Softcore 《Félix Graham y tú》

11. ¿Del amor al odio?

Pov _____________.

Sujeté el cuello de su chaqueta morada, mirándolo con desdén. El rubio sonrió.

—¿Cómo te atreves?

—¿Acerté? —cuestionó como si descubrirlo fuese lo más relevante.

Solté su ropa, sonriendo.

—Sí, pero, todo el mundo lo sabe.

—Creo que no —pausó, mirándome fijamente—, te habría reconocido de haberlo sabido. Un rostro como el tuyo es difícil de olvidar. Jagged Stone se esforzó contigo.

Golpeé su estómago y se quejó. Xavier-Yves Roth cayó de rodillas, jadeando por aire.

Me puse de cuclillas, mirándolo a los ojos.

—¿Por qué los Stone son agresivos?

—Estabas ofendiendome —reste importancia—, lo único que hice fue defenderme. ¿A qué otro Stone te refieres?

—Luka Couffaine. 

Ante la mención de mi hermanastro, bufé.

—Son idénticos, un día, lo akumizaron por culpa de mi padre...¿o mía? —fingió demencia, riendo en el proceso—. Tienen el típico temperamento Stone.

Apreté los labios, lanzandome sobre él. Grito como niña, por fortuna...no había nadie que pudiese evitarlo.

—¡Estás loca! —vocifero, debajo mío—, pero bonita.

—¡Ahora si!

Estaba por jalar su horrible cabello rubio cuando alguien me tomó por la cintura, alejándome.

—Cálmate, no vale la pena —XY se alejó gateando.

—Los Stone son una bola de locos. Su padre les contagio la psicopatía. 

—Okey, todo tuyo.

Luka soltó mi cintura, XY gritó y corrí a él.

***

Salimos de aquel estudio de grabación como si nada, mi cabello estaba un poco alborotado, pero el de Xavier había quedado peor. Su flequillo ridículo me generaba ansiedad.

Luka caminaba a mi lado, fingiendo indiferencia.

—¿Y si habla?

—No lo hará —respondí inexpresiva—, se metió con la persona menos indicada. Ya verás.

Nuestro padre estaba hablando con Bob Roth, casi discutiendo. Por lo mismo de siempre.

Oí pasos apresurados y justo cuando XY pasó por mi lado, extendí mi pie. El chico tropezó de golpe, haciendo que todo el ruido cesará de inmediato.

—¡Xavier!

Luka contuvo una risa y me acerque rápidamente al rubio.

—¿Estás bien? —pregunté con falsa preocupación, ganando la mirada azul del chico. Me fulminó—. ¡Debes tener más cuidado!

—Eres una...

—Cállate —gruñí entre dientes, fingiendo revisar su estado—. ¡La caída te despeinó!

Lleve mis manos a su cabello pero me dio un manotazo.

—¡Hey, niño!

—¡Mi hijo no hizo nada!

Luka me empujó suavemente, tomando a XY por el cuello de su chaqueta.

—¿Cómo te atreves a pegarle a mi hermana? —espetó mientras lo sacudía. El rubio estaba aturdido, mirando a la nada mientras Luka lo sacudía de un lado a otro.