"solo le temo a algo y es al no ver tus hermosos ojos mirarme con amor"
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Haruchiyo Sanzu
Me subo al auto de nuevo, Rindou me mira un poco desconfiado de lo que haré, el auto de Wakasa es lo único que puede ayudarme asesinar a quien quiero y de paso cumplo con lo que me han mandado hacer.
—Si no funciona ten por seguro que tú cabeza rodara por toda el edificio central que tenemos - miro mal a mi compañero.
—Todo va a salir como quiero, hermano - le golpeo el hombro.
Nuestra vista va directo al hombre mencionado junto a Senju que le sonríe tímidamente, como siempre las apariencias engañan, Wakasa la abraza mientras le da un beso en la frente, el ultimo por cierto.
—Que empiece la diversión - me dice Rindou
le correspondo la sonrisa cuando arranca el auto siguiendo a esos dos, ladeo la cabeza sonriendo cuando aceleran, no tienen frenos así que será un choque magnifico
—¿Para que me pediste el litros de gasolina? - lo miro mal
—Quiza... para tomármelo - rueda los ojos - Ya lo veras Rin rin - me ignora
—Ran me conto que has consumido las drogas de la importación.
—Tú hermano parece chismosa, solo era un poco, no es para exagerar - ambos visualizamos el auto que esta enfrente.
Las luces de atrás se encienden como señal que quiere detenerse pero no lo hace, porque obviamente no puede, Rindou detiene el auto en medio de la carretera, me llevo dos pastillas a la boca para que todo se sienta genial como quiero.
—Creo que va a chocar con el auto de adelante - Como si no supiera.
No le respondo, los autos nos pitan para que nos movamos pero no, no lo hacemos, el auto de los dos empieza ser manejado a un lado a otro, hasta que por ultimo se dan varias vueltas, agarro la mascarilla que me cubría antes y salgo con el galón de gasolina.
Camino al auto despacio, todos salen a ver lo que hare, incluso la carretera se queda vacía, Mi hermana sale lentamente, me estira la mano para que la ayude, me inclino un poco, si tan solo no hubiera nacido todo seria diferente, Hiromi estaría conmigo, amándome.
—La gente como tú no sirve en este mundo hermanita, nunca debiste enamorarte de mi ni permitido que Takeomi se la llevara, nos vemos en el infierno.
Abro el galón y lo riego por todo el lugar, saco de mi bolsillo derecho del pantalón mi encendedor, me bajo la mascarilla sonriendo grandemente al bulto de mierda que está mirándome con los ojos empañados.
—Muere - lanzo el encendedor con la llama que prende camino hasta el auto.
me giro escuchando su grito de lamento, alzo las manos hasta arriba disfrutando el sonido de la explosión detrás de mi, incluso una melodía clásica aparece en mi mente como la mejor de las escenas que se han podido crear.
—¡Ahora nosotros seremos los mejores y a quien no le guste, debe morir¡ - habla Rindou a la gente
Nos coronaremos oficialmente como "Boten" la mejor de las mafias que va existir a nivel mundial, la que será el imperio inquebrantable de Japón y el mundo entero.
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"ya es muy tarde para tu lamentación"
Dos años después | 22 años.
Termino de fumar el ultimo cigarrillo, los ojos verdes que me observan hace que me de jaqueca, no sé porque me toca trabajar al lado de Takeomi, desde que se unió a la mafia ha sido un completo fastidio.
—¿Lo matas tú o lo mato yo? - me pregunta
—¿Puedes asesinar? me imagino que no como eres tan gallina - me mira serio
No veo asco ni rechazo, desde la muerte de Senju que se dio como un accidente para todos, ya que matamos a los idiotas que nos vieron, él no sabe la verdad del asunto.
—Lo haré yo, no quiero que te ensucies - bufo, tan patético que es
—No necesito tus estúpidas palabras, lo matare yo, eres inútil para este trabajo - me levanto de la silla cómoda en la que estaba.
le quito el arma bruscamente, me harta su presencia, apunto al hombre decidido a matarlo cuando su voz me interrumpe.
—¿Podrías aceptar comer conmigo en el almuerzo? Hace años que no... no puedo hablar mas o menos contigo - lo miro de reojo
—¿Me vez con tiempo? - le respondo cambiando la dirección del arma hacia él
Me hago una pregunta tan básica y es ¿Por que no lo mato? seria lo más satisfactorio de la vida.
—Sanzu - su voz es hostigante
—¿Por que no dejas de existir? - la droga me hace que pierda la conciencia
Aprieto el gatillo y suelto la bala que lo hace tirarse al suelo, me acerco a el ha pasos rápidos, le he dado por suerte en el hombro.
—Deja de tratar de crear un vinculo de hermanitos, que tú para mi no lo eres y sabes porque... - le paso el arma en el mentón - Por que me has quitado lo que quiero, lo que amo, solo deseo que desaparezcas - con la punta del cañón
Se lo entierro en la herida, solo gruñe sin dejar de mirarme, me levanto soltándole con fuerza, le lanzo el arma al rostro para luego caminar a la salida,
—Mátalo tú parasito - salgo del lugar.
camino despacio mientras busco mi celular, ya pasaron dos malditos años y parecen dos décadas, necesito ver o saber al menos que esta bien.
Aun no puedo ir por ella, no tengo lo suficiente como para mantenerla como quiero, lo ultimo que no me gustaría ver es que sufra a mi lado, las drogas me mantienen vivo aun, es tan adictivo como el cuerpo de ella.
puedo sobrevivir aun más sin su presencia, debo al menos tener el mando de numero dos de Boten, salgo del lugar en busca de mi auto, arranco a la dirección que Mikey me ha asignado, sus rivales quieren salir a flote pero no lo voy a permitir.
