Quiero volver al pueblo para jugar y reír con mis hermanos, trabajar en la tienda junto a Mamá Yui aunque me regañe por no hacer las cosas bien, tener cercas a Mamá Moa, aun si eso le incomoda. Quiero estar con Eri y platicarle las maravillas de la ciudad mientras bebo un delicioso chocolate que ha preparado para mí con anterioridad y también ¿por qué no?, consentirle tanto como ella ami. En verdad quiero volver para hacer eso y un tanto más, pero también quiero decirle a Sayaka que de vuelta en la primera oportunidad que tenga y vuelva a la hacienda.
-Podrías contarme alguna de tus locas historias o hablarme sobre cualquier tontería. -Dice la tía Sayaka - Tanto silencio de tu parte me pone de nervios.
-¿Por qué no solo subes el volumen de la radio? -Pregunto como si fuera lo más obvio del mundo.
-Vaya humor que te cargas el día de hoy.
No es mi intención ser grosera con la tía Sayaka, pero no tengo cabeza para nada más que el deseo de volver. Aparte él insistente dolor en mi pecho que surgió nada más vi la gran reja de la hacienda siendo cerrada con Rinon detrás de ella no ayuda en nada a mi estado de ánimo, pero supongo que es mejor empezar a ignorarlo porque aún falta mucho camino por recorrer y no quiero ser la causa de un mal viaje.
-Me gusta esa canción, ¿cuál es el nombre de la banda o es solista? -Preguntó, pero no obtengo respuesta alguna. - Sea quien sea tiene vocales muy teatrales y dramáticas, el bajo y la guitarra se escuchan geniales con esa distorsión y los sintetizadores están. . .
-Muy marcados.
-¡Exacto! -Bien, ya tengo su atención -La letra, el mensaje que da es como un. . .
-¿Mensaje de odio?
-Yo diría que es más como un grito de rebeldía, fuerza, ¿confianza?, si confianza y manipulación, pero creo que también es una. . .
-¿Revolución?, si eso es. - Sonríe contagiándome al instante.
-Conque sabes de música. - Río.
-Alguna vez fui joven querida sobrina.
-Hace siglos, ¿verdad? - Nuevamente río, más no le causa nada de gracia a mi tía - ¿To-Tocas algún instrumento?
-No llegue a tanto, pero si tú tienes la intención de hacerlo, conozco a alguien excelente en ello que puede enseñarte y quizás ¿por qué no?, convertirte en toda una estrella rock o del género que prefieras.
Vivir sin reglas ni condiciones como una estrella de rock suena más tentador que liderar una pesada y loca familia. ¡Quiero mi vida despreocupada de vuelta!
-Si no mal recuerdo en unos cinco o nueve kilómetros más veremos un motel, será nuestra última parada, así que trata de descansar lo más que puedas, sobre todo comer porque de ahí en adelante no te aseguro nada. . .
-La última vez recuerdo que comimos bien.
-Eso fue porque quería que Moa viajará con todas las comodidades posibles, en cambio tu sobrina, eres joven y podrás soportarlo. . .
-¿Insinúas que Mamá es vieja?
-Sabes muy bien que yo nunca. . .
-Mamá se molestará contigo cuando se lo diga.
-¡Oye espera yo no. . .
-¿Qué te parece de que a cambio de mi silencio tenga comidas decentes? Además, por un extra de dulces puedo hablarle de lo bien que cuidaste de mí.
-¿Te gustan las hamburguesas?
-Prefiero las pastas -Sonrió.
. . .
El viaje junto a la tía Sayaka resultó ser inesperadamente bueno, me enseño lugares que no tuve la oportunidad de ver la primera vez que salimos del pueblo, además me aseguro que en cuanto haya un momento libre en nuestras vidas volveremos a viajar a donde su lindo y asombroso auto nos lleve.-Siento como si hubiera pasado años fuera del pueblo. -Sonreí -¡Creo que amo este lugar!
-Caminemos hasta tu casa. -Ella desabrochó su cinturón junto con el mío. -Vamos, no te quedes ahí, ¿qué no extrañas a tu familia?
Mire confundida a Sayaka hasta que logre entender lo que quería.
-El lugar es sencillo y la única diversión de tu estilo que encontrarás será en la posada. -Le digo mientras ato mi cabello en una coleta.
-¿Hay una casa de apuestas ahí?
-No, no. . . Creí que eras como Suzuka, bueno no importa, dime que te gusta y así podre recomendarte algún sitio.
-La música porsupuesto y un buen vino no me va mal.
-No tengo idea si el vino de aquí es decente, te tocará averiguarlo. En cuanto a la música Mamá Moa da clases en el centro comunitario y por lo que he escuchado sus alumnos son buenos. . .Deberíamos ir. Sé que a ella le gustara tenernos ahí.
-Seguro, cuenta conmigo.
En un día normal la gente del pueblo está alegre y animada, pero ahora que me doy cuenta no hay nada más que silencio por las calles y eso solo puede significar una cosa.
-Esto es malo. -Las lágrimas se acumularon en mis ojos.
En el pueblo cada cosa importa, el malestar o pérdida de una persona, todo el pueblo se preocupa por ello, aun si en el pasado hubo problemas y es por eso que salí corriendo hacia mi casa donde esperaba ver con bien a mis Mamás y hermanos.
Tropecé varias veces en el camino debido a mi inútil condición física, pero aun así puedo decir que llegué en tiempo récord a casa. Las múltiples camionetas negras en la entrada y parte trasera de esta me impedían tener una clara visión de lo que pasaba dentro, pero las flores de Mamá Moa cortadas y puestas en cada ventana y puerta me daban una idea.
-Me diste un buen susto. -Casi rompo a llorar cuando Sayaka puso su mano sobre mi hombro. -¿Cumple años alguien?
-¡Siempre que hacía algo mal iban con el chisme a Mamá Yui, pero ahora ni siquiera vigilan si un extraño entro al pueblo!, ¡todo por un estúpido evento! ¡Son unos. . .
-¿Por qué no mejor en lugar de maldecir vas y te reúnes con tu familia? Pero antes mejora esa cara que pareces venir de un funeral.
-A eso pensé que venía. -Le digo limpiando mis lágrimas con la manga de mi sudadera.
-Es bueno saber que eres más sensible que mi hermana. -Sonríe.
Cuando logramos rodear las camionetas tuvimos una mejor vista de aquel evento y si bien no sabíamos que festejan no fue impedimento para disfrutar de el en especial de la dulce voz de Mamá Yui y de la guitarra de Mamá Moa. Ambas estaban tan perdidas en la otra que ni siquiera notaron nuestra presencia. Nadie en realidad.
-Deberíamos. . .
-No tía, déjalas.
-Pero. . .
-Es grandioso verlas tan contentas y llenas de paz. Solo mira a Mamá Moa, ella está tan feliz y mis hermanos no paran de reír. . .Todo al fin estará bien.
Las cicatrices e inseguridades que ella dejó y de las cuales Mamá inconscientemente me culpa, siempre me han dejado claro cuál es mi lugar y saberlo duele, pero ahora que tengo a Suzuka junto a sus hermanas en mis manos Mamá y yo podremos sanar para quizás algún día perdonar genuinamente como Mamá Yui nos ha enseñado.