Incansable; Intenabo

21; valor

Sinopsis: nuestro dúo vive su primer día en Minecraft Extremo.

O Auron recordando lo importante que es Reborn.

》Kiwiborn.

》Soft.

》Basado en el primer capítulo de Minecraft Extremo.

Exhaustos y perdidos, Auron, Biyin y Focus deambulan por el denso bosque que les rodea. Han perdido a dos de sus compañeros y su falta de alimento se les hace alarmante. Aún queda día por delante, pero la tensión se escapa en olas del cuerpo del castaño.

—¿Dónde coño están? —gruñe. Se ha tropezado varias veces con las raíces de varios árboles y la preocupación constante por mantenerse con vida le hace estar aún más irritable—. Lo he dicho un millón de veces, ¡tenemos que mantenernos juntos!

—Esperemos aquí, saben dónde estábamos, no tardarán en volver —es la rubia quien intenta calmar la tensión del ambiente—. Vamos a seguir buscando comida.

—El problema es que esta zona ya está pelada, no hay ni un alma —refunfuña—. Deberíamos explorar y alejarnos de aquí.

Esta vez, nadie intenta deshacer sus dudas ni su enfado.

Su ira gorgotea, pero aún más su preocupación. Ibai tan solo hace un cuarto de hora que no lo ven, pero llevan más de media hora sin saber de Reborn. Entonces sí, es normal su desesperación.

Varios minutos más tarde, el moreno aparece en su espalda con un saludo rápido y su corazón salta; su malhumor y preocupación desaparecen al instante.

—¡Ribwrn! —llama—. I need you.

El mencionado se gira a verle, otorgándole su plena atención y el mayor se contiene para no saltar y abrazarle.

《 Que hijo de puta, me ha tenido preocupadísimo y viene como si nada 》, piensa. No se atreve a decirlo, porque no es su lugar el exigirle nada y dos de su equipo les miran expectantes.

Se traga su ansiedad y habla:

—No nos queda comida, ¿qué hacemos?

Entonces se reparten y cada uno hace una tarea; recolectar materiales, buscan comida... Entre tanto, Auron consigue minar lo suficiente para obtener diamantes y con total orgullo se reúne en la pequeña base que han creado de manera provisional.

—Esos guárdatelos —le aconseja Focus cuando el castaño le informa sobre los resultados de su explotación.

—Sí, solo me he hecho una espada de diamante para defenderme.

Entonces ve a Reborn por el rabillo de su ojo.

—¡Oye! —con dos zancadas se acerca al menos mientras este trabaja con el horno.

Se gira a verle sin dejar de prestar atención a lo que está haciendo y le regala una suave sonrisa como saludo.

—Pillaremos más diamanete... Me interesa mucho que tú tengas esto, Ribwrn —informa mientras sus manos se mueven agilmente sobre la mesa de crafteo para fabricar una espada de diamantes.

El contrario alza una ceja.

—Eres esencial —le extiende el arma.

—Eh... —el mayor puede apreciar como la punta de las orejas del hombre frente a él toman un tono rosado—. ¿Vale? La pillo yo...

Con un silencio cómodo, ambos se encargan de sus respectivos quehaceres junto al otro y escuchándo la suave conversación de Biyin y Focus a sus espaldas.

Estaba preocupado, por decir lo menos. Siente la tensión constante de estar viviendo en un mundo apocalíptico donde muchos otros como ellos los matarían sin parpadear. Sin embargo, en esos minutos donde su equipo se mantiene tranquilo y protegido en uno de los campamentos que han creado, su ansiedad disminuye.

Mirando hacia su lado, le ve a él. Tranquilo, siempre sereno y con ese aire de seguridad y fuerza que le hace sentir que todo estará bien pese a todo los malo que estará por venir.

El moreno parece percatarse de la mirada del contrario y levanta la vista de la mesa frente a él.

—¿Está todo bien? —la preocupación genuina se filtra en su tono de voz.

—Sí —sonríe y asiente con la cabeza mientras toca su cabello—. Estaba preocupado, pero ahora estoy seguro de que estaremos bien.

Se sonríen.

Entonces el menor da un paso atrás y coge con fuerza el arma que anteriormente le ha regalado.

—Me voy.

Auron aparta la mirada y muerde su labio inferior, queriendo decirle una infinidad de cosas pero reprimiendo todas ellas.

—Oye —su voz grave habitual parece suavizarse varios tonos cuando le llama—. Auron, volveré enseguida, no te preocupes.

El mayor asiente.

—Lo sé, viejo —sonríe—. Eres el más capaz del grupo.

Reborn pone los ojos en blanco y en un movimiento rápido y limpio rodea con sus brazos el cuerpo del más bajito.

—Tened cuidado —murmura lo suficiente bajo para no ser escuchado por nadie más que el hombre al que atesora.

—Por favor, regresa.

Durante unos segundos se mantienen ahí, juntos. Olvidando lo aterrador del mundo y valorando más que nada la vida del otro.

Sin embargo, la magia del ambiente cae y el menor se aleja hasta darle la espalda. Tan solo puede observar como se aleja con lentitud; rodeado de seguridad y fuerza, decidido a superar todo lo que conllevar salir de aquel lugar seguro y, sobretodo, volver.

Sí, estarán bien.

Deben.