9. Francia.

1.1K 139 13
                                    

Pov _____________:

—No quiero ir al mismo colegio que mi media hermana —me quejé mientras seguía a papá de un lado a otro—. Por favor...

—¿Qué tienes en contra de tus hermanos?

—Nada, ni siquiera los conozco —detuve mi andar—, pero me gusta ser hija única.

—Pues...eres la tercera.

Lleve una mano a mi pecho, cayendo dramáticamente a la cama. Fang inclinó su cabeza hacia mí.

—¿Ves?, ¿acaso no es un mal padre?

El reptil lamió mi mejilla, me quejé seguido de enderezarme.

—Toma tus cosas, corre.

Fang empujó mi espalda y gruñí molesta. Me puse de pie para tomar mi mochila del sofá, tenía lo necesario: una libreta y plumas de colores.

Eso basta para un primer día.

Colgué la mochila en mis hombros, limpiando la saliva de Fang con un pañuelo, salí de la habitación con papá siguiendo mis pasos. Subimos al ascensor cuando Penny nos alcanzó.

—Penny, por favor —abracé a la morena con un puchero—, ¿podrían cambiarme a otro colegio después?

—Claro que...

—No —soltó papá con seriedad—,ya dije que no.

Hice un berrinche, bajando del ascensor cuando las puertas se abrieron. Saqué mis auriculares Bluetooth para conectarlos a mi celular y así poder aislarme del mundo.

Subí a la limusina negra, saque mis lentes oscuros y me los puse, cruzandome de brazos cuando papá subió junto con Penny. Fang debía quedarse ya que había visitado al veterinario en la mañana. Necesitaba descanso.

Veía por el reflejo como papá hablaba con Penny, enseñándole su celular. Logre ver una imagen de los héroes parisinos. Ignoré dicho asunto para centrarme en la música.

Agh, extraño Londres.

Estaba mejor sola que mal acompañada.

Saque de mi mochila mi boina francesa color vino, que combinaba con mi blusa del mismo color. La sujeté con algunos pasadores y acomode las ondas de mi cabello, con ayuda del reflejo de la ventana.

Cuando el auto se detuvo, vi el Río Sena.

Papá bajo y Penny me miro. Me quite un auricular y sonrió.

—Sé que es difícil —se inclinó a mi, tomando mi mano—, pero, los Couffaine son personas bondadosas, llenas de gentileza. Te aseguro que se llevarán bien.

—Pase años sin saber de su existencia —respondí con recelo—, después de que mamá...murió —conté—, estuve sola. Crecí sola, no necesito hermanos ni mucho menos de papá —solté su mano, volviendo a mi postura anterior, por suerte no podía ver mis ojos. Sabría que mentía—. Solo su dinero.

Penny río con nervios.

—De algo debe servir, ¿no? —una sonrisa se me escapó ante su broma, lo que la hizo sonreír ampliamente—. Tu padre te adora, linda.

—Lo sé.

No tenía duda, a veces me gusta ser la niña de papi. Y la sola idea de compartir la atención de papá me hacía enojar. Ellos aún tienen a su mamá.

La puerta se abrió, Penny me dedico una mirada rápida y gruñi. Me quite el otro auricular, los guarde y desconecte el Bluetooth.

Penny se recorrió, dejando espacio suficiente para Juleka y Luka Couffaine.

Softcore 《Félix Graham y tú》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora