De nuevo me despierto antes del amanecer, ya que no veo luz entrando por el pequeño vidrio que da a la cubierta. Me reclino del suelo y veo a Vivien durmiendo tranquilamente. Me quito la fina sábana de encima e intentando hacer el menor ruido posible procedo a quitarme el camisón y coloco los pantalones y camisa que me prestó la pirata a pesar de quedarme enormes y coloco las botas en mis pies antes de abrir la puerta y salir al pasillo.
Veo las varias puertas que están en ese mismo pasillo y me pregunto que habrá dentro. Además escucho al final ruido, camino por el pasillo y llego al final, dando a un espacio enorme, donde hay muchos colchones, mantas y hamacas por todas partes con hombres roncando profundamente dormidos en ellas.
Me doy la vuelta intentando salir de la estancia sin despertar a los hombres, porque la verdad no me apetece que se enfaden conmigo y me llamen la atención.
-¿Espiando a los hombres señorita?- inquirió una voz que me tapaba la salida-.
- Para nada Dax, tengo cosas mejores que hacer- le respondí al joven-.
- Como dormir; deja que te acompañe a tu cuarto, te veo perdida- me dice con una sonrisa-.
- No es necesario, no tengo sueño, creo que subiré a ver el amanecer- le digo esquivándolo-.
Camino por el pasillo de vuelta pasando delante de la puerta cerrada de mi cuarto y subo las escaleras de madera que dan a la cubierta escuchando tras de mi los pasos de Dax. Lo ignoro y continúo subiendo las escaleras del castillo de popa y me siento pegada a la baranda de madera.
Dax se sienta junto a mi sin decir palabras y ambos miramos el océano bajo nuestros pies, la calma de este siendo surcado por el barco, que deja una pequeña estela tras de sí. El capitán está concentrado mirando el horizonte junto al timón. Nos a visto pero no dice nada y nos deja estar.
- ¿Se puede saber como terminaste aquí señorita?- me inquiere Dax tras un rato viendo el cielo clarear-.
- ¿Acaso es eso relevante?- le respondo de vuelta-.
- La verdad es que no, pero tengo curiosidad por saber como terminaste aquí, ¿tal vez te peleaste con tus padres? ¿tal vez querías ir en busca de un amor perdido? ¿vivir con tu hermana?- continúa mirándome-.
- Ninguna de esas, pero buen intento- le respondo sin mirarle-.
- ¿No me dirás, verdad?- suspira apoyado en su rodilla-..
- Tú lo has dicho- le respondo mirando hacia él-.
Veo los primeros rayos de sol caer sobre el castaño pelo de Dax, haciendo que se vea brillante. Tengo claro que no quiero decirle a nadie más que simplemente no quería casarme y acabé aquí por error tras matar a alguien. Todavía siento la sangre manchando el vestido blanco, como manchaba mis manos y como intentaba huir. Prefiero que me tengan como una dama a una asesina. Seguramente ahora mismo esté en busca y captura.
Por eso mismo debo llegar pronto a puerto y unirme a otro barco o a mi hermana, no quiero ser atrapada, ni mucho menos que asesinen a personas inocentes como Vivien o Dax, no tengo que encariñarme de ellos.
- Hay que entrenar, vamos- le digo adax mientras me levanto-.
Sin duda tengo que hacerme fuerte si quiero sobrevivir.
Agarro el puñal de mi pecho y me coloco frente a Dax haciéndole saber que quiero aprender a utilizarlo. Él asiente en acuerdo y me hace agarrar el puñal de la forma correcta, haciendo que escuche atentamente las formas distintas de ataque con esa pequeña pero peligrosa arma. Sigo sus indicaciones golpeando al aire, luego a un muñeco de paja, haciendo que termine sudada he hiperventilando, pero aún así le pido seguir un poco más.
- Intenta atacarme- me dice antes de alejarse un paso para mantener las distancias-.
No lo dudo y me aproximo lo más rápido que puedo a él intentando aunque sea rozarlo, pero me evita, lo sigo intentando pero sin éxito para terminar cabreada lanzando el arma al suelo.
- Mierda- susurro cabreada pateando el suelo-.
- Tranquila señorita, es tu segundo día, tómalo con calma- me intenta relajar Dax-. Ve a desayunar y te veo mañana- me sonríe-.
Me agacho para colocar el puñal de nuevo en su sitio y camino ignorando a los hombres que me miran para entrar al comedor y agarrar un plato y llenarlo de nuevo con el mismo contenido del día anterior. Busco un sitio libre y me siento ignorando al resto de personas a mi alrededor.
En cuanto termino no puedo evitar sentir mi estomago del revés, salgo corriendo y me agarro a la baranda devolviendo el almuerzo en el agua, me agacho e intento calmarme hasta que una arcada me obliga a vomitar de nuevo por la borda.
Unas manos apartan el pelo de mi cara e ignoro quien sea, tan solo le estoy agradecida por el gesto. Al sentirme mejor giro el rostro para encontrarme con el capitán.
-Querida, no te veo bien, acompáñame- indica mientras camina hacia su camarote-.
Le sigo sin dudar y me siento en la silla frente a su escritorio tomando en mis manos la taza con un líquido humeante que deja frente a mi.
- Te asentará el estómago- me explica mientras tomo la infusión-. Deberías descansar e intentar dormir por las noches, se que apenas duermes-.
- De verdad lo intento, pero no me acostumbro y cada vez que cierro los ojos, todo vuelve a mi cabeza- explico como ida, ya cansada de las pesadillas y la sangre en mi cuerpo-.
- Es normal querida, pero te acostumbraras y las pesadillas pasarán, además debes descansar bien, ya que tu cuerpo sufre estos cambios de dama a trabajar cara al sol y hacer esfuerzos- me explica-.
Asiento siendo consciente de los moretones que cubren mis piernas y parte de los brazos, además del insoportable dolor muscular y cansancio físico y mental, pero no puedo rendirme, no ahora que todo comienza.
- Soy consciente, pero debo ser fuerte pronto si quiero dar con mi hermana- le explico-.
- Sabes querida, tuve la oportunidad de coincidir con tu hermana en una taberna hace un par de años y no es lo que te esperas-.
- ¿A qué te refieres capitán?- inquiero-.
- Sois bastante parecidas, pero tu hermana no se merece el título que tiene por herencia- dice pensativo-. Tus ojos tienen una mirada muy distinta a la suya, encárgate de superarla, no confíes en nadie- me explica-. Puedes irte querida-.
Salgo de la estancia muy confundida sin saber que opinar de lo ocurrido, camino a mi habitación y me siento en la cama mirando la pared frente a mi. ¿A qué se referirá con eso de que mi hermana no es lo que parece ni se merece lo que tiene? ¿Y eso de que tengo que superarla? Ahh, mierda es mi hermana, no puedo hacerle nada, tan solo quiero verla de nuevo y que me diga que todo sigue igual que cuando era pequeña, en serio necesito sus abrazos y sus besos y sus historias de por las noches. Necesito a mi hermana, la que no estuvo presente en mis cumpleaños ni me vio crecer, ni me pudo aconsejar cuando fui mujer. Necesito confirmar que todo sigue igual, que todavía me quiere. Que a pesar de todo podré estar junto a ella lo que queda e intentar ser feliz, olvidar todo. Olvidar a mis padres, a Francis, al que asesiné, olvidarme de este barco, de la tripulación y de todo el mundo. Tan solo quiero sentirme querida por una maldita vez.
Y sin saber como o en que momento, acabé dormida sobre la cama.
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Sangre Roja
Fiksi RemajaGrace comienza siendo una joven noble, que al escapar de su prometido acaba en un barco pirata, siguiendo así los pasos de su hermana mayor. Una vez en el mar, parte en busca de su hermana con el propósito de conseguir su propia tripulación y barc...