Salgo del pequeño baño de mi habitación con las manos temblorosas, aun sosteniendo la pequeña cosa con fuerza.
Empaco la ultima de mis prendas junto a la ropa de Nathan.
Mis manos temblorosas rápidamente cierran el ciper de la maleta.
Esperó la indicación de Josh para salir. Mi teléfono suena en la cama y recibo un mensaje de él, diciendo que ya está listo.
Arrastró la maleta detrás de mi y paso junto a Nathan quien me sigue. En sus brazos hay un oso de felpa que mamá le regalo hace como 6 años, desde que salimos de la casa hogar, no a pronunciado palabra alguna.
Mis manos tiemblan debido a que no puedo dejar de sentir que él vendrá. Siento que si no me apresuro, el va a encontrarme.
El auto de Josh esta aparcado frente a nuestras casas con el maletero abierto. Nathan no dice nada mientras se sube en el asiento trasero.
No hace ninguna pregunta, la explicación que le di, fue suficiente.
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Nathan:¿A donde iremos?¿Donde está mamá?...
Skyler: Iremos a un lugar donde viviremos felices, eso es lo que mamá hubiera querido... solo no te separes de mi Nat, te prometo que todo estará bien.
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Josh toma la pesada maleta que traigo conmigo y la acomoda en un espacio junto a la suya.
Le conté todo. Absolutamente todo, desde como Harry entro en mi vida, cuando me obligó a tener relaciones, cuando mató a Oliver, cuando fui a vivir con el.Todo.
El dijo "Vámonos lejos Skyler, yo estoy contigo".
Tome el papel donde escribí unas palabras al castaño de ojos verdes, donde explico cuanto llegue a amarlo, donde le digo que nunca podré olvidarme de él.
La arrugó en mis manos y siento las lágrimas calientes quemar mis mejillas. Desearía que nada de esto hubiera pasado, desearía nunca haber entrado a trabajar en el café.Tal vez así, hubiéramos evitados tantos problemas, pero el hubiera no existe, así que sin más, solo me queda enfrentar lo que venga destinado para mi.Tal vez al lado de un chico como Josh pueda ser feliz o al menos vivir en paz.
Un chico que me ama desde hace tres años, según me lo había contado él. Me ofreció su ayuda hace una semana, cuando salimos de los amparos con Nathan de la mano. Me había pedido hablar y me había confesado todo lo que sentía por mi, cuanto me admiraba por haber sacado adelante a mi madre y a Nathan yo sola sin la ayuda de nadie. No me juzgo por haber tenido una relación tan enfermiza con Harry, solo se limitó a abrazarme fuerte.
Me abrió las puertas de su casa en Alemania, me pidió una oportunidad para hacerme feliz y yo acepte.
Sabía que huir no era una buena opción, pero de momento parecía la más fácil y menos dolorosa.
Mire el cielo que ahora se encontraba manchado con nubes negras pero hermosas. Tristes.
Recordé como había borrado todos y cada uno de los mensajes que Harry me había enviado sin siquiera verlos. Lance mi teléfono contra la pared al mensaje numero 37 y la llamada numero 52.
El primer día fue un asco, había llorado todo el día abrazada de Nathan quien lloro conmigo.
El segundo día fue de depresión, solo no quería salir, ni comer y mucho menos hablar. Con el único que hable fue Nathan.
El tercer día llore y me enoje, me enoje con todo el mundo por ser tan débil y con Dios por haberme quitado a mi madre.
El cuarto día salí al jardín de la casa de Josh en las afueras de la ciudad a tomar aire acompañada de Nathan, pero ambos terminamos llorando debajo de un árbol.
El quinto día fue la aceptación, finalmente había aceptado su muerte y había pedido disculpas a Dios por haberlo culpado, sabiendo que el hizo que ella ya no sufriera.
Me di cuenta de que lloraba de nuevo cuando una gota salada caía en mi boca, después cayó otra en mi cabeza, una más en mi frente antes de que muchas más comenzarán a mojar mi cuerpo. Escuche como Josh me gritaba entrar al auto para poder irnos al aeropuerto, pero simplemente no hacia caso. No podía apartar la mirada del cielo negro sobre mi cabeza.
Deje la carta en el buzón junto a la nota para el cartero y la prueba de embarazo dentro de un sobre pidiendo que la carta fuera entregada a Harry Styles, junto con su dirección y numero de teléfono.
Las lágrimas eran pesadas y sabían saladas mientras entraban en mi boca y bajaban a mi cuello. La lluvia seguía fuerte sobre mi. Vi a Nathan llorar abrazado de Josh quien me veía con dolor desde adentro del auto. El entendía que yo necesitaba un momento.
Un trueno resonó en el cielo y la lluvia cayó con más fuerza.
Instintivamente lleve mis manos a mi estomago. Acaricie mi plano estómago desesperada por sentir algo, por sentirlo a él. A mi bebe.
Suspiré una vez más y limpie el rastro de lágrimas. Tome aire una vez más y camine al auto. Subí al asiento copiloto y Josh, sin decir nada comenzó a conducir por la solitaria carretera mojada.
Solo esperaba poder superar esto, sacar adelante a mi bebe y a mi hermano y, con suerte, poder ser feliz con Josh Dowson, olvidándome de Harry Styles, el verdadero amor de mi vida.
