Una Jiējie para el villano escoria

Capítulo 41

Dos largos años para encontrar una persona que fuera el receptor del alma, no era para nada divertido, estaba cansada de buscar entre la multitud, no había nadie que fuera capaz de ser compatible.

"Sistema estoy cansada, no puedes buscar por ti mismo un cuerpo y transferir el alma, tengo que darte un permiso siempre"

[El usuario puede colocar en automática la tarea de transferencia de esa manera no se le solicitará un permiso previo]

"Entonces solo se transferirá y ya verdad"

[Es correcto]

"Bien, hazlo de esa manera, puede que tenga más suerte así, será más rápido"

Pero lo que no sabía, era la burla que esta vida tenía preparada para mí.

El águila, mi compañero de viaje era quien más se divertía volando por el cielo en todo momento, le encantaba volar y volver solo para mostrarme sus presas, como pequeños ratones y conejos, que parecía orgullosos por sus presas, era divertido ver como disfrutaba de su libertad, durante este tiempo, nunca le había dado un nombre, pero ya era hora de hacerlo.

—Horus, ese será tu nombre, un nombre de un dios egipcio nada convencional estando en la antigua china —solo podía reír ante mi propia burla —mmm ese será tu nombre —dije acariciando al ave quien solo me veía analizando lo que había dicho —cuyo ojo es la luna y las estrellas, quien todo lo ve desde las alturas, es un nombre perfecto amigo mío —entre mis caminatas pude ver aquella pequeña borla que colgaba de mi cintura y sin dudarlo dos veces la tome y la coloque en el cuello de Horus, quien solo me vio expectante y deja la borla colar de su cuello. —esto te protegerá de cualquier peligro amigo.

Y así Horus salió volando en cielo disfrutando de los rayos del sol esa mañana.

Las cartas de A-Hua quejándose de todo lo que "su rey" le obligaba hacer lo tenían estresado, pero sus cartas debía de admitir eran las más graciosas, Mu Shidi enviaba plantas medicinales, y debes en cuando yo también enviaba algunos especímenes raros para sus cultivos personales, Wei Shidi era un loco que no cambiaba en lo absoluto con su forma divertida de ver las cosas aun siendo un líder de pico, Liu Shidi era quien menos escribía, pero bueno, escribir nunca fue su fuerte, por otro lado, A-Jiu era todo lo contrario, sus cartas parecían un informe detallado de cómo se encontraba el pico y el estado de mis discípulos, así como la descripción de los avances tanto de Ming Fan como de Ning Ying, raras veces hablaba sobre lo buen día que era, de sí mismos o las actividades que realizaban con los discípulos, en una de las cartas de A-Hua pude notar la frustración de su momento, parecía molesto, triste y no sabía cuándo escribió la carta y lo entendía, fue el día en que tanto Shang QingHua, Liu QingGe y Shen QingQiu salieron de la secta para deshacerse de unos demonios y sucedió el accidente donde Liu pensó que Shen Jiu había tratado de apuñalarlo, debía de admitir que me sentía aún más frustrada por no estar ahí en la secta, a lado de A-Jiu cuando me necesitaba, la carta de A-Hua decía que por más que trato de arreglar ese mal entendido Shen Jiu no le dejo hablar sobre eso, le dijo que le dejara de esa manera, ahora me sentía mal, A-Hua seguramente se sentía culpable y Shen Jiu fatal porque Liu pensaba de mala manera de él, debía de hacer la tarea más rápido, si quería regresar, solo rezaba para que no hubieran malos entendidos y que la secta no estuviera en llamas al regresar.

A veces recibía algunas cartas de Lao Sang desde el comercio, solo escribía sobre la comida u medicinas entregadas en aquella casa vieja ubicada en el río Luo, y sobre el estado de la anciana que cuidaba al niño, le había pedido a Lao Sang que los mantuviera vigilados, quería saber cuándo la anciana enfermaba y tratar de evitar aquello, eso sería un sufrimiento menos para Luo Binghe, solo esperaba que todos fuera para bien.