Incansable; Intenabo

3; Viaje en el tiempo (1/2)

ESPECIAL CUMPLEAÑOS GUSTABO

Sinopsis: dónde Conway termina de alguna razón en una misma habitación junto a una copia suya y de Volkov más jóvenes. Sobreviene el caos.

》AU! Viaje en el tiempo.
》Intenabo.

Para ser sinceros, Conway había estado instigado a volver muchas veces a su condición de alcohólico en negación, no obstante ha soportado la tentación y tiene la certeza de no estar borracho en absoluto. Es decir, que por alguna razón el escenario frente suyo es totalmente real y dentro de los páramos de lo posible.

Con su rostro estoico e intentando no parecer una amenaza, levanta las manos. Las dos pistolas policíacas no flaquean e insisten en fijar su atención contra su cabeza.

—¿Quién coño eres tú, eh? —aquella voz, su maldita voz, le pregunta amenazante o al menos así sería para cualquier otro que no fuera el puto Jack Conway—. ¿No tienes lengua o qué, subnormal? Te voy a empapelar, capullo, esto es suplantación de identidad. Un delito muy grave.

El hombre mayor se deja caer sobre sus rodillas cuando su reflejo le empuja bruscamente hacia abajo. Deja escapar un gruñido en respuesta mientras le arrancan las armas que llevaba encima; ya no forma parte del cuerpo, pero eso no quiere decir que vaya desarmado. Sigue siendo un puto caramelito, siempre se le recordará como el superintendente y por lo tanto, siempre será alguien en el punto de mira de los mafiosos y psicópatas que guarden algún rencor hacia su persona.

—Yo tampoco sé qué está pasando, ¿de acuerdo? —se muerde la lengua para no dejar caer ninguna blasfemia que pueda hacer saltar a su yo más joven. Preferiría no darle motivos para meterle un balazo en alguna zona no vital.

—Claro que sí, y yo soy Michael Jackson, no te jode —se mofa descaradamente mientras llama a su compañero con una mano—. Llama a los subinspectores.

Con un asentimiento, Volkov se aleja.

—Bien, vale, entiendo esta hostilidad. Yo también estaría igual —sus miradas se encuentran—. Pero seamos realistas, ¿desde cuando una suplantación de identidad sale perfecta?

El menor levanta una ceja inquisitiva.

—¿Perfecta? Estoy viejo, pero no tanto. Así que te perfecta nada, gilipollas.

Pone sus ojos en blanco y se toma un segundo para respirar.

—Bueno, sí, soy más viejo. Exactamente siete años más viejo, ¿qué te parece?

—¿Qué intentas decirme?

—¿Qué crees que intento decirte?

Durante un periodo de tiempo demasiado largo, se observan, hasta que se ven interrumpidos por la aparición de los dos subinspectores que el Jack Conway mayor conoce muy bien, Fred y Dan.

—Oye, Papu, ¿nos llamabas? —pese al pasamontañas, el Conway arrodillado puede imaginar su sonrisa socarrona. Y junto a su repentina aparición, observa como el superintendente más joven toma una postura tensa.

Sus voces se ven apaciguadas cuando un joven Dan se interpone en la vista y procede a invadir todo su campo de visión. Los iris heterocromáticos le escanean y una suave sonrisa se dibuja en su rostro al ver el brillo característicos en la mirada del menor. Su corazón revolotea en alegría.