Charles 2

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¿Quién era? Esa era la única pregunta que tenía en mi mente mientras la observaba. Tan despreocupada, tan concentrada en la lectura de las placas historicas. Sus dedos agarraron un mecho de su pelo y lo envolvieron. Yo sabía que los tour comenzaban en un par de horas, era muy temprano para que hubiera un visitante. Ella aún no notaba mi presencia en el salón, seguía con sus ojos pegados a la placa de Kimi. Suspiró sonoramente y siguió hasta la placa de Seb y la mía. 

- Hola ¿Estás perdida? -hablé interrumpiendo su lectura y llamando su atención.

Tenía ojos marrones y unas pestañas muy largas que iban hacia arriba. Sus labios estaba cubiertos por un suave color vino, casi parecía natural. Era muy guapa.

- La verdad es que no -respondió- sólo estaba paseando.

Me acerqué a ella, tenía las manos en los bolsillos para que no se diera cuenta que estaba algo nervioso y desesperado por acercarme. Miré la placa de mi nombre y el penultimo modelo de monoplaza que habían sumado al museo. 

- Este modelo no era el mejor -susurré- pero, le tengo mucho cariño.

-¿Debo suponer que tiene una linda historia? -preguntó. Asentí sonriendo- Supongo que eres Charles  ¿no?

Reí ante su total desconocimiento, pero asentí nuevamente. Ella elevó su mano y me saludó muy formal. Sus manos eran suaves y me dejaron un aroma a piña, seguro era una crema, una muy deliciosa.

- Fue con el monoplaza que ganamos en Monza -susurré recordando- jamás en mi vida me había sentido tan feliz.

- No puedo imaginar que se siente estar allá arriba -comentó mirando el carro- es decir, toda esa gente celebrando y gritando tu nombre... a mi sólo me daría mucha vergüenza.

Sus palabras tenían mucha inocencia, pero no tenía la edad para ser tan inocente. O eso creía.

- Sientes como si tuvieras un artificio en lugar de un corazón.

Ella sonrió y me dejó ver su sonrisa, removiendo mis intestinos que me hacían saber de su existencia. ¿Era mala idea invitarla un café? ¿ O qué me acompañara a almorzar? Se me hacía una mujer muy interesante.

-¡Hey! -gritó un hombre a mis espaldas- Aquí estabas..estaban.

Miré a mis espaldas y vi a Fred Vasseur, mi jefe. La sonrisa burlona de la chica ante mi obvia impresión, me hizo sentir un bobo. Ví como Fred se posicionó a su lado y besó su mejilla.

- Veo que conociste a mi pequeño bomboncito -habló el francés- ¿La recuerdas?

La chica mordía el interior de su boca, mientras yo intentaba recordarla. Y era bastante malo recordando. Miré a Fred para que me orientará, pero este esperaba que respondiera.

- La verdad es que... no, no recuerdo que tuvieras una hija.

- Es la menor -respondió agarrando sus brazos, haciendo que ella posara su cabeza en su hombro.

- ¿Qué...

Los recuerdos volvieron y me hicieron sentir pésimo. Cuando era parte de Sauber, alguna vez recorde a una adolescente de quince años ¿quizá?, tragué tan fuerte mi saliba que noté como ella sonrió. 

- ¿Tú eres...

- Elliette Vasseur -respondió.

Mierda. Ahora todo calzaba, por eso era la inocencia en sus palabras. Era una niña aún, bueno, una adolescente, sólo tenía claro que no superaba los veinte años. Obviamente, su cambio fisico era notorio, ahora ya no tenía entre sus manos un jugo de manzana, tenía las llaves de un auto. 

ONE SHOTS- F1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora