C A P I T U L O 26

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Leo se quedó extraño después de haber visto aquel video y no fui la única que lo notó ya que León me pregunta en nuestro idioma que le pasa, le digo que no se.

—¿Qué te pasa? —le pregunta León directamente a Leo.

—Me parezco a tu papá.

—¿Eso es malo?

—Fue un asesino, León.

—Tú no eres...

—Pero soy idéntico a él, es como si fuera él.

—No eres él —digo —Solo te pareces físicamente... creo ya que no me dejaste ver el video.

—¿Quieres ver como matan a tu mamá?

—...No, pero... ¿podrías mostrarme como se ve tu papá? ... Y mi mamá también.

—Espera.

Se sientan en la meza del comedor mientras yo los espero en la sala, al observar la rección de León con el video sé que es algo que no es fácil de ver. Después de unos minutos se sientan a mis lados, Leo me muestra una captura de pantalla en su teléfono, es su papá y si se parece, pero a la vez son totalmente diferentes.

—Da miedo —digo.

—Con lo que está haciendo si no te da miedo...

—Tu mamá —me dice Leo interrumpiendo a su hermano, me muestra la siguiente captura.

La veo por unos segundos, luego esquivo con un movimiento brusco el celular haciendo que se caiga. Hay ciertas cosas que siento se parece a mí, pero parece que sufre, está muy flaca y sus ojos aunque no se ven bien demuestran miedo...

—Camila dijo que deberíamos volvernos hacer la prueba en una clínica especializada. Se que hay familiares que no se parecen, pero no tengo nada en común con ustedes.

Por lo poco que pude ver, mi mamá tenía el cabello lacio y oscuro, su piel era bastante clara o no sé si solo estaba palida... El papá de Leo y León tiene el cabello un poco ondulado y de un color oscuro, su piel es de color claro. Yo por el contrario tengo el cabello rizado y castaño, mi color de piel es bronceado. Leo y León son más claros en comparación a mí, el cabello de León es entre rubio y castaño como el de su mamá y el de Leo como el de su papá, entonces ¿A quién me parezco?

***

Fuimos a una clínica especializada, los resultaros tardaron cuatro días, me parecieron infinitos esos pocos días de espera.

Le quito los papeles al bromista de León antes de que los abra para hacerlo yo, la espera me está volviendo loca y no quiero aguantar sus jueguitos.

Esta vez son solo dos sobres y no tres como la anterior ya que en la clínica si nos entendieron que necesitábamos comprobar si yo era hermana de ellos y no como la anterior vez en el hospital que deliberadamente comprobaron si entre ellos eran hermanos, lo que creemos confundió los resultados.

Veo los papeles y no creo que un cero y uno por ciento nos relacione sanguíneamente.

—Y pensar que casi me mato por esto —digo.

—¿No somos hermanos? —pregunta Leo.

—No... creo —le digo.

Me quita los papeles, me abraza luego me sujeta del mentón alzando mi cara y junta sus labios a los míos. Le empujo.

—¿Qué haces idiota?

—Lo que hace mucho quería y creí que sería imposible.

—No estás seguro si los datos son correctos esta vez.

LOVE & LIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora