En mi cabeza vivía una imagen de Suzuka tan distinguida y elegante, siempre superior a todos los que la rodeaban, sin embargo, ahora que la he visto en su peor estado, aquella imagen tan idealizada se fue desvaneciendo hasta el punto en que solo puedo sentir pena y vergüenza hacia ella.
-Imagine que estarías aquí pulguita. - Me dice Mamá sentándose en el suelo del establo justo a mi lado. Escuchar su voz después de aquel trago amargo dentro de la casa principal me brinda la tranquilidad y calma que llevaba rato buscando. - ¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
Me quedo callada por un momento solo pensando en que podría pedirle, se me ocurren varias cosas, pero antes de mí está el bienestar de Mamá y quiero que ella este a su lado porque es la única capaz de cuidarla y ayudarla en estos momentos.
-Gracias, pero deberías estar con Mamá, todo esto debe estar afectándola y no quiero que. . .
-En realidad ella está perfectamente bien y en todo caso tu hermana es quien la acompaña
Al sentir la mano de Mamá sobre mi hombro me doy cuenta de sus verdaderas intenciones y antes de que empiece con un nuevo discurso me levanto ofreciéndole ayuda para hacer lo mismo. Le toma solo unos segundos sujetar mi mano. Cuando está por fin de pie y sin hacerme tanto daño, jala una de mis orejas.
-¿Cuándo será el día en el que dejes mis orejitas en paz?.- Le pregunto riendo, a lo que ella rápidamente responde:
-Cuando dejes de intentar lidiar sola con los problemas que están fuera de tu alcance.
Siempre preocupándose por mí, aunque yo no lo quiera, cómplice cuando lo necesito, estricta solamente en el momento necesario, cariñosa hasta empalagar, torpe y descuidada, siempre que le toca estar a cargo, atrevida y arriesgada cuando de su familia se trata. Hice bien en no esperar nada de Suzuka. Tampoco es que la necesite teniendo a Yui como Madre.
-Hey.- Trato de llamar la atención de Mamá, cuando la tengo soy sincera y le digo muy a mi manera lo tanto que la amo y lo agradecida que estoy con ella.- Que. . . ¿Qué te gustaría cenar?
-Mm, no sé cualquier cosa que no sea la insípida comida de aquí estaría bien, espera, ¿cocinaras para mí?
-E-En realidad será para todos
-Pero me preguntas que es lo que yo quiero. . .
-Si bueno, quiero tener diferentes. . .¡Al demonio!, si es para ti, así que dime que es lo que te gustaría cenar antes de que me arrepienta
Esta vez no hubo un jalón de orejas por parte de Mamá, sino un gran abrazo, el cual por supuesto fue correspondido con la misma intensidad que fue dado.
-Hace mucho no cocinabas para alguien más que no fuera esa chica, ¡será una gran cena!
-Eri Mamá, mi novia se llama Eri
-Aja ella.
Después de bromear un poco y convencer a Mamá de aceptar a Eri como su nuera, salimos a caminar por los alrededores de la hacienda, dándonos cuenta de que con la llegada de Suzuka probablemente todo cambiaría. Ahora sería ella quien tendría el control de todo y por ende la única capaz de dar órdenes, no es que yo anhelara hacer eso, pero entre ella y Himeka preferiría lidiar con esta última.
-Serán días muy difíciles. - Dice Mamá mirando hacia la ventana que daba a la habitación que compartíamos
-No hay nada de qué preocuparse, mientras estemos juntos todo estará bien, ¿cierto Mamá?
-Así es mi pulguita.
Desde que tengo memoria siempre he confiado en Yui, he creído ciegamente en cada palabra que sale de su boca, pero esta vez no puedo hacerlo y lo peor es que no se él por qué. Justo ahora ella parece ser una persona totalmente diferente a la que conozco. En verdad rezo para que esta sensación de desconfianza hacia ella desaparezca y pronto.
. . .
Según Mamá Moa, la mejor parte de cocinar es cuando vez las caras de satisfacción de las personas al probar tu comida y aunque pienso que tiene razón, yo le agregaría también el hecho de ver a los que amas reunidos en un solo lugar.
-¿Ya podemos cenar?, muero de hambre.- Pregunta Ayaka, llevando un gran trozo de pan a su boca
-¡Espera!, tienes una dieta que cuidar y aparte nuestras Mamás aún no están en la mesa- Le digo quitándole el pedazo de pan
-Pero Hiori, están tardando mucho. . .
-Yo igual tengo hambre Hiori y Shin también ¿verdad?
-Si, ¡mucha!
Era cierto, ya habíamos esperado lo suficiente, pero aun así yo quería que fuera Mamá Yui quien diera el primer bocado después de todo esta cena fue preparada especialmente para ella
-Iré por ellas, pero por favor esperen un poco. . .
-¡Más vale que te des prisa si no quieres que empiece por la mano de tu querido Shin!.
Río por el comentario de mi hermana y me dirijo rápidamente a la habitación donde mis Madres se encontraban, suplicando por no encontrarme con Suzuka en el camino porque de ser así tendría que tragarme mi orgullo y disculparme con ella por haberla ofendido delante de toda la familia.
-E-Es, es un barón. - No pude evitar emocionarme al escuchar a Mamá Moa decir eso. La sola idea de tener un nuevo hermanito me llenaba de alegría.
-¿Esta segura Moa?, puede que sea un error.- Mamá Yui no se escuchaba tan contenta con la noticia, al contrario parecía como si odiara la idea de que Mamá estuviera esperando un bebé.
-Me lo dijo su esposa y Aiko lo confirmó. . .Suzuka por fin reúne todo lo necesario para convertirse en la líder de la familia
-Prepararé todo para irnos al extranjero. . .
-Hiori aún es menor de edad, si salimos del país nos pedirán el consentimiento de Suzuka
-Entonces buscaré alternativas, igual como hizo Seira. . .
-No pienso exponer a los niños a tal riesgo Yui
-Seira pudo. . .
-Seira tuvo suerte
Pensé en dejar de esconderme y preguntarles directamente acerca de lo que hablaban, pero conociéndolas no me dirán nada más allá de lo que ya he escuchado.
-Tal vez Corea. . .
-Olvídalo Yui, esta vez no pienso huir
-Pero Moa. . .
-Tu misma lo has dicho, nosotras no hicimos nada malo, no tenemos que seguir viviendo así.
Me alegra escuchar que Mamá está cumpliendo la promesa que le hizo a mi hermanito Senri, pero aun así sé que su voluntad no es ni será suficiente para ir en contra de Suzuka.
-No sé cómo Moa, pero te juro que haré todo lo que esté en mis manos para protegerte a ti y a nuestros hijos. . .
-Por favor no hagas eso Yui
-A que te. . .
-Juntas, recuérdalo siempre, juntas afrontaremos lo que venga más adelante, sea bueno o malo no importa, pero hagámoslo juntas.
Con eso dicho me queda más que claro que mis Madres buscarán la manera de alejarnos de todo aquello que pueda afectarnos "por nuestro bien" pero lo que ellas no tienen en cuenta es que terminaran provocándose un daño irreversible y tampoco es que pueda confiar en que me dirán la verdad si empiezo a preguntar. Esta vez no puedo depender solo de ellas, tengo que ser tan fuerte y valiente como Mamá lo fue aquella noche en la que me llevo con ella a una mejor vida, pero antes tengo que entender que es lo que está pasando y para ello debo acudir con la única persona que sé me dirá la verdad sin rodeos ni tapujos.
-Abuela. . .¿Qué es eso del hijo barón?
-Creí. . . Creí que nunca preguntarías por ello, ven y siéntate a mi lado.
Hay ocasiones en las que sin darnos cuenta nos convertimos en un instrumento o herramienta para alguien superior. Crees tener el control de tus pensamientos y acciones, pero en el fondo no eres más que una marioneta con los hilos ligeramente sueltos, sin embargo, llegará el día en el que aquellos hilos sean estirados y controlen cada fracción de ti convirtiéndote en aquello que jurabas odiar.