Sin gloria [TRADUCCIÓN]

Confusión

Cuando los ojos de Harry se abrieron perezosamente por primera vez, no estaba seguro de si estaba realmente despierto o no. Se sentía cálido y pesado, y el suave pulso de luz que caía en cascada por todo su cuerpo era suficiente para sentirse como si estuviera en un sueño. Pero cuando abrió los ojos más completamente, permitiendo que su visión se enfocara, supo que este era el mundo de la vigilia.

Voldemort, sin embargo, estaba muy dormido.

La magia del Señor Oscuro latía levemente, un suave movimiento de ida y vuelta que le recordó a Harry un pulso lento y constante. Todavía tenía sus brazos envueltos alrededor de Harry posesivamente, pero sus extremidades estaban sueltas. Algo bueno también, o esta posición habría sido demasiado sofocante para el gusto de Harry. Tal como estaban las cosas, solo estaba atrapado en un abrazo suave, uno del que Harry estaba seguro de que podía liberarse si quería.

No pensó que eso sería sabio.

Moverse ahora significaría despertarlo, ¿y era algo a lo que quería arriesgarse? Voldemort casi nunca dormía; seguramente debería quedarse y dejarlo descansar todo el tiempo que pudiera? Un Voldemort bien descansado era sin duda mejor que la criatura privada de sueño que solía ser. Si se alejaba de él, ya no lo tocaba y, por lo tanto, probablemente terminaba con la luz que florecía entre ellos, Voldemort se despertaría. Harry era la única razón por la que había podido conciliar el sueño en primer lugar, estaba seguro.

Un interesante punto potencial de poder, pensó Harry. Si pudiera acostumbrar al Señor Oscuro y disfrutar de una buena noche de sueño ocasional, eso sería... útil.

Excepto que no era exactamente de noche, ¿verdad? Harry no estaba seguro de qué hora era, pero tuvo la sensación de que era mediodía. El pensamiento lo hizo sonreír. Se imaginó que el Señor Oscuro había planeado ser... productivo hoy. Después de todo, lo había comenzado con una reunión con Dolores Umbridge en el Ministerio. Harry esperaba tener muchas, muchas citas importantes que había programado para el día, muchas reuniones aterradoras y deplorables en fila, y que ahora las había perdido todas.

Moviéndose muy levemente, la magia de Voldemort no reaccionó de ninguna manera que lo hubiera sentido moverse, ni tampoco su cuerpo, Harry miró al otro lado de la cama. Fue un desastre. Él era un desastre. Solo se miró brevemente en el espejo sobre la cama, pero eso fue suficiente para saberlo. Se veía y se sentía como alguien que había sido completamente... bueno, se veía rudo. Estaba mayormente en su cabello, si era honesto. Nunca se había visto más salvaje.

Voldemort, de alguna manera, parecía...

perfecto _

Harry odió que la palabra se le ocurriera en la cabeza, pero así fue. El rostro del Señor Oscuro nunca se había visto más humano. Con los ojos cerrados y el rostro relajado, no parecía en absoluto un mago malvado y sociópata decidido a gobernar el mundo. Parecía un hombre normal, aunque angustiosamente guapo. Harry se maravilló por un momento de la quietud de su rostro mientras respiraba lentamente; en la piel suave y pálida sobre sus pómulos altos y sus labios carnosos, actualmente ligeramente separados. De alguna manera, su cabello todavía se veía muy arreglado, lo que Harry encontró un poco ofensivo, y tomó nota para rectificar la próxima vez.

La próxima vez.

Harry no quería pensar en eso todavía. Era fácil no hacerlo, con esa calidez suave y palpitante que irradiaba a través de él. De hecho, podría volver a dormirse...

Harry apenas reprimió otro bostezo antes de ver algo que lo hizo abrir mucho los ojos de nuevo.

La Varita de Saúco.