CAPÍTULO 20

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Tras haber finalizado el pequeño concierto de mis Madres, el cual por cierto dejo a todos los presentes encantados y con ganas de más. Mi pequeño hermano Shin vino corriendo hacia donde me encontraba y llorando me suplico no volverlo a dejar. Sabía que nuestro reencuentro iba a ser emotivo y hasta cierto punto problemático debido a lo unidos que somos, pero lo que no imagine es que fuera aún peor con Ren y es que en cuanto lo tuve entre mis brazos no fui capaz de separarme de él.

-¡Tú y Ayaka dijeron que venceríamos a los malos juntos! -Me reclama Ren entre lágrimas.- ¡Son unas mentirosas!

-Perdón, perdóname y-yo no sabía que. . .no tenía idea. -El nudo en mi garganta me impidió continuar.

-Te extrañaron mucho, no hubo ni un solo día que no esperaran después de la escuela sentados en el porche el momento en el que como siempre hacías abrieras la pequeña puerta de la entrada y con una gran sonrisa los contagiaras de tu alegría.- Escuche a Mamá Yui detrás de mí, voltee y la mire a los ojos.- En realidad se volvió un hábito esperarte, pero ahora que al fin has vuelto podemos, en lugar de esperar, podemos jugar todos juntos hasta que tu Madre nos regañe por estar sin un abrigo o porque alguno ya se lastimó.- Mamá Yui no pudo retener más sus lágrimas.

-¿Ahora lo vez Hiori?, no necesitas buscar en otro lugar lo que ya tienes aquí, tampoco demostrar que eres digna de recibir el afecto de una persona que no vale la pena. Afortunadamente, tenemos a alguien como Mamá Yui que a pesar de no compartir lazos de sangre nos ama incondicionalmente.- Dice mi hermana besando mi frente.- Ni hablar de Mamá Moa que. . .

Que ahora ni siquiera es capaz de sostenerme la mirada.

-Es estúpido. . .

-Hiori. . .

-Lo es Ayaka, es estúpido que ni siquiera pueda mirarme solo porque llevo el mismo peinado que su ex. . .Pero a pesar de todo lo entiendo.- Deslizó la liga con la que anteriormente sostuve mi cabello, dejando que por si solo se acomode sobre mis hombros.- Sé que no es su culpa y tampoco es mia, es de Suzuka.

No intente acercarme a Mamá Moa, después de todo sé que cuando esté lista vendrá por cuenta propia a recibirme y con esa cálida y hermosa sonrisa que la caracteriza llenara mi ansioso corazón de tranquilidad.

-No imagine que mi hermana la hubiera lastimado al grado de temerle a lo único bueno que le ha dado.- Dice la tía Sayaka refiriéndose a mí. -.¿Estás bien? - Pregunta con preocupación.

-Lo estoy tía y deja de preocuparte que Mamá y yo vamos paso a paso. -Mi sonrisa crece al decir aquello y lo hace aún más cuando Mamá Moa sin miedo en su mirada ni temblores en su cuerpo corre a abrazarme y llenarme de besos diciendo sin dudar lo tanto que me ha extrañado y hecho falta, por su puesto un te amo hija fue dicho en el momento. -Te amo más Mamá.

Lo que me lastimaba y carcomía logro desvanecerse mientras estaba en los brazos de mi Mamá, con suerte esta noche podré dormir tranquila.

Más tarde.

Mientras los demás bailaban al compás de la música y comían la deliciosa comida preparada por Mamá Moa, yo me encontraba dentro de casa en los brazos de mi maravillosa y dulce Novia.

-Te extrañé. . . Te extrañé demasiado.- Me dice entre besos. -¿Tú me extrañaste o disfrutaste tanto de la compañía de la Señorita Hirai que ni siquiera te acodaste de mí? -Ríe.

-Tonta. - Río besando sus labios. -No tienes idea de cuanto me encantaría seguir contigo sobre mi regazo, pero si no paramos ahora no sé que pueda suceder.

-No me importa. . .

-Debería porque tus Padres y mis Mamás llevan rato mirando.

Eri se quita rápidamente de mi regazo y volteando hacia la puerta se encuentra con la mirada de su Padre.

-Solo veníamos a decirte que ya es hora de irnos. -Dice mi suegro seriamente mientras me lanza una mirada de odio puro.

-¿P-Puedo quedarme un poco más Papá? -Pregunta Eri avergonzada.

-No. -Contesta rápidamente. -Es tarde y creo que Hiori entenderá que no son horas para que una jovencita este fuera de casa.

-Bueno, si ese es el problema, deje que se quede esta noche conmigo, a mis Mamás no les molesta. - Sugiero despreocupadamente. - ¿Cierto Mamá Yui?

-Eri es bienvenida en nuestra casa siempre que quiera, pero pienso que hoy y por lo que hemos visto es mejor que se vean mañana cuando tengan la mente más despejada. -Dice Mamá Yui más como un regaño que comentario.

-Cariño llevan mucho sin verse, es normal que estén así de acarameladas. . .

-¿Acarameladas?, ¿acaso viste bien?, yo no llamaría. . .

-Si el que compartan la misma cama es el problema, Hiori puede dormir en donde los niños. Además deberíamos confiar en que nuestras hijas saben comportarse.

¡Gracias al cielo por darme una Mamá tan comprensiva!

-Entonces suegrito, ¿puede quedarse?

Mi suegro se acerca y con sus manos sobre mis hombros, me dice:

-Respétala y cuídala quieres.

-¡Con mi vida!

Los mayores rieron por mi comentario y nosotras solo nos miramos sabiendo lo que pasaría esta noche.

-Y bien, ¿qué te parece? - Le pregunto a mi novia mientras la abrazo por la espalda.

-Es muy tú. -Ríe - Aunque eso si no lo imagine. -Señala a Tomi que estaba justo en medio de la cama. - Al fin conozco al dicho oso que. . .

-Tomi. -Le corrijo. - Su nombre es Tomi.

-Hasta nombre tiene. - Risa- Muy bien Tomi. -Después de besar mi mejilla va hasta a donde Tomi y lo toma entre sus brazos. -¿Será que tendré que competir contigo por un lugar en la cama de mi novia?

-El es especial. -Digo segura. - Pero tú lo eres más y siempre tendrás un lugar en mi cama, en mi vida, pero sobre todo en mi corazón.

-Me encanta tu lado tierno. -Eri sin previo aviso me besa y con sus brazos sobre mi cuello se encarga de intensificarlo. -Tú y yo hemos estado tanto tiempo separadas que ahora estar así de juntas es un problema.

-Me haces sufrir tanto dulcesito.

Definitivamente esta noche dormiré como nunca.

Querida HioriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora