tadpoles

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Minho se dirigía a su casa, ahora se encontraba afuera de la escuela.
Hoy no iba a esperar a alguien, su hermano no iba con el por alguna razón, siempre se iba antes que él o después.

Pudo notar que un auto ya conocido se estacionaba al frente de él, claro, era su querida directora Kim Jisoo.
Pudo ver cómo habría la puerta de su vehículo, sabía a qué se refería con esa acción, pero no quería meterse en problemas.

— Sube, renacuajo.— Sin duda esa señora no era lo que mostraba en su oficina.

— Gracias, Jisoo, pero no quiero meterme en problemas.— Trato de mirar a los lados, esperaba a que ninguna persona estuviera cerca, si los veían podrían mal interpretar la situación.

— Sí lo sé, pero aún así te voy a dejar a una cuadra de tu casa.—

— Siempre eres terca.— Minho solo alcanzó a rodar los ojos y subir al vehículo.

— ¿Y los honoríficos?—

— ¡Tú me dijiste que no los usará fuera de la escuela!—

— Jaja, lo sé, tu cara siempre es tan divertida.— dijo Kim para ya por fin arrancar el vehículo.

—¿Por qué no también te llevas a mi hermano?— la mirada de kim estaba mirando al frente, pero cuando Minho dijo eso lo miro.

— Siempre que me quiero acercar se va o me ignora, ¡ese renacuajo!— la verdad es que le dolía que el pequeño no se acercara a ella.

— Tal vez es por papá.— lo dijo en un susurro pero jisoo lo escucho.

— Oh… cierto, ese hombre les mete ideas malas en la cabeza.—

— A él no… bueno, no siempre. Es más cercano a mamá.—

— ¿Es por qué ambos son omegas?—

— ¡Sí! si te acordaste que es Omega.—

— Claro que sí, es mi pequeño bebé.—

— Mamá se enojaría si te escuchará decirle así a él.— soltó una pequeña risa.

— Tu mamá… ¿ella como está?— cuando jisoo dijo eso la expresión de Minho cambio, no le gustaba caundo jisoo preguntaba de su mamá.

— No hay novedades, siempre está en casa y eso.— al Minho decir eso todo de volvió un silencio incómodo, pero ninguno sabía como cortar ese silencio incómodo.

Ya estaban a unas cuadras de llegar, así que minho se quitó el cinturón y decidió hablar.

— Bueno jisoo, aquí déjame.— sabía que si no le decía un alto iban a terminar en la puerta de su casa y tal vez una pelea empezaría.

— Oh… sí, hasta mañana señorito lee.— se despidió de su querido alumno.

— Hasta mañana Directora Kim.—
Al bajarse pudo ver cómo la mirada de jisoo se notaba triste, pero no podía hacer nada.
El auto se fue alejando más y más de su vista.
Y así pudo ir a su casa.

— Ya llegué mamá.— Saludo a su madre que estaba lavando platos.

— Me alegro mi amor, arregla tu cuarto, tu papá lo vio y dijo que si no lo limpiabas iba a tirar todo.—

— Si mamá…— tenía que ordenar su cuarto si o sí. Sabía que su padre era un alfa de palabras.

Pasaron unos minutos después y si habitación había quedado de nuevo limpia. La verdad es qué no estaba tan sucio, solo eran unas hojas que había dejado su hermano ayer.
Su hermano…¿Dónde estaba?

— ¿Y mi hermano?—

— tenía que hacer un trabajo con sus compañeros.—

— ¿Papá está enterado?— era solo una simple pregunta pero pudo ver cómo la mirada de su madre estaba con temor.

— No y por favor no le digas.—

— No mamá, no le diré…— no quería seguir con esa plática, así que se fue a su cuarto, tenía que hacer las tareas y esa cosas.




No me tengas miedo/MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora