Capítulo 13: Una cita con un ¿perro?

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-Nunca mas quiero volver a organizar un estupido examen.- Grite en suelo de mi casa mirando los pergaminos esparcidos a mi alrededor.

-Nunca digas nunca, querida.- Dijo mamá pasándome un poco de té, lo tomé y le di un sorbo.- Mañana ya acaba todo, tranquila, luego nos iremos a las aguas termales por un par de días.- Suspire mirando, que así sea.

-No sé para qué debo entender esto, si esta vez no es mi juego.- Dije mirando el pergamino con las normas de la tercera fase, mamá se sentó frente a mí agarrando aquel pergamino.

-Por qué es nuestro deber entender lo que pasa y actuar si algo sucede.- La mire aterrada.- Que nada va a pasar.

-Lo mismo dijiste hace un mes y terminé con un pie fracturado.- Rodé los ojos y ella solo negó.- Sin contar que aún no sabemos qué está tramando Orochimaru.

-Ya pasó un mes, no creo que vuelva.- Dijo restando importancia mientras bebía su té y leía un pergamino.

-Nunca digas nunca, Anko.- Recalque mientras terminaba de leer el instructivo de mañana, mire por la ventana y la luna alumbraba la pequeña cocina del apartamento.- Bueno, suficiente por hoy, necesito dormir.- Avise mientras me levantaba y recogía los pergaminos que usaré mañana.- Buenas noches.- Bese la frente de mi madre y salí del living.

Una vez en mi habitación me dispuse a entrar al baño a darme una ducha, ya casi medianoche y yo sigo organizando un examen por el cual no me dan ni las gracias.

Me duche y sali del baño de mi habitación, cuando termine de ponerme la pijama sentí unas piedras en mi ventana, me acerque despacio y allí abajo estaba Kiba junto a Akamaru, abrí la ventana sin hacer un ruido y de un salto ya me encontraba junto a él.

-¿Sabes qué hora es? .- Lo regañé, él solo se pasó la mano en la nuca nervioso.- No deberías andar solo a esta hora.

-Lo sé, es que yo...- Note el nerviosismo en su voz, por instinto puse una de mis manos en su cara.- Yo... Es... Que... Akamaru.

Okey, no fue buena idea de mi parte, ahora está más estupido que antes.

-Si?.- Pregunté mirándolo directamente a los ojos y vi un pequeño sonrojo camuflarse con sus marcas rojas en el rostro, causandome ternura.

-Akamaru, si, eso, Akamaru.- Baje mi mirada al pequeño perro dentro de su chaqueta que lo miraba igual o mas confundido que yo.- Quería saber si lo acompañarias mañana a la final de los examenes.- Arqueé una ceja mirándolo.

-¿Eso es verdad, Akamaru? .- El perro ladró como si me afirmara algo.- En ese caso, recógeme a las 7:30, si? Es una cita.- Dije depositando un pequeño beso en su cabecita, en ese momento podría jurar que pequeños corazones salían por sus ojos.

-¿Qué? ¿Una cita?:- Reclamo Kiba mirando a Akamaru

-¿Algún problema?:- Pregunté arqueando mi ceja mientras me cruzaba de brazos, el solo se rasco la nuca.- Eso pensaba, Akamaru te espero mañana, adiós Kiba.- Le di un beso en la mejilla y de un salto volví a entrar a mi habitación

-Oye, Akamaru, ese no era el plan.- Escuche a Kiba reclamar en la calle.- ¿Cómo es que tú tienes una cita antes que yo? .- Comencé a reír mientras lo veía desaparecer por la calle.

Bueno, mañana tengo una cita con ¿Akamaru?

🌼🌼🌼🌼🌼🌼

-Kaori, levántate.- Mire la puerta de mi habitación con una almohada sobre mi cabeza, mire la hora 6:30, bufé y volví a intentar dormir.- Muevete mujer.-. Grito mamá entrando a mi cuarto, haciendo que yo cayera al piso del susto.- Buen día hija, me alegra ver que estas radiante esta mañana.- Rodé los ojos ante su comentario sarcástico y me levanté del suelo mirándola mal mientras ingresaba a mi pequeño baño para poder arreglarme en paz.

Ninken [Kiba Inuzuka]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora