Capítulo 27

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~23 DE AGOSTO~

🔱 LIAM 🔱

Abrí la puerta con cuidado de no derramar nada de lo que tenía en la bandeja antes de ir a depositarla sobre la cómoda.

Rodé las cortinas dejando que la luz mañanera del sol iluminara la habitación lo suficiente como para contemplar a la belleza andante que se encontraba en mi cama.

Aún dormía. Lo que era muy raro en ella teniendo en cuenta que no solía despertarse más tarde de las nueve en vacaciones.

Me senté a su lado observandola cariñosamente. La sábana le cubría hasta la parte baja de la espalda, dejando el resto al descubierto al estar acostada boca abajo.

No pude evitar recorrer su suave piel con la yema de mi dedo antes de inclinarme a besarla.

-Eh, ya es hora de levantarse...

-¿Mmm? –Murmuró haciéndome sonreír.

La noche anterior había sido perfecta, pero perfecta con todas sus palabras.

Podía haber tenido la suerte de acostarme con muchas mujeres a lo largo de mi vida, pero nunca había sentido lo que sentí anoche con Maisie.

Lo que sus labios y sus caricias me hacían sentir no tenían nombre.

Lo que sus ojos me transmitían cada vez que la miraba era de otro mundo.

Su piel, su olor, su sabor... Todo en ella me volvía loco desde la cabeza hasta los pies.

Volví a besar su piel haciéndola estremecer. Sonrió aún con los ojos cerrados contagiandome a mí.

-¿No piensas levantarte?

-¿Suena raro si digo que no? –Reí apartándole el pelo de la cara a la vez que abría los ojos mirándome intensamente.

-¿Te había dicho alguna vez lo maravilloso que son tus ojos?

-Hmm... Puede...

-Ahora mismo me gustaría que te vieras con los míos. Qué vieras el color tan iceberg que tienes cuando te despiertas por las mañanas. –Sus mejillas tomaron un color rosado adorable.

Qué mal se le daba recibir cumplidos.

-Tú también te despiertas muy guapo por las mañanas... –Solté una carcajada antes de levantarme a por la bandeja que había subido conmigo. – ¿Me preparaste el desayuno?

-Soy todo un caballero. –Deposité la bandeja frente a ella una vez que se había sentado serciorandose de que la sábana cubría su desnudez al completo.

-¿Qué hora es?

-Las diez pasadas...

-¿Qué? –Dejó la tostada a medio morder mirándome sorprendida. –¿Ya? ¿Y tu trabajo? ¿Las niñas?

-No te preocupes por nada de eso. Llamé a Dominique para decirle que trabajaré desde aquí, y las niñas están con su novia. Giulia quería llevarlas con Summer al acuario.

-Tenías que haberme despertado antes.

-¿Para ir con ellas? –Pregunté divertido ganándome una fea mirada por su parte. –Te encontrabas plácidamente dormida como para despertarte. Merecías ese sueño. –Se encogió de hombros cogiendo una uva para llevársela a la boca. –Y volviendo al tema de que soy un caballero... ¿Cómo te encuentras? ¿Te hice daño?

-Por favor, Liam. Ni que hubiese sido mi primera vez...

-¿Y qué? Me preocupo por ti. –Le ofrecí un poco de zumo de naranja que había exprimido.

-Ya, pero no tengo quince años...

-Y por esa razón Gabi no va a tener novio hasta los treinta.

-¿Qué? –Comenzó a reír creyendo que se trataba de una mísera broma, pero para mí no lo era.

Ni Gabi ni Millie tendrían novio o novia con tan corta edad. ¡Sobre mi cuerpo muerto! Me era imposible imaginarmelas de adolescentes haciendo las cosas que yo hacía a esa edad con las chicas. No. Ni hablar.

-Y estoy bien. –La miré saliendo de mis pensamientos. –Mejor aún. ¡Estoy de maravilla! –Sonreí al verla tan feliz.

-¿Superé tus expectativas? –Pregunté divertido apartando un poco la bandeja no queriendo derramar nada.

-Hmm...

-¿Hmm? ¿Eso que significa?

-Adivínalo. –Me retó antes de que me dieran unas ganas tremendas de tocarla por todas partes.

-Yo creo que sí. Sino, no estarías tan feliz.

-¿Estoy feliz?

-Desde luego. –Aseguré sonriéndole orgullosamente. –Tus ojos te delatan, cariño. –Ella volvió a rodarlos haciéndome reír. –Por cierto, se me había ocurrido una cosa...

-¿Qué?

-Me gustaría tener unas pequeñas vacaciones en familia antes de que las clases comiencen.

-¿A donde?

-Aún no lo sé, pero quería comentarlo contigo antes de planificar nada. ¿Qué te parece? Seguro que a las niñas les encantará.

-Nunca he ido de vacaciones a ningún lado...

-Lo sé. –Afirmé arrastrándola hasta tenerla encima de mí. –Por eso quiero hacerlo. Debo hablarlo en la empresa con mi hermano también, pero no creo que haya problema con ello.

-¿No crees que estás abusando un poco de su confianza?

-¿Yo? Para nada. –Sonreí inocentemente antes de enterrar la cabeza en su cuello. –Y ahora vamos a tomarnos una ducha. No, no, un baño de agua caliente.

-Yo estoy muy cómoda aquí, la verdad...

-Hmm... Está bien, no le diré que no a estar un rato más en la cama contigo...

-¡Liam! –Se quejó en cuanto me dejé caer sobre el colchón con ella encima.

-¿Estás lista para un revolcón mañanero? –Sus mejillas se coloraron nuevamente.

-Estoy segura que estas fueron tus intenciones desde el principio. 

-¿Quién sabe? –Pregunté antes de besarla audazmente.

Sí, esas eran mis intenciones desde el principio. Quizás desde la bañera y no en la cama, pero me valía esta superficie también mientras fuera con ella.



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