Cap. 8 ¿Apostaron?

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Matthew:

La veo sonreír dando unos pequeños saltos emocionada en la gran sala, podría gritar de la emoción pero no lo hace, me siento tranquilo con ella a mi lado, porque está a salvo y feliz pero cuando la pierdo de vista no puedo evitar estar preocupado, y de mal humor.

Con ella me siento diferente...

— ¡Matthew!. — Dice alegre corriendo hacia mi. — También iré a clases con el maestro Illias. — Se detiene mordiendo su labio inferior suavemente incómoda.

— ¿Que pasa?, eso es increíble no?.

— Lo es, y gracias.

— No hay de que Ece. — No se que decir, su pálida piel contrasta con su cabello oscuro y sus azulados ojos, tiene un toque rojizo en sus mejillas por el calor. — ¿Tienes hambre?.

— Demasiada, tú también? ahora que recuerdo no hemos comido nada desde que salimos. — Dice viendo el cielo al salir de la academia.

— No tanto. — Caminamos en silencio, las personas avanzan y siguen su camino, los autos y motos pasan en diferentes direcciones, subimos a la moto conduzco suave hasta llegar a un restaurante.

— Ryu no quiero molestarte de veras. — Dice al ver el restaurante, debe ser porque parece que todo es caro, aunque sus palabras me desconciertan.

— No lo haces princesa, así que ven. — Extiendo mi mano, la toma y caminamos hacia el interior del local.

La veo observar los cuadros qué hay en las paredes con una leve sonrisa en sus labios, llegamos a una mesa y nos acomodamos.

— Bienvenidos... — Habla el camarero, la veo mira detenidamente la carta, para cerrarla y ver al camarero dice su elección y me miran a mi.

— Ya iré por una bebida. — El asiente y se va, Amaris me mira sorprendida.

— No tenias hambre? Dijiste que no tanto pero tal ves.

— Piqué algo de camino a la academia. — Sonríe y miro nuestro alrededor, llega  la comida.

— Gracias, seguro que no quieres? Esta exquisito. — Niego, sonrió por lo obstinada que es, come tranquila sin importarle los demás, me levanto y voy por una bebida, regreso en seguida y me la bebo despacio. — Así que en qué puedo ayudarte con tus problemas?.

— No es necesario. — Digo serio dejando el vaso en la mesa, acomodo mis guantes.

— Como digas. — Dice dudosa, termina y nos levantamos para pagar la cuenta.

Me le adelanto y salgo con una sonrisa.

— No digas nada princesa. — Se sonroja un poco, evita mi mirada.

— Tengo boca para hablar princeso hablaré cuando quiera, ademas y-yo podía pagarlo. — Afirma nerviosa moviendo sus dedos, comienza a hacer frío, me quito la chaqueta y la pongo en sus hombros. — Gracias princeso. — Ríe al decirlo al ver una mueca que hice.

— Es hora de irnos, sube. — Lo hace luego de ponerse la chaqueta quedando cómoda, conduzco rápido, sus manos se enlazan en mi cuerpo, pasamos el puente, las luces de la ciudad se reflejan en el agua, Amaris alza sus brazos y grita contenta, su cabello se revuelca simplemente es hermosa.

Siempre Te AmaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora