Internado Woodstock «Classic Rock»

8. Consecuencias.

Axl se levantó tambaleándose, con una mano en su mejilla y la mirada llena de odio. Jim no se movió, manteniendo una postura firme y desafiante, preparado para lo que pudiera venir. Kurt, aliviado, se acercó a Jim y se protegió detrás del mayor, agradecido y un poco sorprendido por la repentina intervención.

-¿Estás bien?-preguntó Jim, mirandolo con preocupación mientras el rubio asentía.

-Sí, estoy bien.-dijo Kurt, con un nudo en la garganta. Nunca había imaginado que Jim llegaría a intervenir de esta manera.

Axl se levantó del suelo, furioso y con el rostro enrojecido por la ira y el dolor. Miró a Jim con desprecio y se limpió la sangre de la boca. La música del bar parecía haberse desvanecido en el fondo mientras el conflicto se desarrollaba.

-Esto no ha terminado.-dijo Axl con un gruñido antes de girarse y alejarse rápidamente, dejando a sus dos compañeros solos frente al bar.

Kurt miró a Jim, notando el cansancio en sus ojos y la determinación en su rostro. Se dio cuenta de cuánto significaba para él y de lo que estaba dispuesto a hacer para proteger a los que le importaban.

-Gracias...-dijo finalmente, con voz temblorosa.

Jim asintió y, sin decir una palabra más, comenzó a caminar de regreso hacia el bar. El más pequeño lo siguió, sintiendo una mezcla de gratitud y un renovado aprecio por el joven mayor. A pesar de la tensión del momento, el sentimiento de alivio era evidente.

-Vamos.-dijo el morocho con un tono más relajado, intentando aligerar el ambiente-. Regresemos antes de que los otros se preocupen.

Paul y Lennon estaban esperando en la puerta del bar, notando de inmediato la preocupación en los rostros de sus amigos.

-¿Todo bien?-preguntó Lennon, mientras Paul miraba con curiosidad.

-Sí, todo está bien.-respondió Kurt, tratando de sonar calmado, pero su voz aún revelaba algo de tensión. Jim asintió en acuerdo, el incidente claramente había terminado.

En el camino de regreso al internado, la conversación fluyó entre ellos de una manera más ligera. Jim y Kurt, ahora unidos por la experiencia, compartieron sonrisas y bromas para intentar olvidar el mal rato. El incidente con Axl se convirtió en una anécdota que, aunque incómoda, había fortalecido el vínculo entre ellos.

*****

Al regresar la noche ya había avanzado considerablemente. El grupo se encontró con el director, quien no estaba de buen humor por la tardanza. Kurt, Paul, Lennon y Jim fueron convocados a su oficina, donde el director les hizo saber que su comportamiento había sido inaceptable. A pesar de la evidente preocupación y la historia del incidente con Axl, las reglas eran claras y el internado tenía un horario estricto.

Jim, consciente de la gravedad de la situación y preocupado por el castigo que sus inocentes compañeros pudieran recibir por su culpa, por agredir a Axl en un momento donde la furia colmó su infinita paciencia, decidió tomar la responsabilidad por el retraso.

-Señor, la culpa es mía-dijo y dio un paso adelante, manteniendo la calma a pesar de la tensión en la sala.-Llevé a los chicos a un lugar al que no debíamos haber ido y perdimos la noción del tiempo. Luego pasó lo de Axl. Si alguien debe ser castigado, soy yo.

El director lo miró con seriedad, evaluando sus palabras. Jim era conocido por su disciplina y su rendimiento académico ejemplar, lo que le confería cierto respeto dentro de la institución. Tras una breve deliberación, el directivo decidió imponer una sanción más leve de lo esperado, considerando el buen historial de los cuatro alumnos y la naturaleza del incidente.

-Está bien.-dijo el director finalmente.-Entiendo tu honestidad y tu responsabilidad en la situación. Pero aún así, todos ustedes serán castigados con una semana de restricciones y una hora adicional de estudio cada día. Espero que esto sirva como recordatorio de la importancia de seguir las reglas.

Kurt, Paul y Lennon intercambiaron miradas de alivio, aliviados de que el castigo no fuera más severo. Jim aceptó la decisión con dignidad, reconociendo que era el precio a pagar por sus compañeros.

-De Axl me encargaré mañana.-agregó, mirando al joven rubio víctima de los acosos.-Él también será disciplinado como corresponde.

****

Esa noche, mientras el internado se sumía en el silencio de la oscuridad, Kurt se sentó en su cama, pensando en el inesperado acto de valentía de Jim. El sentimiento de gratitud y respeto hacia él había crecido enormemente. Pero pensaba en las palabras que su amigo Dave le había dicho esta mañana: Jim era mayor. Debía calmar las mariposas en su estómago y pensar con claridad las cosas. Y era difícil descifrar lo que Jim pensaba, lo que sentía, era tan transparente como una pared de ladrillos. Se guardaba todo para sí mismo y reprimía cada emoción en su interior hasta que desaparecía por completo.

Ahora mismo Jim también se encontraba sentado en la cama, en la oscuridad, mientras su amigo Ray roncaba en la cama contraria con un libro sobre su cabeza. El morocho acariciaba los hinchados nudillos de su mano derecha con la yema de su dedo índice y pensaba en lo acontecido. Ese acto de valor le dio el impulso que necesitaba, de cuestionarse cosas que antes jamás había pensado o sentido.

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