Capitulo 97

674 38 0
                                    

- ¡Ori! – gritó Julian. Ella salió rápido del cuarto de baño. - ¿Qué haces?

- ¿Cómo que qué hago? – carcajeó ella. Él se acercó.

- Me tienes que acompañar a un sitio. Nos vamos esta noche y primero quiero ir a un lugar.

- ¿A dónde? – preguntó ella colocándole el cuello de la camisa. Julian la rodeó por la cintura. Ella le miró a los ojos.

- A un sitio. – murmuró él. Ella asintió. Julian le dio un beso en la mejilla y se giró.

- Quiero hacer algo antes, antes te irnos de Canadá.

- ¿El qué?

Se sentó en el borde de la cama y miró su guitarra que estaba encima de su escritorio. Luego miró a Ori y le regaló una tierna sonrisa. Ella frunció el ceño en interrogación. Miradas que hablaban. 

- Un sueño que tengo desde pequeño.

Una sonrisa curvada permaneció en los labios de Julian durante casi 6 segundos. Y luego corrió hasta el cuarto de baño. Se lavó los dientes mientras Ori terminaba de colocar las últimas cosas en su maleta. ¿Qué demonios tramaba? Minutos después salió del baño tan guapo como siempre. Ella se giró un instante y le miró de arriba abajo. Él le regaló una risa divertida y luego, se acercó. 

- Vamos.

- ¿Estoy bien así? – preguntó ella.

- Claro, como siempre.

- Tonto. Me refiero, para ir a dónde vamos.

- Sí, claro. Estás hermosa.

Ella sonrió.

- Ven, vamos. O no nos dará tiempo.

Se acercó a su escritorio y desencajó la guitarra de la pared. La metió dentro de un forro color oscuro y se la echó al hombro. Ori lo miraba con curiosidad. Se metió su teléfono móvil en el bolsillo y luego tiró de la mano de ella. Bajaron rápido las escaleras.

- ¡Vamos a salir un momento, no tardamos en volver! – gritó Julian. Su abuelo Bruce salió rápidamente de la cocina.

- ¿A dónde van?

Julian le miró fijamente a los ojos. Como si quisiera decirle algo con la mirada. Como si con esa simple mirada, un diario se abriera, un diario lleno de palabras, historias. Y con esa mirada, le estaba respondiendo a esa pregunta sin ni siquiera moverlos labios. Bruce comenzó a sonreír levemente. Le había entendido.

- Tengan mucho cuidado. – dijo con una sonrisa en sus labios. Julian curvó los suyos y apretó la mano de Ori, quién no entendía absolutamente nada.

Salieron de casa. Julian le abrió la puerta a Ori y ella entró. Le cerró la puerta y rodeó el coche para abrir la suya. Antes de abrir su puerta, miró al cielo y sonrió. Suspiró. Y luego entró. Metió la llave. Y arrancó. Como antes, con fuerza. Pero esta vez era diferente. Esta vez iba a hacer realidad uno de sus sueños. Ori llevó su mano hasta su pierna derecha, apretándole un poco, diciéndole sin palabras que redujera. Él redujo. Estaba nervioso. Muy nervioso. Un nuevo suspiro se deslizó desde sus labios y golpeó la realidad. Ya habían llegado. Ella miró el lugar. ¿Qué hacían en aquel sitio? Frunció el ceño y luego miró a su izquierda. 

- Ya hemos llegado. – murmuró él mirando hacia su izquierda.

- ¿Dónde estamos?

Y una vez más no le respondió. Sacó la llave y se la metió en el bolsillo delantero de su pantalón. Ori volvió a mirar hacia la izquierda allí sólo había un t...

Desafio al Corazón- Orian ( Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora