Bebí desde mi copa, necesitaba hidratar mi garganta con urgencia, mientras era parte de un pequeño grupo conformado por Carlos, Charles y Daniel. Sin embargo, mi atención estaba enfocada hacia unos cuantos metros más allá. Un vestido simple de color de negro con abertura en su pierna derecha, que dejaba ver su piel brillante y un tacón negro, se veía espectacular.
-Parece que alguien no entiende a golpes- comentó Carlos mientras me empujaba con su codo- Lando, deja de mirarla.
Bufé y cogí otra copa para beber el líquido sin detenerme.
-Te quiero, pero no pretendo arruinar mi noche por llevarte hasta su casa.
Dictó Daniel, pero le sonreí suavemente haciendo que rodara sus ojos y mirara con suplica a Carlos.
Posterior al incidente que me involucró a mi y a Esteban en el hotel, me exigió no volver a acercarme a su hermana, que para la próxima no sólo me rompería la cara sino que lamentaría haber nacido. No le tenía miedo, en absoluto, no luego de haber visto a mi más brillante estrella llorar mientras nos suplicara que dejáramos de golpearnos. No volvimos a hablar, no volví a verla en paddock, como si nunca hubiéramos tenido algo.
La extrañaba, increíblemente, quería sólo escuchar su voz o despertar con unas notificaciones diciéndome que tuviera un buen día y que no me olvidara de desayunar. Esteban se involucra demasiado en ella.
-Voy por algo más fuerte-dije antes de caminar hacia la barra.
- Lan…
Charles intentó detenerme, pero no lo logró. Caminé entre varias personas y pasé por su espalda, pude sentir su perfume y sonreí baboso.
La gala de la Fórmula 1 era un evento bastante elegante, no escatiman en gastos cuando se trata de aumentar las cifras y está fiesta era el mejor anzuelo para nuevos patrocinadores.
-Tequila -ordené a uno de los trabajadores.
Me giré para verla nuevamente, y sólo la pude observar riendo por algún comentario de Nick mientras Esteban miraba con desprecio. "Al menos también quería matar a otro" supuse.
Mire el vaso que estaba acompañado por un pequeño trozo de limón y un pequeño pocillo con sal. Dejé el limón de lado y sólo bebí el tequila. No soportaría la idea de verla sonriendo y sonrojándose con alguien frente a mis ojos.
-¿Dónde vas? -preguntó Carlos cuando iba rumbo a la salida.
- Al hotel, cumplí mi cuota en minutos aquí y no soporto más.
Cogí mi saco y me marché.
Toda la habitación estaba oscura, la única luminosidad presente provenía desde el exterior. Me había recostado sobre el suelo mientras metía dentro de mi boca uvas, no dejaba de pensar en lo linda que se veía y cuánto extrañaba sus mensajes. Quería besarla, nuevamente sentir su sabor y oler su cuello impregnado a su perfume, pero no era posible. No mientras Esteban siga siendo un idiota.
Mi celular sonó y sonó, y lo dejé sonar. No tenía ganas de ir con los chicos, sabía que eran ellos y no pretendía decirle excusas para que me dejarán en paz, era mucho más simple no contestar sus llamadas.
-Lando, abre la puerta. Te traje algo.
La voz de Carlos del otro lado de la puerta me hizo levantarme del suelo y encender la luz. Por lo menos podría contarle sobre lo tortuoso que era verla sin poder disfrutar de su increíble compañía.
-¿Qué pasa? -hablé anticipadamente.
Sus ojos, eran sus ojos con ese brillo particular que me hacía sentir como un bebé con su peluche favorito. Mi torrente sanguíneo tenía una velocidad increíble, sentía mi corazón como un motor excediendo sus límites
-Hola- habló.
Quedé sin palabras, estaba ahí como en mis mejores sueños. Sin respiración por su increíble mirada.
-¿Qué haces aquí? -susurré en shock
- No sé cuánto podremos entretener a tu hermano asi que, por favor… disfruten su momento y no hagan alguna idiotez.
Advirtió mi buen amigo español antes de marcharse por el pasillo, ella entró a mi habitación adueñándose de todo el lugar.
-No dirás nada…-comentó dejando su pequeña cartera sobre mi cama.
- no sé qué decir…
Sus manos cogieron de mi cuello y acercando mi cara hacia ella. Junto su nariz a la mía y yo dejé que mis manos tomar de su cintura con fuerza.
-dime que me extrañaste tanto como yo y será suficiente.
- nunca será suficiente…
Toqué sus labios y volví a sentir aquel sabor especial que tenían sus labios, eran incomparables, eran únicos, tan únicos como ella.
-Esteban dijo que…
-mi hermano no está acá -interrumpió- sólo estamos tú y yo, y ya.
Beso, sin desesperación, mis labios. No quería que acabará, no ahora. Hablo a penas pudimos darnos unos centímetros de distancia.
-Lando, te quiero… te quiero como nunca he querido a nadie y sé que es por falta de experiencia pero, lo digo en serio, te quiero muchísimo.
- ¿Y tú crees que no lo hago?¿Qué es fácil? No me contestaste mis llamadas, ni mis mensajes, bloqueaste mi contacto.
- ¿Y tú qué crees que fui yo, carajo?
Las lágrimas se escaparon de sus ojos y me volví a acercar. No me importaba recibir mil golpes más, no me importaba si Esteban quería matarme luego. La quería a ella, nadie más que a ella.
-No quiero que creas que no me importas, porque me importas muchísimo y no quiero que estés lejos …
-Princesa-sonreí triste- Tesoro… Mi amor…me encantas.
La abracé tan fuerte que la levanté del suelo unos segundos, como dos malditos enamorados furtivos.
-Debes saber algo -habló ella con una media sonrisa en sus labios- soy muy buena haciendo estrategia… así como tus ingenieros pero en otro contexto.
- ¿Ah sí?
-ajá-asintió orgullosa- y adivina…
- ¿qué cosa quieres que adivines?
- Tengo miles de estrategias para que tú y yo tengamos lindos momentos los días de carrera…
Aquella sonrisa pícara logró que yo me dijera a mi mismo: "AL CARAJO LA DISTANCIA IMPUESTA POR EL SABUESO OCON"
Cogí sus piernas y las tiré sobre la cama, con toda la intención de demostrarle cuán enamorado estoy de ella y cuánto la extrañe.
-Necesitaré curaciones mañana…
-¿por qué? -preguntó confundida
-Porque no me importa si tu hermano me rompe la cara una y mil veces.
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Es cortito, pero fue un pequeño momento de inspiración. Espero que les guste❤️
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ONE SHOTS- F1
FanfictionNo me pregunten nada, intenten disfrutar. Comentarios y votos, netamente como incentivo.
