Ninken [Kiba Inuzuka]

Capítulo 10: La torre...

El día parecía estar llegando a su fin y así el 2do dia del examen, que gran dia habia sido para Kaori quien no conseguía caminar más allá que apoyada en Kiba, aun no entendía si realmente tendría alguna fractura o era sus tendones que se habían atrofiado, lo unico que sabia era que el dolor no cesaba por más que no quisiera pensar en ello.

Los cuatro chicos y el cachorro ya estaban exhaustos, habían caminado todo el dia y no tenían rastros de llegar a la torre, Kiba iba a un ritmo lento en su andar, ya que no quería forzar a Kaori, podía notar el dolor que la pelinegra sentía cuando sus quejidos casi imperceptibles salían por su boca, por otro lado Akamaru ya se había acostumbrado de la vena y de la actitud explosiva de Kaori por lo cual ya no caía inconsciente cada vez que se asustaba por sus gritos, ya era un perro valiente o eso esperaba.

-Descansemos un rato.- Musito Shino sentándose contra un árbol acompañado por el resto, Kiba soltó levemente a Kaori y luego se sentó a su lado agotado, la chica le proporcionó una sonrisa débil mientras veía a Akamaru posicionarse en su otro lado, parecía que ambos la protegían.

-Kaori-chan.- Hablo Hinata captando la total atención de la chica.- Nunca te había visto en la aldea.- Kaori sonrió ante esa afirmación, aparentemente todos decían lo mismo cuando la conocían.

-Nací y crecí en Konoha.- Respondió orgullosa

-¿Y cómo es que nunca te vimos? .- Indago, Kaori la miro seria preguntando si debía ventilar su vida a unos extraños o no.

-Tuve un entrenamiento distinto a todos, supongo yo.- Elevó sus hombros sin darle importancia y empezó a acariciar la cabeza del pequeño cachorro que estaba a su lado, lentamente llevo su mano a su cara ya que tenia picazon y en el momento sintió algo duro sobre sus labios, comenzó a tallar y miró su dedo un poco de sangre seca.

Y en ese preciso momento recordó la batalla o mejor dicho la golìza que se había llevado e involuntariamente llevó sus manos a sus oídos, recordaba el líquido caer sin parar por ahí, suspiro, debía estar hecha un desastre.

-Que buen enfermero eres, eh.- se burló Kaori mientras chocaba su hombro con el del castaño, el simplemente la miró sorprendido ¿Realmente le estaba hablando de manera amable? Desde que se despertó no pararon un segundo de discutir, era algo realmente raro que ella actuara así con el.

-¿Por qué lo dices? .- Le sonrió medio desconfiado.

-Porque se supone que cuando tienes a un compañero shinobi caido en batalla debes velar por el hasta que se despierte y eso tambien incluye limpiar sus heridas.- Respondio serena mirando al frente con una sonrisa ladeada, Kiba no entendia, el ya habia hecho todo eso por su compañera la noche pasada.- Y limpiar su sangre.- Concluyo la chica, ahora si el entendia a lo que ella se referia, sonrio por lo bajo y miro el perfil de la chica, una nariz pequeña, tez blanca y mechones de pelos negros que cain rebeldes sobre su cara, apesar de su caracter tosco el debia admitir que ella era agradable asi como tambien era muy bella.

-¿Acaso tú me limpiaras? .- Pregunto siguiendo el juego, ella simplemente rio inaudible.

-Espero nunca llegar a hacerlo.- Volteo la cara para mirarlo y suspiro recordando a sus compañeros que ella en algún momento llegó a cuidar o simplemente sepultar, esperaba nunca llegar a esa situación con el castaño que tenía a su derecha.

Kiba se paro bajo la atenta mirada de Kaori y se posiciono frente de ella en cuclillas mirandola a los ojos, ojos negros como la noche y ella no podia dejar de mirar sus pupilas alargadas que le deban una apariencia de salvaje al chico, realmente nunca habia visto unos ojos asi y le parecian fascinantes, ella solo sonrio de lado, mientras que el chico se lamio su pulgar dispuesto a limpiar las manchas de sangre del rostro de la chica.