"𝓜𝓲 𝓐𝓷𝓷𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓔 "

Capítulo V

Gilbert

Cuando la vi llegar, cuando vi a Anne entrar por primera vez al salón de clases, precisamente el lugar en donde tuvo lugar nuestro primer encuentro, simplemente me dejó sin palabras. Deseaba conocerla, deseaba estar con esa inusual niña poseyente de una increible imaginación que sencillamente me cautivo desde es primer momento. Y con determinación y esfuerzo sabía que podria llegar a atraerla, llegar al menos a cruzar palabra con ella. Y al contrario de la misma, mi corta imaginación no pudo ir más allá de la gran idea de tirarle de su trenza larga y pelirroja y llamarla "zanahoria". Y claro que fue una excelente idea ya que, por consiguiente, recibí un golpe de su pizarra en la cabeza. Desde ahí, toda la clase, más yo por sobre ellos, rendimos cuanta del gran temperamento que poseía, al igual que el lindo color de su cabello, un temperamento de fuego.
A medida que pasaron los años, sin saberlo, un velo se desvelaba dentro de mí, un velo que jamás podría haber sido descubierto de no ser por ella, no sólo por su llegada más por su gran amistad que luego me brindo, por esos momentos juntos y largas charlas que compartimos a diario, todo eso en conjunto me hizo dar cuenta que realmente ella era la mujer a la que amaba.
La desdicha que sintió mi pobre corazón fue incomparable, al dar con la verdad de que esa chica, la chica por la que siempre latí, se opuso a estos irrefrenables sentimientos que tanto reserve, a la espera de este momento.
Sus razones fueron incomprensibles para mí, sabía que Anne sólo estaba de alguna forma, por más extraño que pueda parecer, temerosa, por desconocer el destino que nos depararía y a su vez también sus sentimientos por mí, la suma de estas razones la hizo rechazarme.
Le insistí, insistí en que aceptara, que nada debía de temer o suponer y que para saber la respuesta solo debía sentir muy dentro en su corazón. Sin embargo, estas incistencias fueron en vano, ya que con el más grande pesar se retiro por el camino que habíamos recorrido sin que sus humedos ojos miraran atrás.
Estaba frustrado, pero creo que en el fondo la comprendia, entendía que debía dejarla, así tenía la oportunidad de procesar todo y al fin descubrir lo que verdaderamente su corazón desea.
Por mientras mis sentimientos y yo aguardaremos, como un libro que es cerrado mas no terminado, a la espera de que su autor continúe la historia.