Desafio al Corazón- Orian ( Adaptada)

Capitulo 31

-¡Suéltame! – le gritó Julian a Oriana.

Liam golpeó a Julian fuertemente, él llevó su mano a su cara y presionó su labio. Era la segunda vez. La segunda vez. Volvió a golpearle fuertemente.

-Ni se te ocurra volver a tocarla. – le gritó Julian a Liam pegándole otro puñetazo. Liam tosió por el golpe y volvió a quedar encima de Julian. Oriana no sabía dónde meterse. Si llamaba al cuidador la mataría por estar allí y metería a Julian en un gran lío.

-¡¿Por qué?! – le gritó Liam. Julian cerró los ojos por el golpe.

-Eres un hijo de puta. - y Julian volvió a golpearle. Oriana se acercó y tiró de él con fuerza. No sabía de donde había sacado la fuerza. Le agarró por la cintura intentando alejarle hasta que llegó a la pared. Justin le gritaba a Liam mientras ella tiraba de él con fuerza.

-¿Qué? ¿No le contaste a tu amiguita? – le gritó Liam levantándose del piso con la mano en la boca. Oriana observó la cara de Julian. Esta vez estaba muchísimo peor que la otra vez. - ¿No le contaste que la otra vez también peleaste conmigo por defenderla?

Julian respiraba agitado, las venas de su cuello se notaban demasiado y tenía mucha furia por dentro. Oriana se quedó congelada al escuchar lo que había dicho Liam. Miró a Julian por un segundo y él la miró a ella pero rápidamente quitaron sus miradas.

-Vamos. - Oriana empujó a Julian. Él no caminaba. - ¡Vamos! – le gritó. Él la miró a ella y señaló con el dedo a Liam.

Entraron esta vez en la habitación de Julian y Oriana puso el pestillo. No era plan que entrara el cuidador y la viera allí. Lo tiró en la cama por segunda vez y él se quedó observándola. Ella no se había dado cuenta que aún tenía lagrimas en sus ojos.

-¿Estás bien? – le preguntó él tosiendo levemente. Ella asintió. Él cerró los ojos y se dejó caer en su cama.

-¿Dónde tenéis ustedes el botiquín?

-Aquí no hay botiquín. – dijo soltando una leve carcajada, carcajada que quedó anulada.

-¿Cómo que no? – se acercó al armario y abrió un cajón que estaba por la parte izquierda, en el suelo. Lo sacó y se sentó a su lado. Julian tenía un rostro horrible.

-Tienes una pinta malísima.

-Eso ya me lo dijiste la otra vez. – dijo él llevando las manos a su cara. Tocando su rostro. Se originaban caras de dolor por cada parte que se tocara.

-Estate quieto, te vas a hacer más daño. – quitó su mano y abrió la cajita. Julian se sentó. Sacó un algodón y lo mojó. Esto era raro. Parecía que estaba volvieron a revivir lo mismo. El la miró negando, eso escardaba como el diablo. Cerró los ojos rendido y ella pasó el algodón por su ceja. Y luego por su pómulo. Y luego el algodón se perdió en sus labios. Oriana tragó saliva y retiró el algodón.

-Esta vez te dio duro. – dijo ella. Él elevó una ceja. Ori sonrió levemente y se puso en pie. Él la siguió con la mirada.

-Ahora vengo, voy a buscar una pócima.

-¿Una qué? – Julian frunció el ceño.

-Ahora vengo. – repitió y carcajeó. Luego se fue y cerró la puerta.

Julian volvió a dejarse caer hacia atrás. Ya iba la segunda vez que se peleaba por ella. Cerró los ojos.

-A mí esto no me puede estar pasando. – susurró.

Y en menos de cinco segundos, Ori volvió a entrar con una pequeña maleta rosada. Él la miró en interrogante y ella carcajeó. Se sentó al lado de él y abrió la maleta.