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Disclaimer: Naruto y todos sus personajes pertenecen a Masashi Kishimoto.

Advertencias: Omegaverse, Mpreg, yaoi, angst, Sasunaru, leve Gaanaru, menciones de guerra, dolor y sufrimiento, matrimonio sin infidelidades...

Dedicada a Norilucas, por siempre estarme oyendo parlotear sobre nuevas ideas de fics que no han visto la luz del día y por seguir animándome a escribir 😊

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Noches de lluvia, días de sol

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Sentado en una silla junto a la ventana de su habitación, Naruto observaba silenciosamente el firmamento despejado, las estrellas titilando a lo lejos, adornando la noche con su tenue luz. Apoyó su cabeza contra el marco, su mano subiendo y bajando constantemente por su vientre, intentando distraerse un poco de los molestos dolores que lo atenazaban de vez en cuando.

Se preguntaba si Sasuke estaría viendo el mismo cielo que él, donde sea que estuviera en ese momento. ¿Podría tomarse un descanso lo suficientemente largo para detenerse a mirar las estrellas? ¿Podría disfrutar hacerlo, a pesar de las circunstancias?

Ojalá las cartas no tardaran tanto tiempo en llegar, ojalá Naruto pudiera oír su voz y preguntarle directamente cómo estaba, qué cosas pasaban por su cabeza, recordarle que tenía que volver a casa pronto...

La guerra cambia a las personas. Muchos no vuelven y, los que lo hacen, jamás vuelven a ser los mismos otra vez.

Las palabras de Gaara no salían de su cabeza. Le hacían temer y, su presencia, al mismo tiempo, le daba esperanza. Porque si Gaara había podido sobrevivir, Sasuke también podría, ¿no?

Su alfa era fuerte, no se dejaría vencer tan fácilmente. Lucharía hasta poder cumplir el tiempo estipulado y luego, en un abrir y cerrar de ojos, estaría de vuelta aquí, con Naruto, donde pertenecía.

Jamás vuelven a ser los mismos.

Las experiencias pasadas, lo que hay alrededor, la muerte, el trauma, el no saber si te convertirías en uno más de los muchos que no consiguieron lograrlo... Dejaba mella en las personas, ¿no? Era lógico, pero al mismo tiempo era algo en lo que no se había detenido a pensar muy detenidamente. Uno era nada más que producto de las vivencias y momentos experimentados en el pasado.

Cuando Sasuke volviera (y sí, era cuando, porque definitivamente regresaría. Tenía que hacerlo), esas experiencias lo habrían moldeado, transformándolo en una persona diferente. Pero no podía ser tan diferente, ¿cierto? Podrían superar los problemas juntos, podría ayudar a Sasuke a que su pasado no afectara negativamente su futuro, podría ayudarlo a salir adelante.

Otra punzada de dolor lo hizo desconcentrarse del rumbo que tomaban sus pensamientos y comenzar a frotar su estómago con más insistencia.

—Creo que no piensas esperar mucho más, ¿uh? —le habló en voz baja a su bebé.

No era la primera vez que experimentaba ese tipo de dolores. Falsas contracciones, le había explicado su doctora. Eran comunes en el último trimestre del embarazo y no indicaban nada peligroso, era simplemente su cuerpo preparándose para el futuro parto. Pero Naruto ya tenía 37 semanas de embarazo, lo que era poco más de nueve meses, así que el bebé podría nacer en cualquier instante.

No estaba demasiado preocupado por eso, a decir verdad. Si Sasuke podía soportar la guerra, él podría soportar el parto de su bebé. No quería que Sasuke se preocupara por él, y menos estando tan lejos, sin ninguna manera inmediata de darse cuenta de lo que le ocurría a Naruto. Por eso, sería fuerte y lidiaría con lo que tuviera que lidiar.

Pero por el momento, podía tomarse un momento de paz y observar las estrellas. No quería pensar más en el futuro, no quería pensar en los "¿qué pasaría si...?". Solo un instante de tranquilidad, ¿era mucho que pedir?


-.-.-.-


El día inició como cualquier otro. Se levantó, hizo su desayuno y salió al patio a echarle un vistazo a su pequeño huerto. Las plantas comenzaban a crecer, pero todavía faltaba mucho para que viera el resultado de su esfuerzo en frutas y vegetales.

Observó a Naruto salir a trabajar, como todas las mañanas, pero este no lo vio y Gaara tampoco quiso llamar su atención para saludarlo.

Habían pasado un par de días desde la última vez que estuvo en su casa y la idea de encontrarse de nuevo con el omega lo hacía sentir algo incómodo, por alguna razón. Tal vez fuera por el tema tan sensible que habían tocado antes, o tal vez le temía un poco a lo mucho que estaba comenzando a disfrutar su compañía.

Un amigo.

¿Cuándo fue la última vez que había tenido un amigo?

Bueno, uno que no hubiera perdido en el campo de batalla.

Por primera vez en mucho tiempo, deseaba enormemente no estar solo, tener algo de compañía. Y ese nuevo sentimiento lo asustaba un poco. No quería volverse dependiente de esas emociones, porque usualmente no eran duraderas. Pronto comenzaría a preocuparse por Naruto más de la cuenta y... Si se aferraba mucho a él, sería un problema. No quería agobiarlo, a pesar de que el rubio estaba abierto a tener una amistad con él y escuchar sus problemas.

No esperó que comenzara a preocuparse tan rápido. Si bien era cierto que no siempre se encontraba con Naruto cuando este volvía del trabajo, sí notaba que en su casa había luces encendidas, señal de que su vecino estaba ahí. Pero hoy... Luego de verlo salir en la mañana, no vio más señales de él. Ni siquiera en la noche, cuando se asomó por la ventana y la casa continua estaba en penumbras.

Por eso, salió de casa cerca de medianoche y tocó la puerta, pero nadie atendió. Decidió esperar durante un rato pero, cuando se acercaron las doce y nadie apareció, regresó a su casa, colocando una silla junto a la ventana para poder estar pendiente en el caso de que Naruto regresara.

Pero, ¿qué le había ocurrido al omega? ¿Debería preguntar al resto de los vecinos? Ni siquiera sabía sus nombres y nunca hablaba con ellos, pero todos conocían bien a Naruto.

¿Estaba volviéndose paranoico? No porque el rubio no hubiera regresado significaba que algo malo le hubiera pasado. Tal vez ese día decidió dormir en la casa de alguien más, algún amigo o familiar, o tal vez le pidieron quedarse trabajando hasta tarde, lo que sería una grosería considerando su estado.

Tenía que dejar de pensar. Crear situaciones imaginarias en su cabeza no solucionarían nada. Ahora no le quedaba otra cosa que esperar.

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N/A: Este cap. estuvo rápido XD

Noches de lluvia, días de solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora