Donde Jimin quiere que el hombre con el que lo hicieron casar, se fije en él.
Solo quiero, que te fijes en mí.
• Personajes: Kookmin
• Fanfic
• Genero: Bl, drama, angst.
•Créditos: Portada y Banner (si eres la que me hiciste esta portada y el banner...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JungKook no podía estar más fastidiado en ese día.
Tener que soportar a la molestia de Jimin, como lo consideraba, en todo el camino era como una maldición.
No contaba con un cambio de planes.
Justo cuando esperaba dejar aquel parlante en su casa y no volver a verlo por el resto del día, todo se arruinó cuando el chófer le dio una mala noticia.
Las madres de ambos los querían en la mansión que estaba casi a las afueras de la ciudad.
No sabía cuál era la razón de ello, y tampoco quería saberlo. Solo no quería ver a Jimin.
Maldecía su vida.
Mantenía su vista en la ventana del auto, su ceño estaba más fruncido de lo normal, no creía sinceramente lo que le pasaba. Su vida apesta.
En todo el trayecto, desde que subieron al auto, Jimin no soltó su mano izquierda, la sentía asquerosamente sudada, pero al rubio no parecía importarle.
Trató varias veces de soltarla, pero Jimin se empeñaba en mantenerlas juntas.
¿Cuánto rechazo más tendría que mostrar para que lo deje en paz?
—Mira, JungKookie — y ahí iba de nuevo, su voz chillona.
No podía callarse.
Su actitud era tan enérgica que lo agobiaba, esos ojos azules que lo veían con notable emoción, los aborrecía.
Era una persona llena de vida a pesar de los rechazos.
—Déjame en paz — contestó con sequedad y no apartó su mirada de la ventana.
—Pero JungKookie — volvió a insistir. — Solo quiero que mires.
—¡Déjame en paz! — alzó su tono de voz, mientras soltaba su mano, aprovechó el momento para finalmente soltarlo.
El grito alarmó al chófer, quien, asustado, miró por el retrovisor. Su mirada mostraba desaprobación, pero se contuvo de hacer comentarios, ya que solo era un empleado.
No pudo evitar sentir lástima por el joven Jimin. Ver cómo su labio inferior temblaba por el grito repentino le hizo sentir muy mal, se le encogió el corazón.
No entendía cómo JungKook era tan insensible.
Eso fue suficiente para volver su mirada al camino. No quería tener un accidente por curiosidad.
—So... solo quería que vieras el parque donde jugábamos de niños, solo eso — mordió su labio inferior tratando de retener sus lágrimas.
—No me hables de estupideces. Ya crece.
Su molestia era tan evidente que ya no quería escucharlo. Al tener finalmente su mano libre, sacó sus auriculares junto con el celular del bolsillo y se puso a escuchar música a todo volumen.
