Lewis -

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Es de Lewis, pero con una pequeña actuación especial de Toto.

La lluvia caía sobre el paraguas, mi camarografo era toda una bolsa de agua. Spa-francorchamps era una de las carreras más lluviosas y solía ser una de mis carreras favoritas, eran carreras muy interesantes, pero también, muy peligrosas. Miré el reloj y ya estaban por darme el paso, era la previa y los pilotos ya estaban concentrados en sus respectivos boxes.

- en tres, dos...

Contó el asistente y yo comencé.

- Buenos días Adrián -hablé- hoy nos toca un clima muy lluvioso, los pilotos saldran con neumaticos azules, los cuales son los apropiados para el clima que tenemos hoy. Los favoritos de este fin de semana sigue siendo la dupla de RedBull, pero sin imaginarlo luego de la clasificación volvemos a los viejos tiempos donde Hamilton y Verstappen se verán las caras. El holandés y el britanico tienen una diferencia de 30 puntos. Toto Wolff y Christian Horner buscan quedarse con la victoria. 

Adrián comentó el clima y la clasificación, mientras que yo le fortalecía sus palabras con comentarios. El despacho duro diez minutos, y a penas terminó fui hasta mi caseta. Durante el trayecto pasé por la zona de box, quedandome unos segundos fuera del Box de Mercedes. El imponente, codiciado e inteligente Toto Wolff necesitaba decirme algo. Mi camarografo y mi asistente siguieron el camino y les rogué que me pidieran un café.

Toto es el CEO de Mercedes, dueño de varios suspiros presentes en el paddock. Es un hombre que no necesita hablar para que ya sientas eres muy inferior a él, domina la palabra como un experto y gusta de tener todo bajo control. He podido compartir con par de copas con él, donde sólo halagó mis aptitudes como periodista deportiva, y más boquiabierto quedó cuando le comenté que el deporte motor no era mi fuerte.

- ¿Qué hay? -saludé cuando llegó a mi lado y besó mi mejilla.

- Todo bien -respondió. Sus brazos se cruzaron sobre su pecho y me miró desde su metro noventa y más- ¿Qué harás luego de la carrera?

Su pregunta salió tan rápido que yo sólo expulsé una risa nerviosa. Suspiré mientras intentaba pensar si era correcto salir nuevamente con él, teniendo en cuenta que desde unos metros más allá Lewis me miraba, y no muy feliz.

- No lo sé -contesté- ir a casa quizá.

- ¿Y qué dices si vamos a cenar? Sé de un lugar muy bueno acá.

No respondí inmediatamente, no cuando los ojos oscuros de Lewis me decían a distancia que NO.

-Pues si, bueno, si. Claro.

- Perfecto.

Wolff caminó hasta su caseta, donde lo esperaban sus ingenieros y mécanicos. Dudando volví la mirada al interior del box del britanico, a su lado esta su couch y este no quitaba la mirada asesina de mi. Pero ¿Qué esperaba? Su falta de determinación logró que yo comenzará a buscar en otro lado lo que él no me daba, algo que Toto no ha duda en brindarme. INTERÉS.

Levanté mis cejas y esté bufó notoriamente. 

Lewis y yo habías tenido una muy corta y secreta aventura, donde nos escabullimos en distintos hoteles con nombres falsos. Eramos un dupla imparable, nunca nos agotamos, pero era sólo eso. Sexo. Y un sexo muy bueno.

La carrera estuvo lleno de acontecimientos, de los veinte pilotos sólo quedaron quince en carrera. Las posiciones quedaron completamente distinta a lo que había sido la calificación,  Checo se había quedado con la victoria, seguido por Charles y luego Lewis. Max tuvo que retirarse por problamas de motor. La rueda de prensa había sido bastante comentada, pero nada muy interesante para mi.  Yo sólo pensaba en que me colocaría para la cena.

ONE SHOTS- F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora