Desafio al Corazón- Orian ( Adaptada)

Capitulo 93/94

|| Narrador ||

Ella asiente y el sigue un tour con su dedo índice desde el borde de su tatuaje hacia arriba volviéndola loca con el tacto. Se detiene en el brassier de Oriana y la mira a los ojos. Ella se arquea. Se necesitan el uno al otro de una forma sublime. Julian se muerde el labio y Ori ríe divertida. Ella aprovecha para frotarse encima de él, poniéndosela cada vez más dura y disfrutando al ver que estaba logrando lo que quería. Se arqueó hacia adelante para volver a besarle, pero amagó con sus labios. Fue deslizando su lengua por el cuello de Julian, su clavícula...bajando por su pecho hasta llegar a su pantalón. Entonces se detuvo. Julian tiró de ella riendo.

- No entres ahí que es territorio prohibido y no tenemos protección. – dijo él en una risa.

Ella lo miró y elevó una ceja para luego reír. Se puso en pie y corrió hacia su habitación en una décima de segundo para bajar aún más rápido batiendo un tiempo record. Dejó un plástico plateado sobre la mesa de cristal y Julian elevó una ceja divertido. La cogió por la cintura y tiró de ella.

- Espera. – le dijo Oriana interrumpiendo el fogoso beso que él le estaba dando. – Vamos arriba. – mordió sutil mente su labio y se separó. Justin la miró perdido. – Vamos a mi cuarto de baño.

La idea que le había azotado el pensamiento le había vuelto loco. Entre risas subieron las escaleras. Julian la agarró por la cintura y la cogió en brazos mientras no paraban de reír. Eran dos tontos enamorados que estaban perdidamente...sí, perdidamente enamorados el uno del otro. Julian se sacó el preservativo que minutos antes había bajado Oriana y lo dejó sobre la cama. Ella lo cogió al vuelo.

- No, vamos a la ducha.
- ¿En la ducha? – preguntó él con voz ronca.

Ella asintió mordiéndose en labio inferior y Julian cerró la puerta de la habitación. Oriana tiró de él hacia el baño. La cogió en peso por la cintura y la subió en lavamanos sin abandonar ni un sólo instante sus labios. Besos de descontrol. De desenfreno. Besos locos. Besos locos de dos locos enamorados. Más besos. Más caricias.

Julian dejó caer sus pantalones cuando ella estaba templando el agua. Se acercó por detrás y la abrazó desde la cintura. Oriana se exaltó un segundo pero luego le acarició la mano y colgó el grifo en la barrita de hierro. Luego se giró y Julian la besó en los labios con pasión. Oriana no se había dado cuenta que ya no llevaba pantalones si no sus boxers hasta que él la acercó besándola con fuerza y su colega le rozó el muslo. Oriana dejó caer sus vaqueros al suelo y los echó fuera de la ducha con ayuda de su pierna izquierda. Julian rió ante su habilidad y cerró la mampara, quedándose los dos encerrados. Julian la miró a los ojos unos segundos. Oriana lo miró también expectante. Se acercó rápidamente a ella y la cogió. Ella enredó sus piernas en la cintura de él y Julian la pegó contra la pared. Unos segundos sin parar de mirarse a los ojos, hablando con la mirada bastó para que luego él se lanzara a su boca. Recorrió el trasero de Oriana con una caricia que le supo a gloria.

- Por cierto, la marca en tu cuello - depositó un beso mojado sobre la marca que le había hecho minutos atrás a Oriana en el cuello. - Significa que eres mía. Y me gusta disfrutar lo que es mío. Una vez me dijiste que te gustaría que te empotrase contra la pared y...- suspiré sensual sobre su oído. - Te hiciera el amor.

Ella tragó saliva. Julian bajó la mano sensualmente por su cuerpo y volvió a dejarla sobre sus braguitas mientras creaba círculos por encima de la tela. Oriana echó la cabeza hacia atrás y le dio al grifo que salió disparado hasta ellos. Ella carcajeó y él se empapó de arriba abajo. Ella no tanto pues estaba justo debajo del grifo. Julian sacudió su pelo y soltó una larga carcajada cogiéndola de nuevo con fuerza. Con la mano izquierda rodó el grifo hasta Oriana y le apretó el botón, mojándola completa, literalmente. Completamente mojados ella se lanzó a sus labios devorándolo mientras él soltaba un gruñido sobre su boca. Sus lenguas se enredaron la una en la otra, y Julian respondió con fiereza a aquel beso. Llevó las manos hasta su espalda y desabrochó el brassier de Oriana en una décima de segundo. Ella le ayudó y lo tiró por encima de la mampara. Rió suavemente y unió su abdomen contra el de Julian quién parecía que iba a ir al cielo pues sentía los senos de Oriana contra su pecho. Entre besos y caricias se alejó de ella y le mordió la clavícula hasta bajar a sus pechos. Cogió uno mientras excitaba el otro con su otra mano y comenzaba a lamer, succionar, morder...hizo de todo. La llevaba al puro éxtasis. Sus dientes se lanzaron a sus labios después de unos minutos y empezó a mordisquearlos y a besarla. Podía notar perfectamente en sus besos a lo mil que le iba todo. En un acto rápido los dedos de Julian se volvieron a perder en su zona baja, retirando sus braguitas y perdiéndose dentro de ella. Oriana se arqueó hacia atrás y él no pudo evitar la tentación de morderle de nuevo en el cuello. Suspira ligeramente deprisa, mientras se agita en sus brazos casi bailando, dulcemente, arriba y abajo. Julian se detiene. Y ella vuelve a lanzarse a sus labios con fiereza moviéndose contra él, estimulándolo.