I N T R O D U C C I O N

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Si hace una año me hubieran dicho que sería como soy ahora hubiera creído que esa persona tenía algo malo en su cerebro.

¿Por qué? Pues varios años de mi existencia (la mayoría de ellos) no creía que mi nacimiento haya sido algo especial, útil o necesario. Quería ser una belleza que el mundo jamás haya visto, deseaba tener algún talento artístico o un gran coeficiente intelectual, pensaba que solo así merecería vivir.

Sigo siendo una persona "común", un ser humano cuya existencia no va a dejar mucho impacto en la historia de la humanidad, y eso era algo que odiaba, no me agradaba el hecho de no ser especial, detestaba no ser como las personas de las redes sociales o la televisión, solía compararme y me culpaba por no ser como ellas. Esta situación llegó a un punto crítico ya que también me comparaba con personas que no tenían lugar en la realidad material: personajes de libros, anime, manga y caricaturas... Si mi autoestima estaba jodida.

Solía creer que el tipo de vida mostrada en los medios era la única que podía ser significativa y útil. Pensaba que al ser así sería feliz, pero ¡¿quién es feliz cuando mide su valor con la regla de alguien más?!, ¿quién es feliz odiándose a sí mismo y desesperadamente tratar de ser alguien más?, ¿quién es feliz queriendo ser alguien que no existe? Pues sí, todo lo que veía en la televisión y redes sociales, las personas y personajes que quería ser, no eran, no son, ni serán reales.

Bueno... solo tardé diecinueve años en darme cuenta de eso.

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