C A P I T U L O 6

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Lo que sea que me está pasando no me había sucedido antes.

No sé si las pocas ganas de regresar a ese lugar: sucio, oscuro, frio, solitario y silencioso que ahora es mi casa hablan por mí, pero creo que es la persona con quien más he disfrutado pasar mi tiempo, la hora que pasé con ella se sintió demasiado corta para mi gusto. Siempre era lo contrario, las personas hacían que unos pocos minutos de su presencia se sintieran como horas, eso era todo lo que tenía, pensé que no había alguien que enserio me agradara tener cerca, pero como no me gusta estar solo, me había conformado con la compañía de cualquiera. Ahora sé que eso no era lo correcto, en realidad siempre lo supe, pero me cansé, ya no... no más, no quiero sentirme mal por la ausencia de alguien a quien nunca me agradó tener cerca en primer lugar. Ya no quiero conformarme con compañías mediocres y conversaciones vacías, mi ser también necesita cuidado en sus partes no físicas.

***

Una semana.

Dos semanas.

No puedo evitar pensar que algo malo le ha pasado, intento distraer mi mente de ese pensamiento diciéndome que su nuevo trabajo la mantiene ocupada, luego otro pensamiento intrusivo, trabajo que no habría aceptado de haber tenido su celular.

Tanto tiempo a solas me está volviendo loco, no creo haber perdido antes el control de mi mente como ahora. Hasta entrenar se me hace algo aburrido y odio eso, detesto el hecho de que poco a poco estoy permitiendo que me abandone ese algo que a fuerzas me mantiene a pie, lo único que le da un sentido a mi vida.

Hace unos días fui a mi antigua casa para recuperar algo de ropa... La encontré en la basura, me sorprende que no la hayan botado antes, pero me asombra más y no logro entender porque esperaron tres años para hacerlo. ¿Estaban esperando a que regrese?, ¿qué habría pasado si regresaba? ¿alguna vez me vieron como un hijo? ¿se arrepentirán algún día de haberme dejado a un lado? Es más seguro que se hayan arrepentido de haberme escogido como hijo. ¿Qué tan mala sería mi vida si no me hubiera ido de esa casa? Me dije que no me arrepentiría de esa decisión, pero, lo hago, me arrepiento, no me gusta la vida que estoy teniendo, esto no es lo que imaginé que pasaría.

Quería competir con otros luchadores, quería hacer una vida de eso, pensé que con mi talento lo haría, pero el mundo no funciona como suponía, ese mundo que tanto admiraba era mucho más violento de lo que creí.

Odio admitirlo, pero tenían razón "hallarás tu perdición".

***

Hoy la vi... La vi bajarse de un lujoso auto, en la que creo era su casa. Entró por una puerta pequeña entre dos muros que hacían un cerramiento, más allá arboles bastante altos y densos que no permitían ver lo que había tras ellos. Me atrevo a decir que es su casa porque estaba en la ruta por la que pasa el bus en el que suele irse.

Bien... ahora sé dónde vive, pero ¿Qué más? No voy a golpear su puerta y tampoco voy a entrar a escondidas ¿Qué se supone que haga con esa información? ¿Voy a verla? ¿Estudio su rutina para fingir encontrarla por casualidad? Pues no, no soy un acosador, si la tengo cerca otra vez, que sea por casualidad real.

***

Cuatro semanas.

Ha pasado un mes y no la he vuelto a ver y ya perdí las esperanzas, me he quedado sin dinero para ir al gimnasio y esa era la única escusa sana que tenía para que se crucen nuestros caminos. ¿Por qué me afecta tanto? Apenas conozco su nombre... pero es la persona con quien más cómodo me he sentido en mis veinticuatro años.

LOVE & LIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora