Gilbert
Siento como la enfermedad se apodera de mí lentamente, como cada día me siento más débil y como siendo poseedor de un corazón frágil y desdichado, he vivido estos últimos días de mi vida. Por momentos, mi mente vagaba en las más profundas fantasías de mi corazón y, podía ver a esa chica pelirroja, dueña de mi afecto y mi cariño, sentada junto a mí, sosteniendo firmemente mi mano en la suya, la cuál poseía un sencillo pero bello anillo, en uno de sus finos dedos. Su figura permanecía allí, sentada junto a mí mientras que, aún estando enfermo, podía sentir como un sentimiento de bienestar inundaba mi ser, sintiéndome el hombre más afortunado del mundo, al tener en mi vida a la mujer que más amo. Pero, ustedes ya saben que eso solo es una bella pero engañosa fantasía. Aún así, Anne seguía allí. Y su presencia se sentía tan vivida, tan real y perfecta que, sentí por un momento, que no todo lo que creía que era una ilusión, era producto de mi imaginación. Aún así, ella seguía sosteniendo mi mano, asegurándome que todo estaría bien y que pronto, volveríamos a proyectar esos pacíficos paseos, donde caminábamos por los campos más verdes, repletos de las más coloridas flores, siendo estas iluminadas por un radiante sol, firme guardián, protector de las tierras más delicadas, pertenecientes a Avonlea. Proyecté mi mirada en él, y al descender mi mirada en ella, sus ojos verdes y su encantadora sonrisa, hicieron que mi corazón acelerada sus latidos tan rápidamente, que creí que iba a salirse de mi pecho. Y es que sin dudas era ella, única dueña del corazón, del amor, del afecto y respeto, pero más aún de mí, siendo cautivado por su belleza única, capaz de hacer que mi mundo se detenga, y que mi ferviente amor por ella crezca. Me es imposible seguir aguantando, todo esto que siento me esta matando. Si ella pudiese corresponder, yo sé que podría hacerla feliz.
Luego, mis ojos vieron como mi gran amor se desvanecía, como un silencio roto, y como el sol poco a poco se extinguía, al contrario de mis sentimientos, que se encontraban más encendidos que nunca. Oh Anne, espero algún día vuelvas a hablarme, así de una vez poder mi corazón entregarte, ya que es tu nombre por el que únicamente aún late. Estoy decidido a no perder las esperanzas de que mi dulce Anne sea capaz de devolverme con la misma intensidad tan profundos sentimientos que siempre he albergado por ella.
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"𝓜𝓲 𝓐𝓷𝓷𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓔 "
RomanceEste es un relato que nos cuenta como es la historia de ellos, de Anne y Gilbert antes y después del matrimonio, y como los afecta a cada uno de ellos, ofreciendonos simultáneamente sus dos puntos de vista. Siempre he amado su historia y he querido...