CAPÍTULO 8

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No fue hasta que Mamá vio las luces de la ciudad que comenzó a asimilar el hecho de haber salido del pueblo y aunque creímos que tendría un ataque de pánico afortunadamente, solo le basto con tomar la mano de Mamá Yui para nuevamente llenarse de seguridad.

-Moa, cariño, podemos hacer una parada si no te sientes bien

-A-Ah, no, no es necesario

-¿Estás segura?, mira que. . .

-Gracias cariño, pero en verdad estoy bien

No cabe duda que dejar entrar a Yui en su vida y corazón fue la mejor decisión que Mamá haya hecho en su vida.

-Saben ahora que estamos en la ciudad, podríamos tomarnos un tiempo para que ustedes dos por fin se casen como es debido, ¿quieren hacerlo por la iglesia, civil o por ambas?, bueno cuál sea la opción, me apunto para ser dama de honor

-¡Y nosotros llevaremos el vestido de Mamá!

-Gran idea Ren y hasta puede que Ayaka. . .

-Antes debo divorciarme Hiori

-¿Divorciarte?, pero ella se ha casado infinidad de veces, no creo que haya problema con que tú también lo hagas

-Si yo me caso con Yui es porque ya soy libre de ella

-¿Qué no lo eres ya?

-Pulguita, créeme que yo soy la más interesada en casarme con su Mamá, pero antes hay que hacer un montón de cosas

-Dices eso cuando ya hasta han tenido hijos

-S-Si bueno eso. . .

-Lo sé, lo sé, la calentura les ganó, pero bueno de todos modos es solo un papel y su juramento de amor en el granero tampoco estuvo mal, aunque al menos hubieran sacado a los animales (Risa)

Aquel juramento de amor lo sentí como una victoria hacia todo lo malo que le había pasado a Mamá y ni se diga de la llegada de mis hermanos, ellos fueron la prueba de que Mamá por fin tendría lo que de niña anhelaba tanto, el calor y amor de una familia

. . .

Después de algunas horas llegamos a nuestro destino, una hermosa, pero sobre todo lujosa habitación de hotel o como mi hermana le llama Suite.

-Hace tanto que no miraba algo tan elegante, sí que te das la gran vida- Le digo a mi hermana

-Ni creas, la mayor parte del día la paso durmiendo en un sillón de la agencia

-Debe ser duro, ¿no?, trabajar por horas para ganar dinero que ni siquiera puedes disfrutar porque justamente el trabajo te lo impide, ¿has pensado en dejarlo?

-Si, pero de una u otra forma siempre termino aceptando un nuevo proyecto (Risa), ¿tú ya sabes que es lo que quieres para tu vida?

-Aún no estoy segura, pero supongo que estudiaré lo mismo que Mamá Yui

-¿Y qué tal si no te gusta?

-Estoy segura de que no me gustará, pero Mamá Moa quiere un título de mi parte

-Eso lo entiendo, pero hay muchas carreras, podrías encontrar algo que en verdad te guste

-El problema es que ni siquiera tengo idea de que es lo que me gusta, créeme que si por mí fuera me quedaría por siempre en el pueblo, después de todo no hay nada bueno en la ciudad

Mi hermana más que nadie comprende lo que siento con respecto a la ciudad y afortunadamente respeto mi pequeño deseo egoísta e inmaduro

-Tal vez cuando todo esto de la familia Nakamoto termine pueda ayudarte a buscar algo que en verdad te guste, ya sea aquí en la ciudad o en el pueblo

-Me agrada la idea y hasta podemos ayudar a Eri

-¿Cómo va tu relación con esa chica?

-Hasta ahora bien, tuvimos un malentendido antes de venir aquí, pero lo solucionamos. . . Sabes en verdad me agrada estar con ella y creo que esto que siento cada vez se hace más fuerte, tal vez ella y yo seamos como nuestras Mamás

-¿Cómo nuestras Mamás?

-Si ya sabes la una para la otra

-Hiori, yo creo que te estás. . .

-¡Ustedes dos ya duerman!, no quiero batallar en la mañana, recuerden que tenemos que salir antes de que salga el sol

Mama Yui y su afán por ser siempre puntual.

* * *

Al día siguiente y justo después de un regaño por parte de Mamá Yui partimos hacia la hacienda de la abuela. Sayaka nos aseguró que Suzuka no estaría ahí, por lo que podríamos hablar con la abuela sin tener que toparnos con ella, sin embargo, advirtió que Himeka no tardaría en llamar a la menor de las hermanas.

Una parte de mi espera que Suzuka ya no se interese por nosotras y ni siquiera se tome la molestia de ir a la hacienda, pero no puedo negar que quiero verla aunque sea de lejos quiero hacerlo y si es posible decirle que a pesar de todo he logrado perdonarla porque como dice Mamá Yui "Para vivir bien debes aprender a perdonar".

-Ya falta poco- Nos dice Sayaka- Háganme saber si algo les molesta

-Por favor, no te separes de nosotros Sayaka- Le dice Mamá Moa- E-Es seguro que no seamos bien recibidas y yo no sabría qué hacer con. . .

-Te prometo Moa que estaré ahí siempre que lo necesites

Por lo que me contó Mamá en el tiempo que vivimos en la hacienda, Sayaka se había convertido en una gran amiga para ella, era la única que la tomaba en cuenta y procuraba en aquel entonces y me da gusto que ahora sea igual, pero por lo que veo a Mamá Yui no le da tanta gracia que alguien más trate de ocupar su lugar como protectora

-Estoy segura de que tú eres más que capaz de cuidar de Mamá Moa y de mis hermanos, pero ten en cuenta que un poco de ayuda nunca está de más- Le digo a Mamá Yui

-¿Tanto se nota mi molestia? (Risa)

-Yo diría que no es molestia, sino celos, ¿me equivoco?

-No, pero es culpa de la costumbre de ser siempre ella y yo, siento como si me estuvieran robando a mi mejor amiga

-Si Mamá te escuchara, estoy segura de que te mandaría a dormir al sofá por decirle amiga y no esposa (Risa)

-Espero pronto poder juntar para un anillo decente. . .

-¡Entonces si piensan casarse!

-Desde que dijiste aquello no he parado de pensar en esa posibilidad y si ella toma la iniciativa de pedir el divorcio yo sabré que tengo una oportunidad

Mama Yui siempre ha tenido tal oportunidad y si no lo ha hecho aún creo que es por el miedo que Mamá Moa le tiene al matrimonio pues cree que si se casan Yui terminara haciendo lo mismo que Suzuka, pero estoy segura de que eso jamás pasará porque Yui es incapaz de provocarle algún tipo de daño a Mamá.

-Hemos llegado- Nos dice Sayaka- Alguien más se encargará de llevar su equipaje, así que pueden dejarlo en la camioneta y Hiori, por favor, se educaba.

Querida HioriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora