Paul quiere ropa nueva (PARTE II)

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Sábado por la mañana.

Mientras todos en el Instituto se preparaban para salir este fin de semana, Ray estaba sentado en el escritorio de su habitación estudiando para el examen del próximo mes, pues era demasiado meticuloso con el estudio como para arruinar su promedio de 10. A sus espaldas estaba Jim Morrison recostado sobre la cama, debatiendo consigo mismo lo que debía hacer este fin de semana y lo que en realidad quería hacer con su tiempo libre.

—Entonces... ¿no irás con ellos?—preguntó Ray intrigado ante la decisión de su amigo, sin dejar de tomar apuntes sobre su libro de composición musical.

—No lo sé, Ray...—respondió largando un cansado suspiro y mirando el techo con la esperanza de que las respuestas caigan de este si a Ray no se le ocurría ninguna.—Estuve pensando en lo que dijiste y... Tal vez tienes razón.—esto último lo dijo casi en un susurro, pues odiaba darle a su compañero la razón, a pesar de que en 9 de cada 10 debates la tenía.

—No me sorprende.—el rubio de anteojos largó una risa. Dejó sus apuntes a un lado y volteó para a observar a Jim.—Kurt es un buen chico.

—Lo es, si...—Jim asintió un tanto entristecido por la decisión que debía tomar, por sentir cosas que no debía y tener que suprimirlas en su interior para no dañar a nadie.—Por eso me acerqué a él en primer lugar.

*****

Kurt había decidido aceptar la propuesta de Lennon y Paul para ir a conocer el centro de la ciudad, y además no le vendría mal un poco de compañía este fin de semana para despejar su mente de los estudios. Recién había pasado una semana desde el comienzo de clases, pero sentía que ya llevaba unas cuántas semanas encerrado entre los muros del Internado Woodstock a causa de tanto material de estudio y ensayos. Aunque a pesar del cansancio, agradecía encontrarse aquí rodeado de unas pocas personas que de verdad lo apreciaban y maestros que reconocían su talento, en vez de estar cortando leña o pescando en su pueblo escaso de sueños.

Hoy por fin podía guardar su uniforme en uno de los cajones y colocarse algo de la ropa que había traído de casa: un jean azul con roturas en sus rodillas, una camiseta negra y un suéter de color verde oscuro que le quedaba demasiado grande para alguien de su contextura.

—Que elegancia...—Dave silbó seductoramente al entrar en la habitación, con una pequeña caja de jugo de naranja en sus manos, provocando una risa en el rubio. Se sentó en la cama de este a disfrutar su bebida y preguntó con curiosidad:—¿Te irás con Lennon y Paul hoy?

—Así es.—asintió y luego se sentó en la cama también para atarse los cordones de sus zapatillas.—Iremos al centro porque Paul quiere comprarse ropa nueva.—explicó.

—¿Y ese otro chico también irá?—pensó su nombre unos segundos.

—¿Quién?

—Jim.

—Oh...—Kurt alzó ambas cejas.—La verdad es que no lo sé.—fue sincero.—Tal vez tenga otras cosas que hacer.—El joven de cabello largo y oscuro asintió sin saber qué más decir, ese silencio solo preocupaba más a Kurt, pues no sabía a qué se debía el sorpresivo interés de este a preguntar por Jim, específicamente preguntarle a él.—¿Por qué querías saber?—llevó sus ojos azules a su compañero y extrañamente se encontró con una sonrisa.

—Andas muy seguido con él, con Krist hemos notado eso.—admitió.

—¿Y...?—el rubio no entendía a qué quería llegar, qué era lo que insinuaba con esa pícara sonrisa en su cara.

Internado Woodstock «Classic Rock»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora