TRADUCCION_El Portador del Fin

XXIV - STEALTH

...Un año después

Me senté en un bar de mala muerte. Era el tipo de lugar que tenía reputación. Ocasionalmente estallaban aquí peleas antes de Leviathan, y eso no había cambiado después a pesar de la nueva apariencia impresionante.

Los inversores ricos prácticamente habían suplicado a los dueños de establecimientos en Brockton Bay que los dejaran mejorar... todo. Esto significó que incluso los bares de mala muerte se llenaron de obras de arte de la nueva era, paredes de azulejos de aspecto lujoso, pisos y exteriores remodelados y electrodomésticos, muebles y tapicería nuevos.

Por supuesto, no se podía sacar a los Brocktonitas de Brockton Bay, por lo que en unas pocas semanas, todo ese brillo nuevo estaba absolutamente cubierto de grafitis. Sin embargo, encontré el lugar encantador.

Me sentía incómodo con la frecuencia con la que aparecía representado en ese grafiti, pero por el momento no lo sabía.tiene que ser.

"Oh, Dios, se siente tan bien irse ", dije, pateando mis piernas y tirando mis brazos detrás de mi cabeza sobre el reposacabezas de la cabina.

Sabía que al menos cuatro personas iban a ser despedidas por esto. La CIA probablemente ya estaba entrando en pánico, la gente de VIPP probablemente estaba cagando ladrillos, y mi papá seguramente estaba desarrollando una úlcera, pero no me importaba.

Porque yo... tomé una margarita.

"¡Ella-en serio! ¿Alguna vez has probado uno de estos?" Llamé a la linda parejita en la cabina de al lado. "¡Me enteré de ellos cuando el Simurgh atacó en noviembre y los amo desde entonces!"

El disgusto de la pareja estaba claro en sus rostros, incluso para mí, pero no me importaba. ¿Por qué debería? Mi destacamento me encontraría lo suficientemente pronto y probablemente arrestaría a los dos por atreverse a mirarme lo suficientemente pronto.

Tomé un trago y luego chasqueé los labios un par de veces, sabiendo que los estaba poniendo aún más incómodos.

"Simurgh atacando en Manchester, y una vez más, Summoner no se presenta. Para aquellos con seres queridos en Manchester, nuestras oraciones están con ustedes".

"¡Maldita sea!" gritó un hombre unas mesas más abajo, sorprendiéndome. "¡Maldito Mana! ¡Qué maldito cobarde!"

Me estremecí, inconscientemente bajé la cabeza. Estaba descubriendo cada vez más que la fama era fugaz y voluble.

"Lo siento,"susurré, antes de tomar otro trago del dulce líquido salado.

Un año entero desde que Leviatán había muerto. Dos ataques, luego seis benditos meses de paz. Parecía que los Endbringers seguían el mismo horario, pero sin Leviatán, había una gran brecha entre ellos.

Solo hizo que la caída fuera más difícil cuando el Simurgh regresó.

Les rogué que me dejaran ir. Para dejarme intentarlo . Mejor que. Mejor lo intento y fallo que enfrentar el sentimiento de traición que sentía cada vez que un Endbringer atacaba y perdíamos una ciudad.

Pero... nadie me llevaría. Ningún teletransportador soportaría la carga de ser posiblemente la razón por la que End Slayer podría morir antes de estar lista. El mismo Strider había estado entre los que había resucitado en Brockton, y había declarado en términos muy claros que prefería morir de nuevo antes que verme en una pelea de Endbringer antes de que pudiera convocar al Fénix.

Así era como enmarcaban las cosas ahora, como si yo fuera un ser sagrado que debía protegerse a toda costa, sin importar el sufrimiento que sufrí cuando los elogios de la gente por mis esfuerzos contra Leviatán comenzaron a convertirse en odio mientras el Simurgh y Behemoth aún se enfurecían .

"Simplemente no lo entiendo. ¡Ella tiene una jodida bala de plata! ¿¡Por qué no simplemente va a matarlos!?"gritó el hombre de la mesa, ante los asentimientos de cabeza y el resentimiento coreografiado. "¡Ni siquiera tiene que esperar un ataque del Simurgh! ¡Siempre sabemos dónde está esa perra! ¡Solo llama al maldito pájaro y sic em!"

"Lo has dicho un millón de veces, Jeff. ¡Ella dice que no puede hacerlo, así que no puede hacerlo! Tiene jodidos dieciséis. ¡Dale un descanso ya!" Llegó un disidente sorprendente en las filas de hombres y mujeres enojados que miraban la televisión.

"¡Eso fue diferente, Bo, y lo sabes!" gritó el hombre, señalando con un dedo a la deriva al otro hombre y golpeando la mesa en el proceso. Las bebidas se derramaron por todas partes, atrapadas rápidamente por sus dueños, pero no antes de que la cerveza y otros licores empaparan la mesa. "¡Está atacando Manchester!

Aprieto los dientes con furia impotente. ¿¡Y qué si no puedo convocar a los seres superiores!? ¡Aún podría convocar a Ramuh o Titán! ¡Eso sería algo! Al menos estas personas podían ver que lo estaba intentando. Volví a llevarme la copa a los labios y la encontré vacía. Fueron tan rápido estos días.

Recordé en los primeros días, poco después de la muerte de Leviathan, que había sido optimista. Que con el tiempo y un poco de esfuerzo, me volvería lo suficientemente fuerte, mi reserva de maná lo suficientemente profunda, para volver a convocar a ese pájaro celestial, y tal vez incluso a los más grandes.

Había subestimado la brecha.

Eso no quería decir que no había hecho ningún progreso.Había descubierto nuevas convocatorias. Titan, Carbuncle, Siren, Golem y Fenrir eran increíblemente poderosos.

Cuando me presionaron, admití que no creía que ninguno de ellos estuviera siquiera cerca del poder del Fénix. No pensé que ninguno de ellos pudiera competir con un Endbringer. Sin embargo, protegido como estaba del mundo, no pude evitar sentir que había llegado a una meseta. El aumento de mi maná se había nivelado y era como si hubiera tocado un techo que no podía superar.

Así que me revolqué. Entrené, y el mundo comenzó a odiarme.ya que no pude participar en cada batalla final posterior. Pasó Nueva Delhi mientras yo lloraba en mi cama, deseando haber trabajado más duro, la ciudad entera destruida por el último esfuerzo desesperado de un cabo loco por duplicar el fuego de mi ave fénix. Solo Eidolon, mejorado como ahora parecía estar, evitó que ese ataque matara a todas las capas presentes.

La imagen de Scion, rescatando a un gato de un árbol a unos metros del cráter de la explosión una hora después, seguía siendo un meme que se burlaba regularmente.

Mi crecimiento fue constante, pero las enormes reservas de maná que necesitaba para poder convocar a un ser como Phoenix todavía parecían muy lejanas. Había perdido mi flauta durante la pelea, y nadie la había encontrado, a pesar de que toda una ciudad la buscó. Si aún existía, probablemente estaba en la bóveda de algún coleccionista, pero sospeché fuertemente que había sido destruido, robándome la enorme cantidad de maná que me había otorgado.

En primer lugar, no tenía idea de cómo lo había hecho, por lo que fabricar otra arma estaba fuera de discusión.

"Lo siento por ella", dijo el disidente, una vez que Jeff se hubo calmado un poco. "No puedo imaginar lo que debe estar sintiendo. Tiene el peso del mundo sobre sus hombros".

"Oh, vete a la mierda", murmuré, limpiándome la humedad de los ojos. "¡Oye!

La camarera que pasaba me asintió cortésmente antes de regresar al bar.

Actualmente no me parecía a Taylor Hebert en absoluto. Estaba jodiendo a Mana. Puedo pedir lo que quiera. ¿Maquillaje? Por supuesto. ¿Una peluca? ¡Eres el jefe Mana! ¿Una identificación falsa? Yo no... ¿ mi identificación? Bueno... ya que es para ti Mana...

"Renee fue tan fácil de convencer", pensé con una risa amarga. Ella era una presa fácil. Un ventilador. Y me había aprovechado al máximo de eso por unas horas de libertad.

Cuando planeé esta pequeña excursión, no había previsto que el Simurgh atacara justo en el medio. Yo solo... quería estar solo por unas horas. Ahora...? Bueno. Ahora quería estar solo y borracho.

"¡Los poderes son poderes! ¡No hay ninguna otra capa por ahí que pueda hacer algo en un minuto y de repente ya no pueda más! Apuesto a que el gobierno le impide matar a los otros Endbringers. momento ventajoso. Probablemente esperarán hasta que uno de ellos esté atacando el CUI antes de que finalmente la dejen hacer lo suyo", dijo una morena delgada con la piel picada de viruela.

"Yo no creo en eso", respondió Bo. "Creo que es obvio. Está asustada. Leviatán atacó su ciudad natal por primera vez, y fue su primera pelea real. No debería verse obligada a entrar en eso nuevamente. ¡Lo que debemos hacer es dejar que tenga tiempo para-! "

"¡A la mierda su tiempo!¡Y su miedo por esa cuestión!" Jeff balbuceó enojado. "Gente, ¡buena gente! – se están muriendo mientras ella se sienta en su maldita torre de marfil, jugando con carritos y montando lindos espectáculos en el cielo. Ella convoca al menos una vez al día, ¿sabes? Puedes verlo en Brockton. Ella puede convocar, entonces, ¿por qué diablos no puede convocar al gran pájaro de fuego y freír el Simurgh en el acto antes de que tengamos que poner en cuarentena a Manchester, eh?

Temblé antes de enterrar mi cara en mis brazos, tratando de callar las palabras. No debí haber venido aquí. No debí haberme escapado de mis manejadores.

'Querías estar solo. Tener un par de horas lejos de tu séquito, Taylor. Felicitaciones'.

De repente, una mano se posó en mi hombro. Parpadeé y miré hacia arriba para encontrar a la camarera mirándome, preocupada.

"¿Familia en Manchester?" preguntó en voz baja antes de servir otra margarita congelada.

"N-no. Solo... miedo general, supongo. Malditos finalistas. Maldito invocador. Resultó ser una heroína, ¿eh? " , respondí . Llegó fácilmente. Me odiaba a mí mismo casi tanto como Jeff parecía odiarme.

"Cuéntame sobre eso... Bueno, solo avísame si necesitas algo, ¿de acuerdo?" preguntó cortésmente antes de girarse y dirigirse hacia el bar.

Recogí la margarita, la cuarta de la noche, cuando dos personas se deslizaron en la cabina a cada lado de mí.

Parpadeé. "¿Amy? ¿Arty?"

"Ajá", respondió mientras tomaba el balde de maní que estaba sobre la mesa y abría uno.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Yo pregunté.

"¿Qué piensas? VIPP me llamó. Dijeron que pensaron que te vendría bien un amigo, así que aquí estoy", dijo.

Suspiré antes de girarme hacia Artemeción. Arty en su ropa de civil. "Tú... nunca me perdiste la pista, ¿verdad?"

"Ni por un minuto".

"¿El viaje en autobús hasta aquí?"

"El conductor era un pensador del Protectorado. Dos tipos rusos en la parte de atrás eran guardaespaldas. La mayor parte del resto del autobús era VIPP de una forma u otra. También había una escolta de helicópteros que volaba por encima del alcance audible".

"Joder... Entonces, ¿por qué me dejas hacerlo?"

"Esta organización no existe para decirte qué hacer y qué no hacer. Existe para mantenerte a salvo, lo que sea que elijas hacer. Hasta, e incluso, acomodar una pequeña rebelión adolescente".

"Demasiado para eso," siseé. "Entonces, si elijo ir allí ahora, ahora mismo , ¿el VIPP me llevaría allí?"

Señalé con enfado la televisión donde imágenes granulosas de Manchester se mostraban en la pantalla.

Artemeción suspiró.

"No, Taylor. No estás lista, e incluso si lo estuvieras, nadie se siente cómodo enviándote a pelear con los Endbringers a tu edad".

"Entonces, cuando tenga 18, estará bien que me dejes sacrificarme, pero ¿soy demasiado joven ahora? ¡Mira a ese tipo!" Grité señalando la mesa donde Jeff tenía el rostro enterrado entre sus manos. Sabía, intelectualmente, que enfadarse conmigo era su manera de sobrellevar la situación. Que estaba aterrorizado por la familia y los amigos. Quería que vivieran.

Yo también.

"¡Le estoy fallando! ¿No puedes ver eso? ¡Quiero ir! ¡Incluso si no puedo invocar al fénix, todavía puedo ayudar! Mis invocaciones no son débiles y mi curación aún es lo suficientemente fuerte". ser un cambio de juego por ahí!"

"No es... maldición, no sé cómo decir esto sin que suene como una galleta de la fortuna. He estado donde tú estás, Taylor. He estado exactamenteDónde estás. No sé por qué se hizo más fácil. Tal vez estaba siendo revivido. No lo sé, pero me di cuenta de que no puedo cargarme con toda esa responsabilidad, y tú tampoco. Tienes que ser capaz de salir a tomar aire".

"¿¡No es eso lo que era todo este maldito asunto!?" Grité. "Quería un poco de tiempo sin toda la presión... quería ser Taylor, solo Taylor. "

¿Renee, más bien?", preguntó Arty con una sonrisa descarada. Quería abofetearlo por hacerme reír en un momento como

este . . ¡Cada uno de ellos!"

"Entonces, según esa lógica, ¡cada persona que muere y que yo podría haber sanado también es mi culpa! ? Taylor... no funciona así. Esono puedo No tienes idea de lo irónico que es que yo sea el que te diga esto, pero sus muertes no son culpa tuya". "

¡Pero todos dependen de mí!" , Grité, atrayendo la atención de varios clientes. y no estaba demasiado preocupada por ser reconocida, pero Amy era bastante famosa por derecho propio.

"¡Literalmente todos! No puedes saber cómo se siente eso. Ya no puedo ser solo Taylor o solo Mana . Tengo que ser Summoner ahora y cada segundo que no puedo ser me odian más..." susurré.

La mano de Arty encontró mi espalda mientras me balanceaba lentamente de un lado a otro, acunando mi alcohol como un salvavidas. Como para fastidiarme, el presentador de noticias comenzó a enumerar los nombres de los cabos fallecidos en la pelea en curso, pinchando una herida que ya estaba supurante.

"Es demasiado y me estoy rompiendo por debajo..." susurré.

"Bueno, entonces hagamos algo productivo. Algo bueno. Vamos".

Se puso de pie y lentamente me sacó de la cabina. Dejé el vaso y nos dirigimos a la salida, mientras Arty se dirigía a la barra para saldar mi cuenta.

"¿A dónde vamos?" Pregunté suavemente.

Amy sonrió. "Para ver a Vicky".

OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

La chica antes conocida como Glory Girl, había cambiado. Dramáticamente. Parpadeé al verla con un par de batas, sosteniendo a una anciana y flotando lentamente hacia nosotros a través de los pasillos del hogar de ancianos en el que ahora trabajaba.

La anciana se reía como si no se hubiera divertido tanto en años. Vicky se abalanzó en un círculo perezoso antes de depositar suavemente a la mujer en un sillón suave y flotar de nuevo para ponerse de pie.

"Oh, Dios, amo a esa Victoria", dijo la mujer, una vez que recuperó el aliento.

"Bueno, no podemos hacerlo a menudo, sabes, pero tal vez la próxima vez podamos salir a los tejados si quieres, Cynthia". Vicky respondió feliz.

"Eso suena encantador querida. ¡Pero por favor preséntame a tus amigos! Aún tenemos un poco de tiempo antes de la cena, ¿no?"

Vicky sonrió. "¡Me encantaría! ¡Esta es mi hermana Amy y esta es Taylor!"

"Amy y... y Taylor. Lo siento mucho, pero habré olvidado esos nombres en dos minutos, ¡pero es un placer conocerlos a ambos!" dijo la anciana.

"El... placer es todo nuestro, estoy segura", dijo Amy. Permanecí en silencio, temeroso de que aún pudiera arrastrar las palabras.

"Bueno, Victoria. ¡Diviértete con tus amigos! ¡Ya sabes dónde encontrarme!" Cynthia dijo antes de girar rápidamente hacia la televisión comunal para ver un viejo episodio de algún western que ya estaba llamando la atención de otros tres residentes.

"Hola, Vicky", dijo Amy, más brillante y animada de lo que jamás recordaba su actuación ante Leviatán.

"¿Qué te trae a ti y a mana aquí para ver al pequeño yo?" preguntó mientras se giraba y comenzaba a alejarse. "¿Acompáñame, por favor? Tengo que cambiarme algunos calzoncillos antes del almuerzo. Amy, ¿planeas dar de alta a alguna de estas personas hoy?"

"Por supuesto", dijo Amy, antes de volverse hacia mí. "No podemos simplemente sanar a todos aquí como normalmente lo hacemos en los hospitales. Solo a personas específicas. Desafortunadamente, las personas en hogares de ancianos no suelen estar agradecidas por la curación. A veces solo significa sufrimiento prolongado. Otras veces es solo que no tienen otro lugar". ir. Ser funcional de repente no cambiaría eso".

Asentí con seriedad.

Seguimos a Vicky por el pasillo. Había pasado bastante tiempo desde la última vez que la había visto. Ella y Amy habían arreglado sus diferencias, aclarado algunas cosas incómodas y reparado los agujeros que necesitaban ser reparados.

Por razones obvias, Amy ya no se quedaba cerca de Vicky con tanta frecuencia. Durante los primeros días tuve que usar a esuna para eliminar el efecto de estado de encanto de ella más veces de las que quería contar, pero esas veces se habían vuelto cada vez menos. Si eso fue porque el tiempo que Amy estuvo lejos de Vicky la estaba aislando del efecto, o si fue solo porque no pasaban tanto tiempo juntas como cuando estaban en la escuela secundaria, no podría decirlo.

"¿Cómo te está tratando la escuela de medicina?" Amy preguntó mientras caminábamos.

"Oh, es un infierno. Un infierno absoluto, además de esta pasantía. Pero también es genial. Una gran clase de infierno". Hizo una pausa por un momento, con un dedo en la barbilla. "Creo que entiendo por qué nunca te enorgulleciste de esa licencia honoraria que te dieron Ames".

"Me sentí mal", estuvo de acuerdo Amy. "Necesario para permitirme trabajar, creo, pero no lo merecía".

Doblamos una esquina y nos encontramos en un largo pasillo, igual al que acabábamos de dejar, con puertas alineadas a ambos lados. De vez en cuando, las ventanas o puertas que daban al exterior dejaban entrar la luz del sol, pero eso no ayudaba a aliviar el extraño olor que impregnaba el lugar.

"¿Señor Panchenko?" preguntó Victoria, golpeando suavemente una puerta y abriéndola. El olor inmediatamente se duplicó. "Señor Panchenko, ¿Estás despierto? ¿¡Qué querías de postre esta noche–!?"

Dejó que la puerta se abriera completamente revelando una habitación oscura. Encendió la luz justo a tiempo para que todos escucháramos un tintineo repentino golpeando el suelo de baldosas duras.

Mis ojos se abrieron cuando vi a un hombre completamente adulto parado en la habitación con una cubierta de grado militar y una máscara antigás.

Solo tardó medio momento en darse cuenta de que el tintineo procedía del alfiler extraído de una granada que tenía en la mano.

El hombre no dudó. Nos arrojó la granada, teniendo cuidado de lanzarla sobre la ex heroína rubia.

Vicky lo agarró, pero falló y voló directo hacia mí. Apenas tuve tiempo de pensar. ¿Era esto? Después de todo, ¿todo el esfuerzo de tratar de recrear lo que había hecho en un estallido de furia justiciera, un año de fracasos, todo para terminar sin siquiera tener la oportunidad de luchar contra los otros dos?

Casi me golpeó, pero de repente se activó un pequeño dispositivo tinkertech en mi collar. Una luz azul similar a un holograma envolvió la granada antes de que la luz pareciera volver a doblarse en el amuleto de mi collar.

La luz desapareció y la granada no se encontraba por ninguna parte.

Todos parpadeamos.

"¡Ch-delicia de cereza, por favor!" vino una voz ronca desde la cama a la vuelta de la esquina, justo al lado del asesino desconcertado.

Vicky empezó a hacer crujir los nudillos.

FIN DEL CAPITULO

N/A: Hola a todos. Así que me sentía nostálgico. Vamos a revivir este viejo thang. ¡Con un salto de tiempo! El mundo ha seguido adelante y las cosas han ido un poco diferente al cañón. ¡Especular! ¡Que te diviertas!

¡Vaya! ¡Y apoye mis trabajos originales en , y si está interesado!

¡Hasta la próxima!