"La atracción de ambos se basa en el alma y cuerpo cuando somos uno"
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Haruchiyo Akashi
Las maldiciones envuelven a tal punto que cada que te agarra entre sus manos te condena para siempre, así como Hiromi lo hace cada vez que junta nuestro labios en un beso largo, caliente y salvaje.
Sus senos rebotan cerca de mi rostro mientras sigue saltando encima de mí, una mujer a su edad debería estar con alguien de su misma fecha, pero nunca ha sido así, desde que esta situación se genero cuando era un niño nuca me soltó y no creo que lo haga
Mis manos se aferran en su cintura mientras sigue moviéndose como un conejo en celo, su cabellera está mojada con el sudor que se desliza de su frente, la puerta del baño de mi habitación tiene seguro pero no recuerdo si la principal lo tiene.
Me toma del cabello elevando mi rostro, sus hermosos ojos verdes claros me ven con lujuria, su lengua pasa por mis labios que se abren cuando suelto un jadeo cada que se deja caer encima de mí, Lo único que me dijo antes de llegar a esté punto que quería repetir lo de anoche, supuestamente era solo una vez pero con ella no se puede.
—Mi hermanito es tan hermoso - lo dice tan lascivamente
Su lengua entra en mi boca que juega con mi lengua, sus piernas se mantiene abierta, no sé como rayos hace para seguir el ritmo sin cansarse, mis ojos se abren mirándole el rostro mientras sigue besándome, realmente es hermosa, es un gusto tan placentero.
La puerta del baño es tocada, pero mi hermana no se detiene, solo calma los saltos para mover la cadera despacio, el beso sigue con la misma intensidad, el golpe a la puerta hace que se aleje suavemente, nuestros labios desprenden una línea de saliva, sonríe como siempre felizmente y no deja de moverse lentamente
La maldita puerta vuelve ser tocada, no se porque mierda no entienden que la maldita privacidad es esencial en está casa mucho más cuando Hiromi está arriba de mi en una manera no tan buena.
—Habla Angelito - Como lo voy hacer si ella sigue moviéndose así, terminare de arruinar todo
Trato de hablar, me quedo a medias cuándo su lengua pasa por mi mejilla, se queda en mi oído susurrando mi nombre despacio mientras gime como si nada.
—Haruchiyo ¿Estas aquí? - habla detrás de la puerta, es Senju
—Contesta sin hacer una señal mala Haru - asiento tragando mi misma saliva.
Por más que lo intento no puedo, una de sus manos sube por mi pecho que esta desnudo, baja la mano hasta donde están nuestro sexos, agarra suavemente mis testículos cuando se levanta un poco dejándose caer levemente sobre mi miembro que entra por completo en su interior. Sus paredes vaginales me aprietan deliciosamente que solo quiero besarla de nuevo.
—¡Haruchiyo! - llama de nuevo la mosca
—¿Qué mierda quieres? - Le contesto con enfado, Hiromi suelta una risa leve en mi oído
—Dice Takeomi que vamos a salir y vamos a regresar en la noche así que haz el favor de decirlo a nuestra hermana mayor, porque no esta en casa - dice rápido
—Bien - le digo en un susurro y espero que lo escuchó porque me va enfadar de verdad
Los pasos se escuchan lejos y cierra la puerta con fuerza, Hiromi levanta el rostro dándome un beso fugaz en los labios.
—Por que no me llevas a la cama Haruchiyo - juega con mi cabello
—¿Quieres terminar ahí? No me dijiste que querías bañarte - asiente
—Sí pero ya no están, será mejor seguir en la cama - se levanta dejándome ver su desnudez
Sale con cuidado, me levanto cerrando la puerta, me voy a la principal para colocarle el seguro por cualquier cosa.
Hiromi se sube en la cama abriendo sus piernas, su sexo está rojo que da muchas ganas de pasar mi lengua por su clitorís hinchado que se le nota, me subo sobre ella que felizmente deja su entrada expuesta para que pueda penetrarla.
No tardo nada en colocar mi miembro y sumergirme en su hechizo que me vuelve loco, sus manos rodean mi cuello arqueando la espalda, mi boca va directamente en sus dos picos erectos que aclaman mi legua y los succiono con dedicación como ella me mostró que le gustaba
—Hermano - suelta cuando la empiezo a embestir con fuerza
—Hermana - le muerdo el cuello
Sus piernas gruesas se enrollan en mi cintura mientras nos movemos al mismo tiempo, me aprieta tan bien como si fuera una virgen pero se perfectamente que ya no lo era, lo supe ayer y con tan solo imaginar que otro hombre probó lo que es mío me corrompe el enojo que surge en mi alma.
Por que ella es mía, siempre será mía no importa si somos familia, Hiromi siempre será el complemento que define todo lo que aclamo como mío.
Jadea con fuerza, lo único que se escucha son nuestros sonidos cuando ambos chocamos nuestros cuerpos, sus gemidos largos y fuertes, nuestros labios se vuelven a juntar con pasión.
Entierra sus uñas en mi espalda cuando su orgasmo se acerca, meto una de mis manos separando sus labios mientras la lleno de mi semilla, ella lo recibe abriéndose más liberando su orgasmo que nos deja extasiados por el climax.
—Me encanta que me hagas venir junto a ti, Haru - besa mi mejilla
—¿Por que nunca me dejaste hacer esto antes? - recuesto mi cabeza en medio de sus dos montañas grandes que tiene.
—Por que eras un niño, no quería arruinarte más de lo que ya hice - su respiración se calma despacio
—¿Quién fue tu primera vez Hiromi? - le pregunto
—Fue tu recuerdo - levanto el rostro, no entiendo - Bueno tuve que usar un consolador para penetrarme pero estar así es mejor que imaginarlo -
—Mejor lo hubiera hecho yo entonces, no tu imaginación - le beso los labios
—Da igual, ahora estamos así y me encantaría que esté secreto siguiera así, ¿Vas a segur siendo bueno conmigo? - le beso la mejilla mientras sonríe
—Siempre seré bueno contigo hermana - me agarra del rostro juntando nuestros labios
Por que ya estaba jodido de la mente, ya todo se me había convertido en cadenas que me esclavizaban para siempre.
