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Si había alguien que pego el grito en el cielo al recibir la noticia del divorcio de Jungkook y Yeri era la señora Jeon. Aquella mujer se negaba fervientemente a qué el acto se realizará.

No era porque le importase las opiniones de la sociedad es más aquello le valía muy poco entre más hablaran más dinero ganaba, así eran las cosas en la vida actual entre más polémicas tengas más público atraes ya sea bueno o malo, contrario a lo que todos pensaban a la mujer como en todo en la vida lo único que le importaba era el dinero.

Era por eso obviamente que había obligado a Jungkook a casarse con Yeri, aunque también ellos eran una familia adinerada no lo eran tanto como la familia Kim así que contra todo pronóstico ella deseaba tener siempre el poder.

La única manera en la que la mujer acepto aquello fue solo cuando Yeri le  prometió que el divorcio no afectaría la relación económica que tenían ambas empresas.

En cuanto a los padres de la Omega estos ni siquiera estaban presentes en la vida de su hija y como muchas veces pensaban que dándole todo lo que ella quisiese sería feliz, este caso no había sido la excepción. Aceptando otorgarle una firma de abogados y lo todo lo que necesitase para que el proceso se llevase a cabo.

Logrando así llevar un acuerdo pacífico para el divorcio cosa que Jungkook agradeció solemnemente.


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Por otro lado estaba el matrimonio de Jimin.

Por su parte el Omega se había sentido bastante mal con todo el proceso pero contrario a lo que pensaba había recibido apoyo tanto de Jungkook como de los amigos de este. Namjoon quien tenía algunos amigos se había ofrecido a conseguir un abogado para el divorcio.

Jin junto a su alfa Taehyung se habían ofrecido a ayudarle en el local mientras todo se solucionaba y así no tuviese que llevar el estrés de hacer varias cosas a la vez.

Jungkook le daba su apoyo moral como alfa y amigo ya que su relación aún no estaba definida y primeramente Jimin necesitaba sanar.

En este caso Hoseok quien parecía ser la persona más tranquila había recomendado que pidiese ayuda a un psicólogo y le había recomendado al suyo para que tuviese más confianza.

Finalmente estaba Soobin el cachorro aunque no dijese nada con su ternura lograba hacerle olvidar las cosas malas. El pequeño ya casi empezaba a formular algunas frases y aunque no le entendía del todo le hacía bien verlo.

En cuánto a Sehun desde que le había pedido el divorcio ni siquiera se había atrevido a poner un solo pie en el departamento que compartían todo contacto era estrictamente con los abogados de este y nada más.


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—No Soobin no metas eso a la boca —ese fue Jungkook quien había estado limpiando un cuadro en la sala y había visto al cachorro apunto de meterse una lapicera en la boca.

—Mío —gruñó el infante al no tener el objeto en sus manos.

Por su parte Jungkook se sorprendió al escuchar el gruñido del pequeño ya que los bebés no activaban sus sentidos lobunos si no hasta los cinco años, si bien si podían reconocer a sus padres y crear un lazo con ellos sus instintos no estaban tan desarrollados como los de un lobo adulto.

—Pero mira tú los pájaros tirándole a las escopetas —reprendió —mocoso malcriado —suspiro —y lo peor es que no me puedo quejar porque yo soy quien te crío —rodó los ojos.

—Gugu —dijo Soobin mirando a su padre.

—Hasta el respeto me perdiste nada de Gugu es papá —le alego al pequeño.

𝐀𝐥𝐟𝐚 𝐄𝐧 𝐂𝐚𝐬𝐚 ⦙⦙ 𝐾𝑀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora