En la hacienda todo se encontraba igual, era como si todos estos años no hubieran pasado. El árbol de manzanas, las rosas de la abuela, incluso los animales se encontraban en su mismo sitio y por alguna extraña razón sentía que la hacienda era el lugar al que pertenecía, puede que sea así después de todo y aunque lo odie llevó la sangre de la familia Nakamoto.
-Si todo está como lo recuerdo, ¿los baños también lo estarán?- Le pregunto riendo a mi hermana
Ayaka no contesto, solo me miro con desaprobación y no la culpo porque no es momento para bromas. Me disculpé con ella por mis tonterías y seguí caminando a su lado hasta que en un determinado momento nos llevó a mis hermanos y a mi aun lugar apartado
-¿Qué sucede?, porque nos traes aquí. . .
-Hiori en ningún momento quiero que bajes la mirada ante esas personas, no te dejes intimidar ni permitas que te humillen y ustedes pequeños no confíen en ellos, esa gente no dudará en aprovecharse de ustedes. . .Sean fuertes por favor, háganlo principalmente por Mamá, ella nos necesitará ahora más que nunca y debemos protegerla, ¿tú lo entiendes verdad Hiori?
-Si, si lo entiendo y te prometo Ayaka que haré lo que sea necesario para cuidar de Mamá y de todos ustedes
-¡Nosotros también cuidaremos de Mami!
Convencidos y motivados por las palabras de nuestra hermana mayor, regresamos hasta donde nos esperaban nuestras Mamás, dispuestos a hacer lo que sea con tal de asegurar el bienestar de la familia.
En la puerta principal ya nos estaban esperando, se trataba de Himeka y su esposa Rina. A Rina no la recuerdo del todo, ya que nunca tuve mucho contacto con ella pero, en cambio, Himeka a ella vaya que la recuerdo, siempre me trato mal de niña y en cada oportunidad que tenía me asustaba diciendo que Suzuka me mandaría lejos de Mamá, cosa que no creía y se lo decía llorando, ya después supe que Suzuka si tenía esa intención, pero gracias al valor de Mamá no sucedió
-Claro, ahora que la vieja está a punto de morir es cuando por fin aparecen, ¿no crees que es una hipocresía de tu parte Moa?
-Himeka dile a tu mujer que guarde silencio, no quiero problemas
-No tienes derecho a pedir nada Sayaka, recuerda que ya no eres parte de esta familia, nadie de ustedes lo es, a menos Moa que hayas venido para hacer las pases con mi hermana
Himeka se estaba acercando demasiado, así que rápidamente y casi sincronizados mis hermanos y yo nos pusimos enfrente de Mamá
-Vaya por lo visto, vienés muy bien resguardada pequeña zorra
Ayaka río por el comentario de Himeka, soltó la mano de Ren y con una mirada retadora hacia ella le dijo:
-Discúlpate con mi Mamá
-Tú quien te crees para. . .
-¡Discúlpate o haré que lo hagas!
Himeka se estaba tomando a broma las palabras de mi hermana y eso enojaba aún más a Ayaka, pero sobre todo a mí así que antes de que mi hermana comprometiera su imagen fui yo la que reto a Himeka
-Serás muy parecida a Suzuka, pero te falta mucho para lograr intimidar tanto como ella
-Yo no busco intimidar, es más, no me gusta, soy una persona más bien pacifica a menos claro que lastimen a alguien que quiero como lo acabas de hacer con mi Madre, así que te pregunto ¿te disculparas?
-¿Disculparme? (Risa), nunca lo haría y menos con una perra como lo es tu Ma...
Himeka callo al piso mientras miraba asustada la sangre escurrir por su nariz
