𝗫𝗩𝗜𝗜

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Si Jake normal era adorable, Jake con fiebre lo era mil veces más.

A Sunghoon le parecía un poco mal encontrarlo tierno, sabiendo que al chico se le partía la cabeza de dolor.

Pero verlo con un ligero mohín todo el día, con los ojos cansados y una costumbre de inflar las mejillas por el dolor lo hacían parecer como un bebé, en lugar de un tierno adolescente de dieciséis años.

Jake había cambiado por su pubertad, pero, para suerte de Sunghoon, no eran grandes diferencias.

Seguía siendo bastante enano, más de lo normal, aunque bastante más alto de lo que era, su cuerpo se había estilizado, ya no parecía el chico esponjoso, incluso, para el gusto de Sunghoon, Jake estaba muy delgado.

El mayor se encargaba de darle sus medicamentos, y se quedaba a su lado hasta que tragara su pastilla, aunque el chico solía costarle varios tragos pasarla.

Sunghoon lo felicitaba con una sonrisa, y solía acostarlo para ponerle un trapo de agua fría en la frente, que lograba bajarle el dolor un rato, donde podía conversar con su amigo perfectamente.

Mamá dice que iré a mí médico la semana que viene. A Busan.”

─ ¿Te da miedo ir al médico? ─ preguntó Sunghoon, sin saber muy bien a qué venía esa información.

Jake negó.

Me quedaré allá unos días. Con mis tíos

─ Oh.

Quiero que vengas conmigo

Sunghoon miró las palabras sin decir nada, las leyó unas veces más.

Jake bajó su cuaderno al ver que Sunghoon no contestaba.

─ Jake, yo... No sé qué decirte, tengo que preguntarle a mis padres primero y ¿Tus tíos dejarían entrar a un completo desconocido?

Jake asintió varias veces, comenzó a escribir en el cuaderno y Sunghoon esperó a que él terminara.

Mamá no tiene problema en que vayas con nosotros. Ella va a cuidarte.

─ Tu mamá es mí mamá también, Jake, eso lo sé. ─ Sunghoon rió un poco. ─ Pero una cosa es que me quede en tu casa y otra es viajar con ellos, y quedarme en casa ajena con ellos.

Por favor, acepta.”

Sunghoon se quedó en silencio, vió los ojitos de Jake asomarse tras las hojas, suplicando.

─ Está bien, Jake, acepto. ─ se rindió, con una sonrisa.

Jake soltó el cuaderno para aplaudir, sonriendo, haciendo que el mayor riera con ternura.

𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘, 𝗠𝗨𝗧𝗘 » 𝘀𝘂𝗻𝗴𝗷𝗮𝗸𝗲 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora