smell

114 18 2
                                    

Las reuniones de los jefes eran muy seguido, esto abrumaba a Minho.

En esta estaban dando ideas para hacer que las instalaciones fueran más accesibles para todos.

— Es por eso que deberían de haber suspersores para Omegas y al menos poder tener faltas por el celo.— uno de los subjefes estaba dando una explicación de su tema, el jefe de su grupo estaba también parado ayudando al subjefe, era caótico ya que el subjefe parecía más jefe.

Le daba gracia el ver a Han tratando de no estropear la presentación.
Por sus feromonas se podía oler que estaba con miedo.

— El tema es muy bueno y creo que sí se puede hacer.— otra persona habló.
— ¿Que opinas, Minho?—

— Tienen razón, el celo de los oemgas es más frecuente y doloroso. Lo de los suspersores si se hará.—

—¿Por qué no lo de las faltas?—

— Si hacemos eso puede que algunas personas se aprovechen y falten sin tener celo, eso sería un problema. ¿Ustedes que opinan? son los únicos omegas aquí, tienen mucho más derecho de decidir.— dijo Minho dándoles la palabra a los únicos Omegas.

— En lo de las faltas tiene un buen punto, podrían aprovecharse.— Han Jisung habló, haciendo sacarle una sonrisa a Minho.

— Estoy feliz de que estén dehacuerdo. ¿Quién será el siguiente?—

Aunque más jefes estaban hablando de su tema, Minho no podía dejar de oler el miedo de Han.
Quería saber el por qué de ese olor, pero sabía que si preguntaba, iba a generarse un chisme de que "estaba enamorado del famoso Han Jisung", o iba a generar que las feromonas del chico fueran peor.

Las exposiciones habían terminado, y se habían tomado en cuenta algunas de ellas.
Todos estaban retirándose, dejando a muy pocos alumnos en estos momentos.

— Han Jisung.— por alguna razón su boca hablo sola, y al parecer había hecho que se asustara más el chico.
— Eh, perdón, es que tu agujeta se desamarro.— la razón no era esa pero si tenía su agujeta suelta.

— Mu-muchas gracias…— lo dijo en casi un susurro, y se fue rápido tropezandose con las agujetas no amarradas.
Eso le causo gracia a Minho, sonrió hasta que el chico se fue.
Por alguna razón el chico siempre le sacaba una sonrisa.

— ¿Que te está pasando Lee Minho?— se preguntó a el mismo, no sabía que estaba pasando con él.

No me tengas miedo/MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora