejar se abrazarme

- Un poco

- He escuchado algunas preguntas incómodas que te hicieron cuando llegamos, les has tenido muchísima paciencia, Dra. Fox

- Bueno, las acabo de conocer.. creo que es normal que tengan tantas dudas, nuestras vidas son muy diferentes a las de ellas.. no me veo jubilada aún

- Yo tampoco, y si lo hacemos lo decidiremos juntos

- Lo sé- Sonreí

- Vamos a descansar, mañana será un largo día

- Oye.. - dije antes de que salga

- Si?

- Te vas a disfrazar este año? - Sonreí- han dicho que nunca te has querido disfrazar de "loca viuda" y creo que sería divertido verte vestido de mujer

- Ni lo sueñes, no haré nada de eso, además, eres lo suficientemente celosa como para permitir que yo sea manoseado por hombres mientras le bailo a un auto en medio de la carretera.

La sonrisa se me borro

- No dejaría que nadie te toque.. pero aún asi te puedes disfrazar

- Yo ya no estoy para esos trotes, la cadera no me lo permitiría

- Bien que la cadera te permite hacer muchas otras cosas - Sonreí pícara

- Bueno, esas otras cosas las necesito para vivir, son fundamentales en mi vida y vale la pena el esfuerzo.

Después bajamos del auto y ayude a Richard a bajar nuestras maletas del auto, aunque no me dejo llevar casi nada según el porque no debo hacer esfuerzo por lo del tumor y eso.

Llegamos a la habitación y saqué el pijama de ambos y vi un vestido que traje por si acaso extra.

- Richard - lo llamé

- Si? - dice desde el baño

- Puedes venir un momento por favor?

En un segundo lo tengo frente a mí con una expresión interrogatoria.

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