Capítulo IV

289 10 0
                                    

Anne

No sé lo que mi corazón siente. Nunca, ni en mil años mi imaginación hubiera dado un salto tan grande como para ser capaz de imaginar que él, que Gilbert Blythe seria el cabellero que siempre soñe en que un dia se arrodillaria frente a mi con la intención de ser mi esposo, que él sería mi príncipe encantado.
No puedo sinceramente negar que no es atractivo, realmente es todo un caballero, pero nunca imagine que podía llegar a ser su esposa. Creo que, en el fondo de mi corazón, sabía que Gilbert lo haría, que algún día lo encontraría así, arrodillado frente a mí con unos ojos vivos y anelantes por conocer mi respuesta, por saber si era capaz de brindarle esa felicidad que el espera que yo le brinde con el fin de ser su esposa. Pero él desconocía que yo nunca podría hacerlo y por eso quise negarlo, quise negar el hecho de que tal vez Gilbert Blythe albergara sentimientos por mi y de que tal vez esos sentimientos sean de alguna forma correspondientes. Aún así no quería arruinarlo, no quería arruinar el lazo de la amistad que por años nos une el cuál a consecuencia de mi respuesta, por el solo hecho de aceptar podría romperse y ser reemplazado por uno que podría ser mucho más fino y delicado de lo que él cree, capaz de romperse en un soplido. Y no lo permitiré, aunque sabía que sus bellos ojos nunca más volverían a mirarme de esa forma lo negué, oculte cualquier sentimiento que fuera más allá de la amistad entre los dos y aunque en el fondo de mi corazon sabia que tal vez podria ser un error lo hice, lo rechacé.

"𝓜𝓲 𝓐𝓷𝓷𝓮 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓷𝓪 𝓔 "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora