Capítulo XV

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Es imposible saber lo que el destino nos deparará. Pero por más de que no sepamos que nos aguerde al final del recodo del camino, lo mejor es seguir adelante, sin importar cuanto tardemos en llegar ni las cosas que tendremos que superar para ello. Mi imaginación me dice que lo importante no es saber cuál es nuestro destino, si no el hecho de dirigirnos a él, ya que este va a estar siempre esperandonos al final de nuestro viaje, sin importar lo que pase. Y lo sostengo firmemente. ¿Tendremos incertidumbres en el camino? Seguramente. ¿Habrá un momento en el que nos arrepintamos de haber tomado ese viaje? Lo ultimo de lo que hay que tener miedo es a vivir y soñar que puede ser posible, a pesar de que al final puede que no sea así y que nos llevemos una gran desilusión, sin embargo, yo seguiré creyendo que puede cumplirse. Por eso acepte mi destino, acepte el hecho de que estoy enamorada de Gilbert y por eso me case con él, porque lo amo profundamente y creo que es posible el que vivamos una vida placentera juntos. Sin dudas tendremos nuestras diferencias y sé que no todo será como un sueño hecho realidad, pero imaginarlo no cuesta nada y junto a Gilbert puedo creer.
En conclusión elijo vivir sin miedos, ya que el solo motivo de tener miedo nos hace querer detenernos en el medio del camino al destino y mirar hacia atras mientras dudamos en retroceder y cambiar de rumbo. Y no lo permitiré, no permitiré que nada se interponga en mi camino hacia una vida que he anelado desde siempre, esa vida que siempre había soñado se me presenta ahora como una posible realidad, y eso hace que mi espíritu llore de felicidad, sabiendo que esta vida no hubiera sido posible sin ellos, sin Matthew y Marilla, mis seres más preciados, sin esos amigos que han ayudado a fundar esos recuerdos que jamás olvidaré, a Gilbert, mi gran amor, más sobre todo a Avonlea, tierra en la que no he nacido, pero que me ha abierto para siempre las puertas de una vida plenamente feliz y que reina en mi corazón como mi gran madre tierra.

...

Y aquí se cierra el telón para esta gran historia, la cuál nunca ha de tener final, porque Anne y Gilbert junto a su gran amor vivirán por siempre en los corazones que han de creer en un amor eterno y real.

"𝓜𝓲 𝓐𝓷𝓷𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓔 "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora