Las crónicas de Eloshem: En busca de mi padre

Capítulo 2: Problemas en el bosque

La brújula daba la indicación de dirigirse al Norte, y aunque Akil sospechaba que la primera semilla no se encontraba en el bosque, no se estremecía dado el hecho de que aprovecharía el rumbo de su dirección llegando a la aldea de Menro, le gustaba visitar la aldea además de comer ahí, le fascinaba la gastronomía del lugar.

—Tomaremos un leve cambio de rumbo, no tardará—anunció Akil

—¿Por qué?

—Tengo que ir a Menro, ya sabes que me gusta ese lugar, hay buena comida

—Bueno..., a mi consígueme semillas o insectos, con eso estoy bien

—Fácil, amigo mío

Siguieron por el sendero que habían tomado desde que salieron de Yodog, habían pasado de largo varios caminos aledaños al sendero, algunos eran solamente otros caminos y otros llegaban a algunas aldeas. Cody, al ser poseedor de gran conocimiento e información, cada vez que sobrepasaba un letrero que daba el nombre de la aldea; él iba diciéndole algunas curiosidades e información acerca de la misma. Cruzaron letreros como el de Kroccon, la de Rack, y la de Wombut.

—¿Sabías que en Kroccon vivió el único ser humano que se tiene registro de haber vuelto de la muerte?—preguntó Cody

—Había escuchado algo sobre eso, era un capitán

—¡Y del mismísimo ejército del coronel Moka!

—Aaaah, la Guerra de Eloshem, espero que en el futuro no haya otra—dijo Akil mirando al cielo

—Imposible, hay una ley que dicta que es imposible que haya otra guerra entre las tierras

—Si, pero no habla nada sobre una guerra contra todas las tierras, ósea que haya un ejército externo que le declare la guerra a Las tierras de Eloshem

—Nunca había pensado eso...—piensa un segundo—tienes razón, pero descuida, talvez nunca pase y si pasa..., probablemente tu ya estés muerto

—Talvez...—supuso Akil—aunque..., sería interesante estar en una, ¿No?

—No—dijo con firmeza, Akil no siguió hablando

Llegaron a Menro, una aldea viva y llena de prosperidad. Inmediatamente y como si Akil estuviera poseído, él se dirigió rápidamente al lugar donde encontraría su preciado alimento.

—Cody, ya que tienes un buen olfato, ¿Es comestible?—acercó la comida hacia Cody

—Déjame oler—lo olfatea—sí, está para engullirlo

—Maravilloso—voltea al vendedor—quiero 10

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Una vez fuera de Menro, el camino siguió como era indicado, hacia el desierto directamente, sin titubeos.

Akil se encontraba en un camino agradable, no era el principal totalmente despejado, había utilizado un camino entre el bosque frondoso. Le gustaba sentirse envuelto en las coníferas y arbustos.

—¿Estas atento a todo tu alrededor, no?—preguntó Cody

—Si, ¿Por qué la pregunta?

—He leído que hay más probabilidades de ser atacado en estos caminos fuera de los principales los cuales están despejados y son anchos; de algún modo los Brackteils, Elemonts, Parganos y Yutos les quita el ánimo esos caminos a menos de que estén muy aburridos o tengas muy mala suerte

—¿Esa es tu forma de decirme de que vaya por el camino principal?

—Posiblemente

Akil se detuvo enfrente de un árbol muy grueso y alto el cual tenía una roca aledaña; él se sentó en ella a descansar las piernas.