𝗟𝗩𝗜𝗜

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En el camino, Jake fué escuchando música. Habían recuperado algunas pertenencias de Sunghoon (entre ellas su celular y los auriculares que compartían), cuando la señora Shim, acompañada por su marido, habían caído de sorpresa en la casa de los Park.

La mujer le había dicho todas las cosas que se le cruzaron por la mente, mientras el señor Shim aprovechaba la situación para ir hasta el cuarto de Sunghoon, tomando todo lo que parecía importante (no conocía mucho las pertenencias de Sunghoon, así que sólo se llevó lo que él creía que era importante, y tuvo que aguantarse al rubio cuando hizo pucheros porque no le habían traído sus libros o su peluche favorito).

Ambos recordaban con diversión cuando, en medio del griterío entre las dos madres, Mina había llegado a casa para preguntar qué mierda estaba pasando.

Cuando su madre le explicó a gritos que aquellos estaban invadiendo su casa, que además tenían retenido a Sunghoon y que estaban urtando sus cosas, la chica entendió todo.

Y en vez de apoyar a su madre, fue hacia el señor Shim y lo ayudó a cargar las cosas de su hermano.

Gracias a Mina, el rubio tenía cosas que sí le eran importantes, como los auriculares que Jake tenía puestos, porque la chica sabía prácticamente todo de la relación, y el valor de cada cosa.

Sintió su celular vibrar, estaban a medio camino de donde sería el campamento, pero el paisaje ya estaba más verde y la ciudad había quedado muy atrás, así que se sorprendió al tener señal.

Es una mensaje de su hermana.

Te tengo una sorpresa, calvo” decía, con todo el cariño del mundo.

Sunghoon le mostró el mensaje a Jake, quién se encogió de hombros, sin saber qué sería.

Rápidamente, tecleó su duda, sólo para recibir el emoticón de un mono cubriendo su boca, indicando que Mina no le diría nada.

Suspiró, sabiendo que sería inútil insistir, conocía a su hermana y sabía que no le diría.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘, 𝗠𝗨𝗧𝗘 » 𝘀𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora