Todavía sigue ahí

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Pasaron cuatro meses desde que estamos en una mansión.

Admito que en un principio me fue difícil asimilar los hechos, pero estos día he decidido dejarlo.

Puede que esté en una novela omegaverse. Al final, solo tenía el nombre de una ciudad y un género para especular.

Prefirió hacer su vida de manera tranquila y disfrutar de los lujos que ahora tenía a su disposición. También ayudar a Haneul a mejorar su vida, era su padre después de todo.
Serían Haneul y él contra el mundo. Para al fin vivir pacíficamente.

Si bien, no sabía cómo estaban las cosas en esa familia, pudo conseguir información.

Haneul era en definitiva el primer esposo del alfa de esa familia dándole el derecho de ser la luna encargada de la administración de los recursos tanto monetarios cómo primarios que manejaba la familia. Tambien se supone que se encarga del cuidado de los miembros de la propia familia.

En los días transcurridos a visto como Haneul tomaba responsabilidades poco a poco. Aparentemente, al principio se le negó tal derecho, sin embargo, Haneul no se quedó de brazos cruzado y fue directo a ver al alfa.

<<En definitiva recuerdo ese día>>

Haneul salió por la tarde dejándolo al cuidado de Rebeca. Se veía muy nervioso, incluso parecía que iba hacia una muerte segura. Pero gracias a los ánimos de Rebeca este salió con mas valentía.

Regreso un poco tarde en la noche y apenas entro a la habitación cayo de rodilla con una expresión incrédula y lagrimas en sus ojos que miraban hacia la nada. Lo que salió de su boca fueron dos palabras.

- L-lo logré.

Rebeca, ya a su lado preocupada y conmigo en brazos no entendió. Poco después de un silencio siguió diciendo.

- Logré que me d-diera algunos derecho de administ-tracion- dijo viendo a su querida amiga.

Rebeca rápidamente se alegro y salto por todo el lugar. Pero poco después fue directo a ayudar a Haneul a levantarse. No sabemos que sucedió exactamente pero parece que eso abrió las puertas a que tomara responsabilidades.

Desde entonces, mi querido progenitor se encontraba en las mañanas en un escritorio, comigo a su lado, en la cuna, claro está.

Le doy ánimos para después enfocarme en mi avance personal. Hoy por ejemplo, ya me di vuelta dos veces, fue difícil pero logré hacerlo.

- Oh, otra vez te estás boca abajo- dijo el Omega sorprendido- tu avance va más rápido, estoy tan orgulloso.

<<No es para tanto, si por mi fuera ya caminaría pero la coordinación motriz es mas difícil cuando eres un bebé>>

Haneul dejo los papeles que estaba revisando y camino hacia mi, poco después ya estaba en sus brazos.

- Creo que ya podemos salir de aquí, vamos al cuarto, mi pequeño cachorro- dijo dirigiéndose a la puerta.

Ah, cierto, todavía no tengo nombre. Estas semanas no me han dicho por un nombre en específico. Haneul siempre me llama pequeño cachorro, amor, mi niño, entre otros.

<<Igual no me molestas>>

Ahora se dirigen al dormitorio donde se quedaba con Haneul. Desde que llegaron solo nos movemos de una habitación a otra. Las mañanas en la oficina y en la tarde-noche en el dormitorio.

Salir no le era permitido todavía. Según Rebeca, era una medida preventiva para evitar algún padecimiento. Tampoco puedo ver el exterior porque las ventanas de la habitación siempre están cerrada.

No puedo ser yo | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora